Cosas para leer: The Imago sequence and other stories de Laird Barron


Y por orden caótico toca hacer reseña del primero libro de relatos de terror de Laird Barron en 2009, pero reuniendo relatos publicados entre el 2000 y el 2007 en diversas revistas. Se trata de los relatos que auparon a Barron, al menos temporalmente, a las alturas de la crítica especializada. Curiosamente, habiendo sido mi orden de lectura prácticamente inverso este libro produce en mi menos impacto que su novela o la otra colección de relatos que he leído.

Al igual que algunos de los personajes de sus relatos esta lectura desordenada de su obra permite ir viendo, poco a poco, nuevas conexiones, relaciones antes desconocidas y nuevos significados. Como los protagonistas, infectados por una fuerza extraña, nos vemos arrastrados a seguir desvelando fragmentos de ese mundo podrido que dibujan los relatos, fascinados a la vez que asqueados.

Particularmente destaca en ese sentido de repulsión-atracción la magnífica Hallucigenia que comienza de forma relativamente inocente para destrozar a continuación cualquier refugio de comodidad, siendo mucho más potente en su descripción del horror cotidiano que en los elementos más fantásticos (que pecan de algo folletinesco en ocasiones). Es una de las historias de apariencia más Lovecraftiana, no tanto por los elementos terroríficos si no por la labor de investigación que llevan a cabo los personajes y resonancias de El Horrror de Dunwich

Algo que distingue completamente a Barron de Lovecraft es la naturaleza de sus protagonistas, en general personajes duros (espías, pistoleros, detectives privados,...), lejos de los neuróticos bibliófilos  y eruditos pusilánimes del tópico, pero en general esto no plantea gran diferencia en el resultado final.   

En  casi todos los relatos el rastro de imágenes que no deberían existir, películas y fotografías que muestran las grietas del universo racional, ocupan el lugar de los libros malditos.  Excepción del relato de época Bulldozer donde sí se sigue la pista de un libro, y un asesino en serie bastante especial, en un viejo oeste igualmente sucio y corrupto. Donde incluso se permite un "Ignorance is all the blessing we apes can hope for" que, en mi mente al menos, no deja de recordar al célebre "The most merciful thing in the world, I think, is the inability of the human mind to correlate all its contents." de la Llamada de Cthulhu.

El eco del autor de Providence también es notorio en la creación de un entorno semificticio y en el juego de referencias cruzadas, y, por supuesto, en las insinuaciones de terror cósmico. Pero también se aprecian otras influencias, como en  Procession of the Black Sloth, en que el cine de terror japonés y coreano tiene mucho peso, aunque el ambiente exótico escogido resulta un poco difícil, para mi, de visualizar.  

En muchos de ellos  nos encontramos con el recurso del narrador poco fiable, drogado, borracho, monstruoso o, definitivamente, loco, dejando siempre cierto espacio a la duda, a la alucinación como explicación o como coartada.  La primera persona, a veces el monólogo maniaco, domina una parte importante de sus páginas. A veces de este modo la potencia de las imágenes que conjura, encadenando palabras y frases aparentemente inconexas, es brutal, otras veces, sin embargo, parece acumular montañas de palabras y más palabras, sin lograr crear una imagen con ellas. Tal es el caso de The Royal Zoo is Closed, para mi el relato más pobre de la colección.

Quizás dos de los relatos que rompen la tónica general sean la extraña (que casi parecería una parodia de sus otras obras si no fuera la más antigua de ellas) Hour of the Cyclops  y Parallax, más cercana a la ciencia ficción o al relato desasosegante en la tradición de The Twilight Zone.  

Puntuación: 9/10

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