Otro nuevo tomo en formato antología de historias del Bogavante. Cinco historias independientes con guiones de Mike Mignola y John Arcudi y portadas de Tonci Zonjic, así como el color en cuatro de ellas de Dave Stewart, en común. Pese a los guiones supuestamente comunes hay muy poco de trama a largo plazo o continuada entre las historias, que vuelven a ser meras anécdotas sin continuidad. Ninguna de las historias de este tomo cuenta nada que cambie la situación de los personajes, aún cuando reutilice personajes o situaciones anteriores.
La costumbre de las colecciones del universo Hellboy a quedarse en sucesiones de anécdotas de los personajes, con historias cortas que siguen la misma estructura: presentación de un enemigo sobrenatural nuevo, algo de exposición sobre su origen y un combate más o menos dramático. Creo que limita mucho su alcance y desarrollo, especialmente si el dibujo queda en manos de autores menores. Para mi el Bogavante necesita más historias largas, en que se desarrolle más la mitología propia del personaje y su entorno, que no continuar con la sucesión de monstruos de la semana de forma indefinida. Quizás el problema es que la gran historia del Bogavante ya está contada (y quizás ya estaba contada desde el principio) Parecía que con Zonjic a los lápices se había establecido cierta regularidad de trabajo que permitía historias a más largo plazo o con mayor efecto, pero volvemos al batiburrillo de historias y dibujantes.
La historia que da título al tomo es particularmente anecdótica, utilizando el truco al estilo The Spirit (y que algunas historias de Batman, y su serie animada, han sabido aprovechar magistralmente) de contar una historia en que el justiciero aparece muy puntualmente y las escenas se centran en el papel de un hombre común atrapado en medio de uno de sus casos, en este caso con ambientación navideña. Magnifica primera y última página del maestro Kevin Nowlan aunque el grueso de la historia es dibujada por Troy Nixei con un estilo totalmente diferente.
La segunda, El hombre olvidado, nos lleva a un asentamiento de chabolas (llamados en los 30 Hoovervilles como homenaje al presidente Hoover) en una historia bastante convencional, se me ocurren al menos dos historias con el mismo giro central, y el dibujo del danés Peter Snejbjerg es correcto, sin más.
Toni Fejzula hace un trabajo más innovador con el dibujo y, sobre todo, el color en la tercera historia, La mantis de cristal. La historia sin embargo parece innecesariamente confusa.
En El jardín de huesos el dibujo de Stephen Green vuelve por caminos más convencionales para narrar con efectividad lo que en la práctica es un largo combate con algo de exposición en el medio y al final. He
También la última historia, Mangekyô (caleidoscopio en japonés), es principalmente un combate alargado, viendo el final posiblemente innecesariamente alergado, donde reaparece uno de los enemigos visualmente más peculiares del Bogavante y que es dibujada por Ben Stenbeck. Es quizás la única que ofrece algo de continuidad, pero habrá que esperar a siguientes historias a ver si esto va a alguna parte o es otro callejón sin salida.
Puntuación: 4/10
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