Cosas para ver: Spider-man: lejos de casa de Jon Watts


Marvel sigue produciendo películas, siguen teniendo éxito y obteniendo buenas críticas, lo que en su momento fue una sorpresa se ha convertido en un estándar que otras productoras y estudios no dejan de tratar de imitar, con limitado éxito tanto en un sentido económico como crítico. Millones de personas vamos a ver estas producciones, fans de los cómics de toda la vida y gente que nunca ha leído uno en su vida, en números crecientes y garantizando que la producción no se detenga.

Por supuesto puedo encontrar muchas cosas que no me gustan de esta situación, de este modelo de producción o de cierta repetición estilística en las sucesivas películas. Especialmente me resulta algo preocupante la posición de dominio que una única corporación. Disney, posee del entretenimiento popular. Y, sin embargo, las películas de Marvel siguen resultando productos más que correctos, extremadamente divertidos y, como entretenimiento y más allá de estas consideraciones, prácticamente perfectos. 

Y en ese sentido no puedo más que decir que la película me ha gustado, me he divertido mucho viéndola, aunque no creo que sea una película tan redonda como otras de este universo. Es un film bien construido, muy bien ejecutado, que se permite trasladar al cine momentos que no habíamos visto fuera del papel, con estilo e inteligencia.  

El tono de comedia, con toques típicos de la comedia romántica y la de adolescentes, choca y se transforma con toques de película de espías así con los siempre espectaculares combates y explosiones del blockbuster de superhéroes, y quizás las exigencias de estos estándares sean lo que hace a la película decaer ligeramente en sus momentos finales y sonar a algo ya visto (pese al giro metanarrativo que ofrece el villano principal). Sigo pensando, como ya he dicho en otras ocasiones, que los clímax de demasiadas de estas películas tienden a parecerse demasiado y, a menudo, parecen ser más un requisito para cumplir la fórmula, y atraer a cierto público a las salas, que una verdadera necesidad narrativa.

Tom Holland es el Spider-man, prácticamente, perfecto, la química entre él y la MJ interpretada por Zendaya funciona y la amistad con el Ned Leeds de Jacob Batalon funciona, mientras  Jake Gyllenhall solventa su papel sin sudar demasiado. Poco tiempo para acostumbrarse a Marisa Tomei como May Parker, sigue teniendo poco tiempo en pantalla, y los veteranos del MCU se ven cómodos en sus papeles pero tampoco tienen demasiado que hacer. 

Argumentalmente no soy un fan de la forma en que este Spider-man como heredero del legado de Tony Stark, siempre me ha gustado más un Peter Parker más a pie de calle. Y sin embargo, sacando a Peter de Manhattan y poniéndole en esa situación el guión consigue presentar a un personaje reconocible como el mismo que hemos visto en las viñetas. Algunos elementos más tradicionales quizás se vislumbren en le futuro pero habrá que ver como se conjuga eso con los proyectos más a largo plazo y a mayor escala del MCU a partir de ahora.

Puntuación: 8/10

Comentarios