Cosas para leer: Conan la reina de la Costa Negra por Jean-David Morvan y Pierre Alary

Por fin, después de cuatro años de su salida en Francia y muchos rumores contradictorios, es Planeta Comic empieza a publicar en España los álbumes de la editorial francesa Glénat, adaptando los relatos originales de Conan, comenzando con este La Reina de la Costa Negra. 

Este es precisamente uno de los relatos más míticos sobre el personaje, entre otras cosas por la influyente adaptación realizada por Roy Thomas y John Buscema para la versión de la Marvel, que transformó el relato en una larga saga que ocupó la cabecera durante cuatro años (1975-1979) y que creo el que para muchos es el look icónico de la reina pirata Bêlit. También en estos años hemos podido ver la adaptación de Dark Horse, con lo que esta adaptación francesa, es al menos la tercera Bêlit* en viñetas, tres versiones muy diferentes, que siguen con más o menos fidelidad el original howardiano

*Curiosamente existe una adaptación anterior, realizada en México en los 60 de la que solo he visto algunas páginas sueltas.

Originalmente apareció en el número de mayo de 1934 de Weird Tales, dedicándole la portada que, con el arte de Margaret Brundage muestra a los personajes principales enfrentados a una de las criaturas aladas que aparecen en la última parte del relato. El diseño de Brundage (como humanoides alados de piel gris pero rasgos básicamente humanos), contrasta con la imagen interior, realizada por Hugh Rankin, que muestra a un ser más abotargado y monstruoso. 

Además de la adaptación al cómic Rodolfo Martínez realizó un pastiche extendiendo mucho los acontecimientos del periodo en que Conan y Belit navegaron juntos con el título de La canción de Bêlit. Algunas de las ideas de la historia, especialmente su final, aparecen en el Conan de John Milius, aunque el personaje femenino no es Bêlit si no una adaptación muy libre de Valeria (que, originalmente, junta sus destinos con Conan en el relato Clavos Rojos)

El relato literario se abre con Conan escando de una ciudad de Argos, perseguido por la justicia, y como termina uniéndose a la tripulación del Tigresa, el barco pirata capitaneado por la exiliada semita conocida como Bêlit y su tripulación de corsarios negros. Ambos comienzan un romance, pero la inevitable tragedia no tardará en separar sus destinos. El lugar donde los acontecimientos se desatan es una más de las ciudades perdidas Howardianas en algún lugar de la costa de los Reinos Negros.

Creo que este es uno de los relatos más interesantes de Conan y quizás uno de los que mejor expresa dos aspectos de su personalidad, y de las intenciones del autor, que a menudo son dejados de lado por otras adaptaciones. Por un lado, la primera escena (con el cimerio escapando a uña de caballo de los guaridas de Argos por haber matado a un magistrado ¡mientras le estaba juzgando!), por otro, la conversación sobre los dioses que mantienen Bêlit y Conan a bordo del Tigresa, en que el bárbaro expresa la poco halagüeña idea de ultratumba de su pueblo.  Estas dos escenas muestran por un lado el desprecio a la civilización, del que Howard tantas veces alardeaba, y por otro cierto pesimismo existencial, que impulsa un vitalismo salvaje, un carpe diem antes de que la muerte signifique el fin inevitable de los placeres.

 

La adaptación literaria ha sido realizada por el guionista Jean-David Morvan, un escritor con una obra extensa que va desde la revitalización de personajes clásicos franco-belgas (como  Spirou et Fantasio) a breves aportaciones a personajes americanos (Lobezno Saudade), pasando por personajes propios y otras adaptaciones literarias (Los Tres Mosqueteros). Un autor todoterreno que, al contrario que otros guionistas franco-belgas, ha mostrado en múltiples ocasiones  por la cultura popular americana y japonesa, pero aportando también un punto de vista propio.

Se trata de una adaptación bastante ajustada, aunque hay algunas omisiones y extensiones algo particulares en determinados momentos. Mientras que Howard nos presenta a Conan mayormente desde fuera (un recurso bastante habitual en el Conan literario), cuando le vemos  por primera vez es a través de los ojos del capitán Titus, saltando desde el puerto hacia el barco que huye, Morvan prefiere empezar con un monólogo interior del protagonista y en general es un personaje más transparente que su original literario.

También resulta peculiar la importancia que se otorga a la muerte de la serpiente gigante, que incluso ocupa la portada y que no pasaría de anécdoto en la historia original. Este álbum marcará lo que es una característica de estas adaptaciones, mostrando lo complicado que es ajustar historias con contenido muy diferente a un número concreto de páginas independientemente de la longitud y densidad del relato original. Aquí casi parece que se habrían agradecido algunas páginas más y que no se profundiza lo suficiente en algunas partes del relato.

En cuanto al dibujo Pierra Alary, de quien ya comenté aquí su Don Vega,  demuestra una habilidad magnífica para la narración, y ofrece unos personajes muy expresivos con concesiones a la caricatura. El diseño de Conan es muy característico y ideosincrático; con  un perfil duro y una cara cubierta de cicatrices, un veterano de mil batallas que lucha, y ama, con pasión más que con cabeza. Las escenas de sexo, especialmente aquella que se combina con la conversación religiosa antes mencionada, resultan algo desconcertantes, por su combinación de explicitud y recatamiento (con la censura de los pezones femeninos, por ejemplo). 

El cómic incluye una introducción y un par de breves apuntes sobre el relato original y, en general, Conan como personaje, redactados por el experto en Howard Patrice Louinet. Aunque en general me parecen textos correctos e interesantes, creo que es un error afirmar, como hacen, que la idea de que la etapa como rey de Aquilonia no necesariamente es el final de su carrera, y responsabilizando de ello a de Camp (culpable innegablemente de parte de la tergiversación de la figura de Conan en la mente del público general) imponiendo una historia de ascenso personal desde la pobreza a la riqueza a Conan. Entre otras cosas no concuerdo con sus conclusiones por la respuesta de Howard a Miller y Clark (unos fans que habían hecho un mapa y una breve biografía de Conan y se lo habían enviado al autor) que confirma no solo que este ascenso al trono sucedía en sus años adultos (en torno a los 40 habría llegado al trono) si no además que habría sido rey de Aquilonia muchos años. 

Pero dejémoslo en que es una queja muy menor, en un volumen de lo más recomendable, esperemos que el resto de números  no tarden tanto en llegar como este primero y mantengan el nivel.

Puntuación: 10/10


Comentarios

  1. Hay una cuarta versión de "La reina de la Costa Negra" en cómic, la realizó un dibujante finlandés llamado Petri Hiltunen y que en España se publicó en el fanzine Sword.

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  2. No la conocía, muchas gracias por comentar

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