Africa Occidental en tiempos de SK: El imperio Mossi


Al sur del imperio Songhai se encuentra la nación o naciones mossi, una laxa unión de varios reinos más o menos independientes que en ocasiones se denomina Imperio, pero que en el siglo XVI está lejos de ser un poder político unificado.

Existen cuatro estados o reinos mossi principales (y otra docena de reinos vasallos) Ouagadougou (el más antiguo y prestigioso), Tenkodogo, Fada N'gourma y, el más importante en el periodo que nos ocupa, Yatenga, al norte. técnicamente el rey de Ouadougou es el emperador (Mogho Naba) de todos los mossi. La capital de Oudougou, y sede por tanto del imperio, es conocida como Kombemtinga "la ciudad del guerrero" aunque se trata más de una aglomeración de aldeas que de una verdadera ciudad.

Se supone que los antepasados de los mossi llegaron a la región desde el este en algún momento del siglo XIII, estableciéndose, primero, en tierras más hacia el oeste y siendo expulsados hacia sus tierras actuales por la expansión del imperio de Mali. 

Pese a que la estructura familiar es patrilineal uno de los ancestros míticos más importantes de los mossi es la princesa Yennenga de Dagomba, una temida guerrera y cazadora, que fue expulsada por su padre y se unió a un cazador malinke, Riale, en matrimonio. Su hijo, Ouédraogo (literalmente "Potro"), y los hijos de este se convirtieron en los fundadores de los clanes nobles mossi. 

En el pasado los mossi  han sido enemigos muy temidos por Mali y Songhai, llegando a saquear Tombuctú en, al menos, una ocasión en el siglo XIV. Aunque el soberano songhai Askiya Mohammad I (1443-1538) derrotó y sometió a su autoridad la región, este sometimiento es más formal que efectivo y cada vez actúan con mayor independencia. Entre otras cosas esta independencia se manifiesta en la pervivencia de la religión tradicional mossi frente a los intentos de islamización (que han tenido escaso éxito). Tras la caída de Songhai al final del periodo los mossi recuperaran completamente su independencia.

Son considerados magníficos jinetes, utilizando su movilidad para hacer largas expediciones de guerra y saqueo, aunque no cuentan con un ejército permanente, como sus vecinos del Songhai o Mali, y confían en tropas más ligeras reunidas para cada expedición o campaña, además de los séquitos armados de los nobles. Careciendo normalmente de las armaduras  pesadas (y los caballos más grandes y pesados) de los jinetes de estas naciones suelen utilizar únicamente escudos de mimbre, combinados con lanzas y espadas curvas, tipo sable, como armamento principal. 

Están relativamente aislados de las rutas comerciales, por ello también permanecen relativamente aislados del comercio de esclavos internacional, aunque si llevan a cabo sus propias expediciones de guerra para conseguir esclavos para si mismos. Yatenga, el reino septentrional, se ha beneficiado de su cercanía a Songhai y al comercio, convirtiéndose en el reino más rico en las últimas décadas.

Su sociedad está organizada en torno a los clanes familiares que afirman descender, por línea paterna, de un mismo antepasado común mítico. La tierra, legalmente ya que en la práctica la distinción es difusa, pertenece al clan y no a los individuos concretos que lo forman, que no pueden venderla o enajenarla.  A su vez el clan se divide en familias patrilineales polígamas (especialmente los reyes suelen tener muchas esposas de distinta importancia y categoría social).

Cada familia reside en un conjunto de cabañas, rodeadas por muros de adobe, con edificaciones separadas para los distintos miembros de la familia y otras destinadas a graneros, aseo o otras funciones, también suelen incluir cercados para ganado. Estos complejos están separados entre si por los campos de cereal (mijo o sorgo normalmente) de la familia, formando aldeas más dispersas que otros grupos culturales de la zona.

Al igual que entre los songhai hay una fuerte distinción social entre la casta gobernante militar-ecuestre, que es considerada auténticamente mossi (y reciben el nombre de nakomse "gente de poder"), y el conjunto del pueblo llano (tengabisi "gente de la tierra”), que se suponen descendientes de los pueblos conquistados por aquellos. Aunque la minoría nakomse encarna y acapara el poder político y militar, los tengabisi a menudo se relacionan con los poderes mágicos autóctonos, especialmente con garantizar la fertilidad de la tierra, los animales y la gente.

Como también es habitual en África occidental, algunas profesiones forman castas cerradas hereditarias, especialmente los herreros (saaba), a los que se atribuyen además ciertos caracteres sobrenaturales y tabúes (incluyendo la habilidad de servir de mediadores en las disputas entre familias).

Aunque creen en la existencia de una deidad creador suprema, Wende, este (como en muchas otras religiones africanas) no interviene demasiado en el mundo físico y su religión está más centrada en espíritus menores (que se relacionan con la fertilidad y la lluvia) y, especialmente, el culto a los antepasados

Estos antepasados entre los tengabisi son representados por máscaras (wan-go), representando animales, como antepasados míticos, y espíritus, pero también humanos y diseños abstractos o combinaciones de rasgos de distintas criaturas. También se utilizan unas figuras llamadas ninandé (singular ninana) para representar a los antepasados notables del clan. Cuando no están siendo utilizadas para rituales las máscaras o las ninandé del clan se guardan cabañas llamadas kimse roogo, destinadas a tal función, dentro del complejo familiar del jefe del clan. 

Además de las fechas señaladas del año, en que las máscaras son vestidas para representar a los antepasados (festivales de la cosecha y funerales) es común ofrecer sacrificios de grano, cerveza de mijo o animales (gallinas y cabras habitualmente) ante ellas. Ocasionalmente una máscara puede adquirir fama por su poder para garantizar la salud o las buenas cosechas más allá de su clan y atraer acrificios más allá de su propio linaje o aldea. 

Se utiliza la escarificación facial y corporal, tanto para señalar la pertenencia a un grupo, grupo de edad o clan como por criterios meramente estéticos. Entre las más comunes está el diseño llamado marende, tres líneas horizontales en las sienes, que se considera acentúan la belleza de la mirada tanto en hombres como en mujeres. 

Como narra la leyenda de Yennenga los Mossi están emparentados con los Dagomba, al sur, así como con los Mamprusi (habitantes del reino de Mamprugu) al este, que mantienen estructuras sociales y políticas muy similares. 

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