Unión Polaco-Lituana en la época de Solomon Kane (1548-1619): Introducción


En el siglo XVI y XVII, en el límite entre el mundo oriental y el occidental, entre el sur y el norte de Europa existe un estado que aúna características únicas, formando una extraña nación de naciones, un mosaico de pueblos, religiones y lenguas que abarca mucho más que las naciones contemporáneas con las que comparte el nombre: el Reino de Polonia y gran Ducado de Lituania que, a partir de 1569, conforman la llamada República de las dos naciones o Unión Polaco Lituania.

Las fechas elegidas para estas entradas se corresponden, por un lado, con la coronación de Seguismundo II Augusto, el último rey de la dinastía Jagellón (1548), y, por otro, el año de máxima extensión territorial de la Unión Polaco-Lituana (en torno a 1610) siguiendo casi exáctamente mi cronología de Solomon Kane. Posteriormente la República sufriría un verdadero proceso de acoso y desmoronamiento, que culminará con las particiones de Polonia y su desaparición como nación independiente a finales del siglo XVIII.


La Doble nación: Organización política

El sistema polaco, considerado único en el mundo, y que suele agruparse bajo la designación de Libertad Dorada, combina rasgos de monarquía parlamentaria, con un sistema republicano oligárquico y con elementos federalistas. Al mismo tiempo que las naciones circundantes se ven dominadas por el absolutismo, la Unión mantiene este sistema único que algunos extranjeros alaban, como ejemplo de libertad, y otros deploran, por su tendencia a la parálisis.

La nobleza

En el reino Polonia todos los miembros varones de la nobleza (denominada colectivamente szlachta, entre un 6% y un 10% de la población) son considerados iguales y sujetos a los mismos privilegios y poderes, incluyendo el derecho a representación en el sjem (o Parlamento). También se reconoce que, en caso de ver limitados sus derechos, los nobles tienen la opción legítima a rebelarse contra el rey y los monarcas, al subir al trono, se comprometen al cumplimiento de dichas libertades tradicionales, así como acuerdos y disposiciones adicionales negociadas con la nobleza. Son legalmente los únicos que pueden poseer tierras y, aquellos que los poseen, tienen un fuerte control sobre los siervos  y disfrutan, además, de exenciones fiscales y otros privilegios.

De los szlachcic (fem. szlachcianka) aproximadamente un 60% forman parte de la  Szlachta golota (literalmente chusma noble), que retienen su condición noble pero que apenas poseen riqueza propia, y de la Szlachta zasciankowa o pequeña nobleza, que agrupa a aquellos con tierras modestas pero sin siervos bajo su jurisdicción.  El otro 40% incluye una pequeña élite (no más de 300 familias) de magnaci (singular magnat) o magnates, que acaparan los cargos políticos y en muchos casos poseen amplios latifundios con miles de siervos, y la media nobleza o szlachta zamozna, no tan ricos y poderosos pero que aún así son poseedores de tierras y siervos. Pero esta división es meramente económica, no existiendo títulos al estilo de la nobleza occidental, es decir un magnate y el más pobre caballero empobrecido se consideran jurídica y protocolariamente iguales,dentro del reino no hay condes, duques, marqueses... (la excepción son los nobles polacos que además tienen títulos extranjeros).

La clase noble no es estanca, siendo posible acceder a la misma de diversos modos, pero el número de nuevos nobles nombrados en la época es bastante limitado. Las formas más comunes de entrar en este grupo privilegiado eran mediante la adopción por parte de un noble reconocido, uniéndose a su clan heráldico, o mediante la naturalización  (reconocimiento por el rey) de un noble de origen extranjero.

Sarmatismo 

Este es un mito historiográfico (quizás basado en remotos sucesos históricos) presente en la ideología de los nobles polacos. Irá cobrando importancia desde mediados del siglo XVI, pero alcanzará su máxima expresión en la segunda mitad del XVII. Su componente principal es que, al contrario que los siervos (que serían de origen eslavo), la nobleza descendía de una élite de conquistadores: los sármatas, de origen escita. No solo eran superiores socialmente a sus siervos si no que pertenecían a pueblos diferentes, uno de condición naturalmente aristocrática y otro nacido para servir.

Esto se manifiesta además exteriormente en en un estilo característico de vestimenta, con resonancias orientales (y sin nada que ver con los históricos sarmatas), también se precian de su habilidad como jinetes y de su particular sentido del honor.

Heráldica

La heráldica en el reino de Polonia, y por extensión en la Unión, tiene características únicas que lo distinguen de la heráldica de Europa occidental. El rasgo más peculiar es que mientras que en occidente los escudos se identifican con un linaje, o incluso con un individuo particular, en Polonia existe un número limitado de familias o clanes heráldicos (herbowni) que agrupan a diversos linajes que comparten un mismo escudo y que mantienen lazos familiares más bien difusos o completamente inexistentes. Normalmente por ello la nobleza utiliza dos apellidos, el primero referido al clan heráldico y el segundo el verdadero apellido familiar.

En cuanto a los motivos utilizados otro rasgo peculiar es la existencia de ciertas cargas heráldicas abstractas, quizás procedentes de antiguas marcas tribales o de ganado, y que no tienen un significado figurativo como las cargas de la heráldica occidental. Una de las más conocidas son las Columnas de Gediminas en uno de los tradicionales símbolos lituanos.

En las tinturas predominan los colores nacionales el gules (rojo) y la plata (blanco) pero también algunas combinaciones y forros desconocidos (o considerados erróneos) en la heráldica occidental como combinaciones de color sobre color o forros extraños.

El parlamento nacional: sejm

Hasta 1569 el sejm polaco y el seimas lituano son dos parlamentos separados que se reunen independientemente y que solo tiene jurisdicción sobre la región respectiva.  En ese año la Unión de Lubin unifica, en un nuevo sejm ampliado, ambos cuerpos y, por simplificar, me referiré únicamente a este cuerpo unificado.

Está dividido en dos cámaras, el senado (senat) o cámara alta que está formada por unos 140 miembros (el número va creciendo a lo largo del tiempo) donde se sientan los grandes cargos eclesiásticos y los magnates.

En la camara baja, o sejm propiamente dicho, es donde se reúnen los representantes elegidos por los consejos locales, procedentes de la baja nobleza, estos son en torno a 170 (48 de ellos procedentes del Gran ducado y el resto de Polonia). Las ciudades podían enviar representantes pero estos eran meros observadores sin derecho a voto.

Las sesiones del Parlamento duran varias semanas (a veces más) y se reúnen de forma irregular, normalmente a petición del monarca o en circunstancias especiales (peligro de invasión, muerte del rey, etc.). En 1573 se aprueba una ley que exige que se reúna al menos cada dos años pero normalmente antes de esta época solía mantener una cadencia similar a esa.

Uno de los problemas que se van perfilando a lo largo del siglo XVII es la idea del llamado Liberum veto, la idea de que las decisiones deben tomarse por unanimidad. Aunque originalmente esta idea era básicamente un formalismo (se requería que todos los representantes aceptaran la decisión aunque no estuvieran de acuerdo con ella) con el tiempo esto lleva a bloqueos que paralizan leyes necesarias e incluso urgentes.

Durante el periodo al que nos referimos hay un partido parlamentario que intenta conseguir una ampliación de los poderes del sejm frente a los magnates. Entre otras cosas intentan aprobar sucesivas medidas para que las tierras cedidas por los reyes de forma irregular (normalmente para recompensar el apoyo en la elección o en la guerra) fueran devueltas al estado o que se garantizara la incompatibilidad de cargos (es decir que una persona solo pudiera ocupar un cargo oficial a la vez) 

Sejmiki

También existen parlamentos locales, llamados sejmik o en plural sejmiki, originalmente solo existían en la Polonia Central pero luego ampliándose al resto del reino y durante el siglo XVI al Gran Ducado. Su poder es muy limitado (las grandes decisiones quedan en manos del sejm) pero sirven como foro donde los nobles locales podían hace oír sus opiniones o para resolver disputas locales además de como asamblea donde elegir a los representantes enviados al sejm nacional. 

El rey-Gran duque

A la cabeza del doble estado su encuentra un monarca que detenta también un título doble, por un lado Rey de Polonia y por otro Gran Duque de Lituania. 

La monarquía es, desde finales del siglo XV, electiva, una reunión especial del parlamento se convoca a la muerte de un Rey-Gran Duque para nombrar primero un regente, que administre el país  durante el periodo de interregno, y, posteriormente, para elegir un nuevo monarca.

Hasta 1572 esta elección estaba limitada, pudiendo elegir únicamente entre los miembros de la dinastía Jagellón (descendientes del duque de Lituania Jagaila, luego bautizado como Vladislao, que había unificado ambos títulos en 1386), pero con la muerte de Segismundo II Augusto (1520-1572) esta limitación desaparece, pudiendo ser elegido prácticamente cualquier noble local, o extranjero de sangre real, que consiguiera los bastantes apoyos en el sejm

Voivodas y starostas

Los gobernadores provinciales reciben el rango de voivoda (polaco: Wojewoda), eran los representantes del rey en cada provincia y los encargados de la administración fiscal y militar del territorio, además solían ser importantes terratenientes por derecho propio. Tras 1569 existían en torno a 21 voivodatos en la propia Polonia y 9 en el Gran ducado. Cada uno de los voivodas tenía, además, un asiento reservado en el senado (cámara alta del sejm).

A su vez un voivodato estaba dividido en powiats o distritos, con un número muy variable de ellos  (ya que estos variaban mucho en superficie y población). Cada powiat era administrado por un starosta, titulo que a veces se traduce como barón, que era responsable de la recaudación de impuestos, de la organización militar y también de la administración de justicia en dicho territorio. También existía el cargo de castellano, o Starosta grodowy, encargado de mantener una fortaleza en nombre del rey.

Además de estas provincias en el interior de la Unión existen otras regiones que no se encuentran bajo la autoridad de un voivoda ni divididas en distritos, como el  Ducado de Siewierz o el Principado-Obispado de Warmia.

Otros dominios
Existen otra serie de dominios menores asociados a la corona pero no directamente pertenecientes a ninguna de ambas naciones: el Ducado de Prusia (dependiente de Polonia) y los ducados de Curlandia y Semigalia (dependientes de Lituania),  más tarde se uniría también el Ducado de Livonia (conquistado a Moscovia en 1561 pero no reconocido hasta 1583, con la firma de la paz con los rusos) Estos dominios están asociados directamente al monarca de forma feudal, es decir sus gobernantes son vasallos directos del rey.

Pueblos de la unión

Aunque todos son miembros de un estado existen una multitud de pueblos o naciones diferentes, con sus costumbres, lenguas y religiones propias.

El término utilizado a menudo para referirse a los polacos como nación (en términos modernos diríamos como grupo étnico), para distinguirlos de los habitantes del reino en su conjunto, es el de piast. La mayoría de los piast son católicos, aunque con minorías calvinistas, y poseen una clase noble abundante (entre un 6% y un 10% de la población) y orgullosa, que se vanagloria de unas libertades y derechos inusitados en otras naciones Europeas. Su lengua, el polaco, pertenece a la familia eslava occidental y está emparentada estrechamente con el checo o el moravo. La lengua religiosa y cultural es el latín, al igual que en Europa Occidental y se dice que los polacos lo hablan con bastante fluidez.

Los lituanos forman una minoría en el país en su conjunto, y en muchos sentidos sus élites culturalmente se confunden con los polacos, incluso abandonando el uso del idioma propio, el lituano (no eslavo si no perteneciente a la familia báltica). Otros grupos étnicos que hablan lenguas de la misma familia se extienden por las costas septentrionales como los letones, samogitios, sudovios, etc. entre muchos de ellos siguen perviviendo algunas costumbres paganas (fueron de los últimos pueblos europeos en convertirse al cristianismo) especialmente en las zonas rurales.

Sin embargo el grupo más numeroso especialmente en las regiones del este y el sur (lo que más tarde serán Bielorrusia y Ucrania), son los conocidos como rutenos. La mayoría campesina de amplias regiones del país, las ricas llanuras productoras de cereales que  son la mayor riqueza de la República. En muchos sentidos están relacionados culturalmente más con los moscovitas que con sus compatriotas polacos y lituanos. Así  la mayoría siguen los dictados religiosos de la iglesia ortodoxa rusa, aunque divididos entre la obediencia al patriarca de Moscú y al de Constantinopla, y hablan una lengua o grupo de lenguas, también llamada ruteno de la familia eslava oriental y más cercana al ruso que el polaco. La lengua religiosa es el Eslavónico antiguo.

La minoría judía es numerosa, y relativamente bien considerada, muchos de ellos procedentes de otros países, de donde han sido expulsados por las persecuciones que se suceden durante la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI. Además de hebreo, limitado al uso ritual y religioso, muchos hablan yiddish, una variedad de alto alemán mezclado con palabras y construcciones de origen hebreo y arameo, así como algunas expresiones eslavas o de otras lenguas europeas (en menor porcentaje)

También tienen gran importancia los grupos de comerciantes y artesanos alemanes, que forman comunidades en muchas de las ciudades del país. En realidad, muchas de las ciudades fueron fundadas hace siglos por los antepasados de dichos alemanes y sus fueros y libertades urbanas siguen aquellos heredados de las ciudades de origen en Alemania. Incluso es común que un dialecto alemán sea la lengua más común en sus calles y no es raro que se considere alemán a una persona cuya familia lleva siglos residiendo en Polonia.

También hay familias de comerciantes y artesanos de origen escocés, generalmente de las Tierras Bajas, en muchas ciudades polacas, especialmente en Varsovia, y un constante contacto entre estos y sus compatriotas continúa durante todo el periodo. Estos escoceses son en su mayoría calvinistas y hablantes de scots, pero también hay familias católicas e incluso conversos ortodoxos.

En 1596 se forma la llamada Iglesia Católica Griega, un intento de atraer al catolicismo a la población ortodoxa en Ucrania, que une el rito, los ropajes y otras costumbres propias del culto ortodoxo con la obediencia al Papa y los dogmas del catolicismo. Su éxito es limitado especialmente en el sur y el este de la región (que siguen siendo ortodoxos) pero tiene cierto recorrido en algunas provincias y departamentos. Los cosacos, en particular, se mantuvieron mayoritariamente fieles a la obediencia orotodoxa.

Dentro del Gran Ducado existen grupos de lengua tártara (mongola) y religión musulmana, llamados lipka por el antiguo nombre tártaro de lituania, un calculo estima que en torno a 200000 en la década de 1590. Suelen formar sus propias comunidades, con su propio liderazgo político y religioso, y muchos lipkas sirven en regimientos propios en el ejército real. 

También hay minorías de griegos, armenios, checos, italianos, etc. cada uno con su propia identidad religiosa y lingüística, especialmente en las ciudades.

La variedad lingüística es tal que en muchos actos oficiales, y entre las clases cultas, el latín ocupa el puesto de lengua franca y, casi, de lengua oficial.

Los cosacos (Ucrania y más allá)

Las estepas sudorientales de Polonia conforman la región conocida como Ucrania o la Ucrania (nombre que según una posible etimología significaba originalmente "frontera"), habitada por una mezcla de pueblos, antiguos y modernos. Se trata de un territorio que se encuentra entre los intereses expansivos de la Unión, de Moscovia, del poderoso Imperio Otomano y de los pueblos tártaros y por ello sometida a menudo a los saqueos y a la guerra.

Solo a partir de 1500 la región va quedando reconocida dentro de las fronteras de Lituania (y después de la unión de Lubin en 1569 pasa a depender de Polonia) aunque siempre manteniendo una cierta ambigüedad en su relación con el poder central.

En esta tierra, donde el poder de todas las naciones era débil, habían surgido una serie de comunidades que conformarían sus propias instituciones políticas y militares, su propia sociedad, nunca mejor dicho, fronteriza. La mayoría de lengua rutena (raíz de los modernos ucraniano y bieloruso), pero producto de la infinita mezcla cultural y personal de la frontera, terminan construyendo su propia identidad.

Estas gentes pasarían a ser conocidos con el término cosaco (originalmente tomado de la lengua turca con el significado de "hombre libre"). Con el tiempo, de estas comunidades y grupos independientes,  comienzan a unificarse en entidades diferenciadas. Principalmente los conocidos como cosacos zapórogos, en las riveras del río Dnieper y con su capital en la fortaleza (o Sich) de Zaporizhia.  Estos cosacos se organizaban de forma más o menos democrática, con consejos (exclusivamente masculinos) en los que se elegía un atamán o jefe supremo pero en los que todos los cosacos tenían voz.

A partir de la década de 1570, según la corona Polaca busca incrementar su control sobre la región, las tensiones entre las comunidades cosacas y las autoridades (y entre estos y las familias polacas que van llegando a la región) van en aumento.

Expansión

Hay que tener en cuenta que durante el periodo al que me refiero la Unión es un estado que se encuentra en una constante expansión territorial, a costa de territorios de otros estados o bien extendiendo su dominio sobre territorios desorganizados, que hasta ese momento habían servido como colchón entre dichos estados. Esta expansión se hace a costa de guerras casi continuas, de las que hablaré en otra entrada posterior, pero es importante tener en cuenta que un único mapa no puede reflejar todos los cambios fronterizos en tan corto espacio de tiempo.


Comentarios

  1. La Polonia del siglo XVII es muy interesante. Fue la época de el Diluvio. Fueron invadidos por suecos, rusos, cosacos y tártaros. Está magistralmente reflejada en las novelas de Henryk Sienkewicz, que fue el tipo que escrivió Quo Vadis.

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  2. Si, la época del Diluvio es un ejemplo supremo de aquello de lo peligroso que son los tiempos interesntes. Mi idea es pararme justo antes en estas entradas pero a lo mejor con el tiempo me lo pienso. Muchas gracias por comentar.

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