Como ya comentamos en su momento la Sombra creo una verdadera fiebre de justicieros pulp, de la que derivaría el mismo Doc Savage y The Spider, pero también hubo otros muchos que tuvieron una menor repercusión o una vida más efímera. El caso de El Lama Verde es un caso muy particular por que, aunque menos famoso que los tres antes mencionados, a tenido sin embargo una vida editorial larga y diversa.
Creado por Kendell Foster Crossen, escribiendo bajo el pseudónimo de Richard Foster (que a su vez es un personaje ficticio en las historias que escribe), el Lama Verde vio la luz en 1940, en una novela corta homónima aparecida en la revista Double Detective, de la compañía de Frank Munsey (la competencia más directa de Street and Smith, que eran los dueños de La Sombra y Doc Savage). En los tres años siguientes hasta 14 historias del personaje aparecieron en la misma revista.
Al mismo tiempo otra versión del personaje, también escrita por Crossen, veía la luz en forma de cómic, aunque este Lama estaba recreado más en el molde del naciente género de los superhéroes, con poderes más increíbles, historias más simples y un uniforme más en la línea de otros héroes enmascarados del medio (y su mantra ahora le permite cambiar místicamente entre sus dos personalidades, al estilo del Capitán Marvel). Esta encarnación duró más tiempo que la versión literaria, pero no mucho más, tan solo hasta 1946. En 1949 fue brevemente resucitado para una versión radiofónica, que estuvo tres meses en antena, produciéndose 11 episodios entre Junio y Agosto de ese año.
El personaje, al contrario que la mayoría de grandes personajes del pulp y de los cómics de la edad de oro, no fue creado como trabajo a sueldo por Crossen, si no que este retuvo los derechos sobre su creación, permitiéndole un mayor control sobre la misma (básicamente todo lo escrito en los 40 es obra total o parcialmente de su creador) y sus herederos siguen ejerciendo sus derechos sobre el personaje. Un hecho excepcional en un mundo en que la apropiación de la creatividad de los escritores y artistas por parte de entidades corporativas es una triste constante.
En 1989 apareció, junto con otros héroes de la Edad de Oro (la mayoría de los cuales han revertido al dominio público),en Femforce #19. Este grupo de superheroinas, la colección tiraba mucho del sex-appeal de sus protagonistas especialmente en sus portadas, descubría a varios héroes clásicos, mantenidos en hibernación en una bóveda secreta. Tiempos después también introdujeron a un segundo Lama Verde, el hijo del original, con el nombre de Gordon Dumont.
Una nueva serie de aventuras literarias, mayormente escritas por Adam Lance García, comenzó a publicarse a partir de 2010.Y aún otra versión apareció también por esos años como parte de Project Superpowers, una serie de cómics centrada en versiones nuevas de personajes más o menos olvidados de la Edad Dorada del cómic de superhéroes por parte de Dynamite. Desde entonces ambas versiones han vuelto a caer casi en el olvido, pero quién sabe si volverá a ser resucitado cuando una nueva generación descubra sus viejas historias.
El Lama Verde es en realidad Jethro Dumont, un heredero neoyorquino que, tras una vida de estudio en occidente y oriente y pasar 10 años en el Tibet para convertirse en Lama, regresa a los Estados Unidos con la intención de extender la religión budista en occidente. Sin embargo, al volver a su país y observar la omnipresencia del crimen y la corrupción policial, decide convertirse en justiciero, pero al contrario que algunos de sus contemporáneos en esta labor (especialmente el sanguinario The Spider) decide no utilizar armas, si no únicamente las excepcionales habilidades mentales y físicas, adquiridas en su peculiar entrenamiento tibetano.
Vestido con una túnica verde (originalmente el personaje iba a ir de gris pero se cambio para conveniencia de las portadas, en un giro que recuerda la idea original del diseño de The Phantom), y una capucha (con una capa y un traje ajustado en el caso de la versión en cómic) lucha contra criminales, agentes extranjeros (incluidos, y especialmente en el cómic, nazis) y supervillanos. También utiliza una khata, una larga bufanda de seda roja como arma contra sus enemigos, permitiéndoles desarmarles, contenerles o, en caso necesario, estrangularlos hasta la inconsciencia. En el pulp, además, sus poderes mentales le permiten ocultarse a simple vista, también es capaz de utilizar capacidades derivadas del consumo de "sales radioactivas" para dejar inconscientes a sus enemigos con solo un toque.
El parecido con la Sombra es evidente, especialmente con el personaje tal y como aparecía no en su revista, si no en la versión radiofónica, que había comenzado a emitirse con gran éxito en 1937 y que continuaría en las ondas hasta 1954. Y como la Sombra cuenta con sus falsas identidades (entre las que destaca la del Dr. Pali) y agentes (entre los que podemos mencionar a Gary Brown, un antiguo matón de la mafia, el teniente Caraway de la policía, la joven de alta sociedad Evangl Stewart o el tibetano Tsarong).
Aunque Crossen demuestra cierto nivel de documentación sobre el budismo en general el uso de vocabulario está más relacionado con la escuela budista india Theravada (y el vocabulario en lengua pali) que con el budismo tibetano, mucho peor documentado en occidente en la época.
Las historias están salpicadas de notas que muestran este esfuerzo de documentación y el mismo Crossen menciona el uso, entre otras, de la obra titulada The Penthouse of the Gods (1939) de Theos Casimir Bernard (1908-1947). Este se trata de un peculiar personaje, en parte divulgador pionero sobre el budismo y el yoga en los Estados Unidos, en parte aventurero y (auto)fabulador, que se vendía a si mismo (de forma exagerada) como el primer "Lama blanco" e "iniciado en los secretos ancestrales del Tíbet". Desaparecería en Cachemira, en 1947, en medio de los conflictos por la partición de la India, dejando atrás una obra pionera y sirviendo como inspiración directa o indirecta para muchos personajes ficticios (desde este Lama Verde al marvelita Puño de Hierro, o incluso el Doctor Extraño, pasando por otros muchos)
El Lama Verde de los cómic añade o reemplaza estos poderes con superfuerza, la capacidad de volar y el uso de esa magia indefinida de los superhéroes que tanto le permite teleportarse como invocar los espíritus de héroes muertos o cualquier otra hazaña que requiera el momento (y normalmente nunca se repite después).
El Lama Verde (pulp) para FATE Core
Aspectos
Misterioso justiciero, portador de los misterios de oriente
Siempre dispuesto a proteger a los inocentes a cualquier coste
Gary Brown, antiguo criminal y Agente del Lama Verde
Múltiples identidades a su disposición
Rico heredero en sociedad
Habilidades
Saber
Investigar, Sigilo
Percepción, Pelear, Recursos
Atletismo, Engañar, Físico, Robar
Proezas
¡Nublar la mente!, una vez por escena puede desaparecer a simple vista, simplemente mediante una poderosa concentración y gastando un punto FATE. Esto pone un aspecto de oculto sobre el personaje, que debe ser superado con una prueba de Percepción. Este efecto de desaparición no afecta a cámaras de fotos ni a otras posibles detecciones mecánicas.
¡He leído sobre eso!: puede gastar 1 punto FATE para usar Saber en vez de otra habilidad en una única tirada o intercambio, declarando que "has leído sobre ello" (sea en tus amplios estudios en universidades occidentales sea en las misteriosas bibliotecas del Tibet)
Arma polivalente (Khata), el Lama Verde puede utilizar su khata (bufanda de seda) como un arma polivalente, permitiéndole hacer ataques con la habilidad pelear hasta 1 Zona de Distancia. También permite realizar acciones para desarmar a un oponente o crear aspectos de tipo obstaculizado o atado con la habilidad pelear, hasta la misma distancia.
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