Al fin ha caído la segunda de las tres novelas escritas por Michael Golden para la franquicia de Hellboy, Los huesos de los gigantes. Hacia tiempo que leí la primera (El ejército perdido) y la tercera (the Dragon Pool, no publicada en castellano) pero por circunstancias diversas no me había hecho con esta segunda, y eso que el tema principal, en principio, sonaba interesante: unir a Hellboy con la mitología escandinava.
Leído el libro se aprecian más que nunca los mimbres del esquema común que Golden ha escogido para sus libros: misterio arqueológico en lugar exótico, despertar de un antiguo mal, lucha apocalíptica final... y burócrata fastidioso (de los que aparentemente el mundo de Hellboy está lleno). Aunque aquí no aparece la arqueóloga Anastacia Barnsfield su papel es en parte retomado, con menos gracia, por una Pernilla Aickman significativamente menos interesanet. En general los personajes nuevos que aparecen resultan algo faltos de personalidad y voluntad propia, e incluso Abe parece innecesario y fuera de lugar en gran parte de la historia. Es una novela en que el único personaje real, cuyas acciones y pensamientos importan, es Hellboy, y los demás sobran.
Hellboy y Abe Sapiens viajan a Suecia, donde se ha localizado un cuerpo momificado de tamaño excepcional que parece tener en sus manos nada menos que el mítico Mjolnir, el arma del dios Thor (sin embargo, curiosamente, la palabra Thor no aparece en ningún punto del texto) A partir de allí los elementos de la mitología nórdica vuelven a la vida en una aventura, como ya he dicho, demasiado sujeta a una fórmula.
A lo largo de la misma hacen su aparición algunos personajes menores de los comics, incluso uno tiene un papel breve pero fundamental en la trama. Otros, como el Doctor Manning, simplemente tienen una presencia testimonial que luego no va a ninguna parte y que podrían haber sido fácilmente expurgados del texto, sin alterar ni un ápice su trama.
A lo largo de la misma hacen su aparición algunos personajes menores de los comics, incluso uno tiene un papel breve pero fundamental en la trama. Otros, como el Doctor Manning, simplemente tienen una presencia testimonial que luego no va a ninguna parte y que podrían haber sido fácilmente expurgados del texto, sin alterar ni un ápice su trama.
Como ya he comentado con otras obras de esta serie, el texto es ligero y entretenido, con abundantes peleas y acción para no hacerse pesado en ningún momento. Introduce decididamente los mitos nórdicos en el universo literario de Hellboy, sitúando las historias del Ragnarok en el lejano pasado y, por tanto, a sus dioses en fantasmas y recuerdos.
El papel de Mignola se limita a bonita portada y a una serie de ilustraciones interiores no demasiado lucidas, se agradece la presentación de algunos personajes pero otras parecen innecesarias y para cumplir el trámite.
El papel de Mignola se limita a bonita portada y a una serie de ilustraciones interiores no demasiado lucidas, se agradece la presentación de algunos personajes pero otras parecen innecesarias y para cumplir el trámite.
Puntuación: 5/10
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