Cosas para leer: Bill Rayos Beta, Estrella Argéntea


Bill Rayos Beta
es un personaje menor de la mitología del Thor Marvelita que ha tenido una suerte desigual desde su primera aparición en la colección del Dios del Trueno (Thor, vol.1, 337# USA). En aquella primera historia (dibujada y guionizada por Walter Simonson) el personaje, el héroe modificado genéticamente de una raza exterminada por el demonio de fuego Surtur, demostraba ser digno del poder de Thor, despojando al protagonista de Mjolnir primero y, luego, recibiendo de Odín un nuevo martillo de Uru: Stormbreaker (Destructor de Tormentas o Rompetormentas). 


En cierta forma Bill, el monstruo deformado que demostraba ser digno del martillo y derrotaba a Thor, entroncaba directamente con el origen del Thor de Kirby-Lee, al ser una nueva lección de humildad para el dios que había sido encarnado en Donald Blake para aprender, precisamente, eso. Con el tiempo su papel de segundo Thor se diluyó con la aparición de otras figuras sustitutas, especialmente Thunderstrike (introducido por Ron Frenz y Tom DeFalco en Thor Vol.1 #391 USA), y a menudo fue olvidado por sucesivos guionistas que no sabían que hacer con él. 

Así, desde entonces,  Bill Rayos Beta se ha confundido entre el plantel de personajes secundarios que pueblan Asgard, ha luchado junto con los Guardianes de la Galaxia o ha formado parte de múltiples eventos cósmicos, pero, aunque ha tenido mejor suerte que otros personajes derivados, nunca ha podido igualar esas primeras historias.


Estrella Argéntea es una miniserie  que asume un personaje que ha quedado reducido a un papel de segundón para darle un nuevo impulso, ofreciendo una historia repleta de acción pero también de desarrollo de personajes. El argumento lleva a Bill lejos de Asgard, acompañado de otros personajes secundarios, el Ejecutor y Pip el Troll, en busca de un arma que pueda reemplazar al martillo que ha perdido. La miniserie parte del estatus de la serie actual de Thor de Donny Cotes para irse por derroteros propios y convertir esta historia en un verdadero rito de paso para la transformación del personaje, que no sabemos si tendrá continuidad.


Esta versión del personaje empieza muy abajo, tanto anímica como narrativamente, y se abre camino a través de incontables peligros y enemigos para alcanzar lo que desea, pero la pregunta queda sin respuesta ¿es lo que deseamos lo que realmente necesitamos?

En cuanto al dibujo es denso, cargado de líneas y de elementos, con un dominio expresivo perfecto. Los personajes y la perspectiva se deforman para remarcar el ritmo narrativo, que maneja magníficamente para esa combinación de escenas de acción dinámicas y momentos más intimistas. Sabe conferir un aspecto propio a los elementos de la Edad de Plata que abundan a lo largo de sus páginas, y fundirlos de forma efectiva con sus propios diseños, más modernos. 

La planificación de página es compleja, con una variedad de ritmos y soluciones que a menudo rompen la limitación de las viñetas e invaden las sangrías para trasmitir sensaciones muy diferentes, desde la inmensidad del espacio al poder de determinados personajes. 


A los mandos de la miniserie se encuentra el autor completo, tanto de guion como de dibujo, Daniel Warren Johnson, un autor con un estilo muy característico que comenzó llamando la atención con su webcomic de ciencia ficción Space Mullet (que ha tenido edición en papel en América por parte de DarkHorse) y que ahora mismo también podemos ver en las librerías españolas con dos historias postacoalípticas: Wonder Woman: Tierra Muerta (DC) y Extremity (Image). 

Hay que destacar el papel de su colaborador habitual, el colorista Mike Spicer, que se luce en el uso de colores muy contrastados y saturados, colaborando a la sensación de abigarramiento que trasmite el dibujo de Johnson al mismo tiempo que permite apreciar los elementos individuales. 

En definitiva, lo peor que se puede decir sobre esta historia es que es demasiado corta y nos quedamos con ganas de leer más.


Puntuación: 8/10

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