Cosas para ver: Superman y Lois (Temporada 1)


Superman y Lois es la enésima serie de la CW con personajes de DC, pero es también la primera que rompe la fórmula de las anteriores, visual y narrativamente. El cambio principal es que, frente a los ambientes claramente urbanistas de Flash, Supergirl, Batwoman, Black Lightning o Green Arrow, ha optado en esta ocasión por una ambientación rural, llevando a los protagonistas de vuelta a Smallville y entroncando con esa mirada nostálgica-idealizada del medio-oeste encarnada en el concepto de americana

Esa identificación de la vida en los pueblos de América como el corazón del país, y como el origen de la brujula moral de los Kent, se ha convertido en una constante de muchas de las interpretaciones modernas del personaje, pero al mismo tiempo lo hace intentando escapar de la mera nostalgia, con la necesidad de mostrar la diversidad y, también, las problemáticas de la experiencia en esas poblaciones, cada vez estadísticamente más minoritarias y económicamente más deprimidas. Smallville no es una arcadia perfecta, ni un lugar donde los problemas contemporáneos no existan, aunque (responde la serie) quizás si contenga algunas respuestas a esos problemas.


Visualmente, y de nuevo en contraste con otros productos de la CW, la Smallville que nos presenta, con sus ocres atardeceres, sus destellos de lente, sus panorámicas y sus tonos apagados, bebe de (incluso podríamos decir que imita) la versión de Zack Snyder; una visión que es tanto señal de la idealización como de la distancia con el mundo que intenta mostrar. El mundo que muestra no es real, si no una visión estilizada de la realidad, como una imagen trasmitida por viejas fotografías. Por eso a veces las escenas cotidianas, o la vida de los jóvenes en ese pueblo, se ven algo fuera de lugar, artificial.

Pero, si la vinculación visual con Snyder es clara, espiritualmente no podemos encontrarnos con dos visiones más distanciadas del personaje; incluso cuando utiliza algunos elementos similares (la amenaza del Superman malvado, por ejemplo), las conclusiones y mensaje son diametralmente opuestas. La serie deja un espacio para la esperanza y el optimismo que en la versión cinematográfica parece dramáticamente ausente. 


Otro punto peculiar de esta adaptación es llevar más allá la idea de Superman como adulto y padre, muy bien expresada en la etapa de Tommasi en el cómic, y llevarla un punto más allá, convirtiendo al matrimonio Kent (interpretados por  Tyler Hoechlin y Elizabeth Tulloch) en padres de dos adolescentes: Jordan (Alex Garfin) y Jonathan (Jordan Elsass). Los problemas de ansiedad de Jonathan, y el despertar de sus poderes, ofrecen más posibilidades, mientras que el personaje de Jordan, más estable, resulta quizás menos aprovechado. Esta evolución, a mi entender natural, de la historia del personaje muestra de nuevo las posibilidades narrativas que los continuos reinicios nos han quitado, de ver a los héroes y sus secundarios crecer y cambiar con el tiempo.

Hoechlin hace un muy buen Superman y, también, un buen Clark Kent, aunque su abandono de la profesión periodística sigue resultándome raro, y Tulloch ofrece una Lois fuerte y capaz, pero también vulnerable, ofreciendo un buen equilibrio entre ambos. Los adolescentes, a los que se une otro personaje nuevo Sarah (Inde Navarrette) y un algo indefinido cast de secundarios en el instituto son más irregulares y, en general, menos aprovechados.


En ciertos momentos me parece estar volviendo a ver Smallville, y corriendo el riesgo de caer en sus mismos problemas, los excesos melodramáticos, un espacio demasiado limitado, tramas alargadas de más y una constante reutilización de escenarios y personajes. También la estructura de la temporada, e incluso el tipo de amenaza, recuerda a la forma de gestionar el villano final de la serie de los 2000.  No puedo dejar de pensar que el casting de Lana Lang (Emmanuelle Chriqui) debe más a Kristin Kreuk que a la Lana del cómic y que el papel del periódico local, y la entremetida periodista Chrissy Beppo (Sofia Hasmik), tiene algo de Chloe y la Antorcha. 

Veremos como lo solucionan estos problemas en sucesivas temporadas, aunque en este caso tenemos la ventaja de que el salto de vuelta a Metrópolis o a un mundo más grande puede ser más sencillo y natural.

En definitiva una serie que consigue capturar parte del espíritu del personaje, muy maltratado en los últimos tiempos en todos los medios, con debilidades evidentes, pero también con mucho potencial para contar nuevas y mejores historias del personaje. 

Puntuación: 7/10

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