Casi me quedo sin conseguir este tomo, y lamentablemente me he tenido que alejar de mi tienda habitual para conseguirlo (yo y el desastre de no enterarme de las cosas hasta que es demasiado tarde) pero finalmente aquí está, el recopilatorio que contiene todos los cómics de Marvel con el personaje creado por Robert E. Howard. Se trata de cómics publicados de forma algo dispersa, en diferentes colecciones, entre 1975 y 1994, sin una estructura unitaria y dando la sensación general de quedarse a medias, de prometer una serie de aventuras hilvanadas que nunca llegan.
Modelado sobre el omnibus americano, aunque la portada de este se ve trasladada a la contraportada interior del tomo y la portada es tomada por la del Marvel Premiere nº34 (quizás confiando en el papel como incentivo a las ventas que siempre tiene un mono). Curiosamente la portada aparece dos veces, ne la sobrecubierta con los colores originales y en la portada en si con un nuevo coloreado por ordenador que, personalmente, creo que no le hace ningún favor.
Este asunto de los nuevos coloreados modernos aplicados a obras antiguas afecta a muchas reediciones, quizás la primera en que recuerdo realmente la polémica fuera en la edición de Príncipe Valiente de Planeta (pero seguro que hay alguna anterior que se me escapa) y ya hablé del tema con respecto a Rocketeer. En este caso la afectación es menor, ya que gran parte de los números contenidos están en blanco y negro y pueden verse tal y como se publicaron originalmente. Pero en los números en color nos encontramos ante un problema: muy a menudo los colores originales no se conservan y además el papel moderno satinado y los antiguos coloreados antiguos a veces producen efectos verdaderamente extraños pero el color moderno parece una enmienda la dibujo y concepción original que en ocasiones produce efectos extraños
Además de los cómics contiene varios artículos. Por un lado los artículos biográficos de Fred Blosser, un experto en Howard que hace dos intentos de cuadrar los eventos vitales de Kane en La Senda de Solomon Kane y en Kane... el vengador (aunque yo mantengo mi propia cronología divergente para los relatos de Solomon Kane). Junto con otros de Glenn Lord, el editor y albacea literario de los herederos de Rober E. Howard una figura muy importante para explicar el resurgir de interés por la obra del tejano en los años 70, Dwight Jon Zimmerman y Ralph Macchio (que guionizó la miniserie de 1985 the Sword of Solomon Kane contenida en el tomo)
El tomo produce cierta sensación de redundancia, no solo los dos artículos de Blosser son bastante parecidos entre sí, si no que la primera mitad de la Senda de... aparece una segunda vez en el tomo (como parte de la página de correo que se reproduce del Marvel Premiere 33), pero sobre todo por la repetición de historias: aparecen dos adaptaciones diferentes de varios relatos de Howard (Alas en la noche, Sombras rojas, Los cerros de los muertos y Espadas de la hermandad) pero, sobre todo, tres adaptaciones del poema la Vuelta al hogar de Solomon Kane (dos de ellas además aparecen seguidas).
Además de las adaptaciones se intercalan algunas historias originales, entre las que debo mencionar los crossovers con Drácula (que también era un personaje de la Marvel por aquel entonces). En los guiones encontramos una sucesión de nombres, entre los que destacan Roy Thomas y Ralph Machhio, aunque ninguno consigue aquí sus obras más memorables.
En el terreno artístico la forma de publicación, con un constante cambio de cabaceras y autores, hace que la calidad sea muy irregular y los estilos dispares. Personalmente siempre me ha gustado la forma de dibujar a Kane de Howard Chaykin en los dos números de Marvel Premiere (pese al parecido con su Dominic Fortune) y, por el contrario, le tengo cierta manía a algunas páginas en que casi parece un Conan disfrazado (el ejemplo más flagrante es, yo creo, la ilustración del gran Ernie Chan en las páginas 194-195 de este tomo.
También aparece por sus páginas Mike Mignola, ilustrando uno de los guiones menos conseguidos de Macchio con su peculiar estilo primerizo. Entre los demás destacar la participación de Neal Adams, desgraciadamente escasa, o de David Wenzel que, tras una labor poco brillante en los números dibujados por él, ilustra con muchos mejores resultados el poema La negra mancha, con un estilo que recuerdo al grabado o la ilustración a plumilla.
Un volumen muy interesante para los que gusten de Howard, de las adaptaciones Marvel de Conan y de las aventuras sobrenaturales en general, aunque mi sensación es que no consiguen hacer justicia a los relatos ni el personaje original. Para mi un imprescindible, por coleccionismo y por el personaje, pero ri no te apasiona el personaje...
Puntuación: 6/10
Comentarios
Publicar un comentario