Cosas para ver: Territorio Lovecraft


Pese a su título Territorio Lovecraft no hace uso de los Mitos de Cthulhu por dos motivos, en primer lugar, se plantea en un universo en que Lovecraft es un autor conocido de ficción y, por tanto, andar invocando a Cthulhu o a Nyarlathotep habría resultado algo extraño. En segundo no es, ni pretende ser, una adaptación o versión de ningún relato del de Providence, si no una adaptación del libro, del mismo título, escrito por Matt Ruff y publicado en  inglés en 2016, con gran éxito de ventas y crítica especializada, y en español en 2019. 

La referencia a Lovecraft es, pues, más temática y conceptual que literal: con degeneradas familias de hechiceros, libros condenados (o no tanto), criaturas monstruosas ocultas en la oscuridad y secretos sobrenaturales más allá de lo se aprecia  a simple vista. Pero el homenaje no se limita a Lovecraft, en el primer capítulo vemos a uno de los protagonistas leer Una Princesa de Marte y ya en la espectacular escena inicial vemos a Cthulhu convivir con Dejah Thoris, platillos volantes, tripodes de la Guerra de los mundos y el jugador de baseball Jackie Robinson,  casi convertido en héroe mitológico. 

En el primer episodio de la serie hay una cita que, para mi, resume perfectamente el espíritu de la serie: "Las historias son como la gente. Amarlas no las hace perfectas, pero podemos tratar de apreciarlas, pasar por alto sus fallos".  Se trata de una labor amorosa, intentando resignificar y reapropiarse de un entorno en que, a menudo, las minorías han sido dejadas de lado o ignoradas

Estamos en el año 1954 y Atticus 'Tic' Freeman (Jonathan Majors) es un joven soldado afroamericano que ha servido en Corea  y que regresa a Chicago,  tras la desaparición de su padre Montrose (Michael Kenneth Williams). Junto con su tío George (Courtney B. Vance) y una amiga del barrio Letitia 'Leti' Lewis (Jurnee Smollett-Bell) se marchan a la costa este, al misterioso pueblo de Ardham, a buscar su último rastro, metiéndose de lleno en un misterioso entorno de sectas y secretos familiares. 

Me parece muy interesante la forma en que utiliza la profesión de George (redactor de una guía de viaje "segura" para afroamericanos, al estilo de The Negro Motorist Green Book) como hilo conductor de este primer arco y en general de varios de los episodios, sirviendo como recordatorio de las circunstancias, así como útil marco narrativo para los acontecimientos.

Los actores son convincentes, destacando especialmente la carismática Jurnee Smollett-Bell; aunque a veces el difícil equilibrio de tono entre las cosas terribles y fantásticas que suceden (quizás demasiado espectaculares y demasiado explosivas) y el pedestre mundo cotidiano provoca problemas de coherencia, que no consiguen salvar siempre con efectividad. Los personajes deben, como buenos protagonistas de terror, enfrentarse repetidamente a lo increíble y, en cierta forma, asumirlo como normal, pero esa normalización no siempre resulta convincente y por otro lado resta impacto a esos elementos fantásticos para los espectadores. 

Me ha sorprendido su carácter más episódico, aunque existe una trama general que hilvana los episodios, de lo que es habitual en estos tiempos de las grandes sagas televisivas. Cada episodio, o par de episodios si contamos los dos iniciales, actúan como arcos en si mismos, con su propio inicio, nudo y desenlace de una forma que casi echaba de menos. Así algunos episodios casi sirven como elementos de una antología de terror, narrando cápsulas casi independientes, aunque siempre en torno a los mismos personajes y siguiendo el argumento general en torno a los Hijos de Adán y la descendencia de Titus Braithwhite.

Esta característica de pseudo antología está tomada directamente del libro que inspira la serie, compuesto también por ocho historias también interrelacionadas, pero casi independientes de las cuales no todas se adaptan con la misma fidelidad a la pantalla. Si el primer relato es trasladado de forma casi idéntica, pero con un par de cambios importantes, según avanza la serie los cambios se van acumulando hasta un final casi irreconocible y quizás demasiado apresurado y mal explicado. 

Para empezar algunos personajes han cambiado de género, y el papel de la mujer en general cobra una importancia dramática mayor, también se introduce un elemento LGTBI ausente en el libro. En un sentido narrativo el protagonismo de Atticus y Letitia ha aumentado, convirtiéndose ellos, y su relación, en el foco de la trama.  

En general, en la serie se aprecia un nivel adicional de referencia a la cultura popular por medio de elementos visuales del que, lógicamente el libro carece, con asociaciones con clásicos del cine, la literatura y la televisión fantástica y de terror. 

También la idea de incluir una referencia al libro dentro de la misma serie, y comentar las curiosas diferencias, resulta bastante divertido. El uso de material conscientemente anacrónico, en forma de entrevistas y declaraciones (muchos de iconos de la lucha de los derechos civiles de los 60) o música extradiagética posterior a la ambientación propia de los años 50 es otro elemento que no tiene paralelismo en el libro y que hace más explícitos algunos de los mensajes del mismo. A veces la referencia histórica o cultural que la trama realiza, como la referencia al infame caso de Emmet Till, puede pasarnos por encima.

La serie es más directa y más espectacular en su trato de lo sobrenatural, quizás a veces demasiado. Lo extraño pierde efectividad por una omnipresencia, y especialmente por la falta de sutileza, que sitúa firmemente la serie más en el terreno de la aventura sobrenatural ( con momentos a lo Indiana Jones incluidos) que en la del terror puro. Según avanza la serie este elemento aventurero cobra aún más importancia, saliéndose de los márgenes del terror para incursionar directamente en la ciencia ficción (en un proceso por cierto al que el mismo Lovecraft no es ajeno).

Otro elemento que me ha llamado al atención es que, pese al acercamiento oblicuo a Lovecraft, si veo vínculos tonales y argumentales muy directos con la forma habitual de jugar a la Llamada de Cthulhu. Escenas donde los personajes comparten dosieres y pistas, recortes de periódicos que conducen a nuevas pistas, trampas secretas y conversaciones con testigos, incluso el ya mencionado carácter episódico, no deja de provocarme la simpatía de haber vivido eso mismo en cualquier mesa de juego, aunque normalmente con estirados profesores, sistemáticamente WASP, de Nueva Inglaterra. 

En definitiva una serie muy interesante que puede desilusionar a quien busque a Cthulhu, profundos y demás parafernalia de los Mitos, pero que es una declaración de amor, de amor complicado, es cierto,  por la literatura de género, mucho más allá de Lovecraft.


Puntuación: 7/10

Comentarios

  1. Tenía muchas ilusiones puestas en esta serie pero el afán por lo políticamente correcto me resulta insoportable. Es un poco desesperante ver como todo el mundo usa a Lovercraft para lo que le interesa, pero casi nadie se atreve a adaptarlo de verdad al cine o la tv. Una notable excepción es la reciente Color Out of Space que creo que vale la pena ver.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por comentar. Desde mi punto de vista la serie no es para nada políticamente correcta, en realidad es bastante directa y clara en su mensaje, sin eufemismos de ninguna clase, y como indico es innegable que no es una buena adaptación de Lovecraft... por que no adapta a Lovecraft si no a la novela de Matt Ruff (adaptación que hace más o menos bien). Color Out of Space estoy de acuerdo en que vale mucho la pena.

      Eliminar
  2. 100% de acuerdo en que es una campaña de La Llamada de Cthulhu en toda regla, incluido ese carácter episódico con una trama superior. Me ha resultado tremendamente entretenida, sobre todo si se deja un poco de lado tanto "sesudismo" y se trata de disfrutar al modo de la vieja filosofía Pulp, sin plantearse demasiado demasiadas cosas. Vista así tiene incluso una buena carga de profundidad que se agradece.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya gustado (y no ser el único que ve el estilo "de campaña" en la serie). Muchas gracias por comentar.

      Eliminar
  3. No me he leído la novela, pero me ha encantado la serie y me ha gustado tu reseña, con la que estoy básicamente de acuerdo. En mi opinión la serie es un 50% amor por la literatura de género (como bien dices) pero el otro 50% es reivindicación del racismo sistemático contra los negros en Estados Unidos. Poner en la pantalla casos tan graves como las "sunset towns", el brutal asesinato de Emmet Till o la inhumana masacre de Tulsa no es ser políticamente correcto, sino abrir los ojos a mucha gente (como yo, que desconocía por completo estos acontecimientos).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar y poco que añadir a lo que has dicho, muy de acuerdo.

      Eliminar

Publicar un comentario