Como ya he comentado en la primera entrada de esta serie la mayoría de la población de la ciudad es extremadamente joven y, por ello, dada al aburrimiento y a diversiones un poco escandalosas. Sin embargo la ciudad es gobernada por los adultos (muchos de ellos estrictos puritanos): maestros de las compañías, ricos comerciantes y caballeros, por lo que a veces existe una tensión entre lo que quiere el pueblo y lo que las normas permiten o alientan. Por ejemplo hay intentos insistentes de prohibir el teatro por parte del Lord Mayor pese al constante éxito popular (y el apoyo de la reina).
El epicentro de la vida disoluta y el entretenimiento es quizás, el suburbio de Soutwark (en la orilla Sur del Támesis) que es hogar de un sin número de tabernas, lugares de juego y prostíbulos. Así como también es el el lugar perfecto para otros espectáculos: aquí se encuentra Bear Garden (el más famoso foso para el hostigamiento de osos) y varios famosos teatros como La Rosa (desde 1587) o El Globo (desde 1599). Por otro lado, hacia el suroeste de la ciudad se encuentra la villa de Fulham, localidad famosa por sus locales donde jugar a las cartas y a los dados (tanto que los dados trucados son a veces conocidos como fulhams)
Música y baile
Muchos de Londinenses de la época saben tocar, aunque sea rudimentariamente, algún instrumento (más comúnmente el laúd), al menos quién ha recibido alguna clase de educación. Por ello la impresión de libretos u hojas con canciones, se convierte en un negocio bastante popular a partir de 1575 (cuando dos impresores Byrd y Tallis reciben la patente real para hacerlo).
Bailar era un pasatiempo popular, denostado por los moralistas, en todas las clases sociales (aunque sabemos mucho más sobre los estilos apreciados por las clases altas).
Algunos estilos de baile formal bien conocidos eran la pavana (un baile lento y muy ritualizado), el courante (algo más dinámico), la gallarda (favorita de la reina Isabel) o la volta (que es más alegre y dinámica). Existen abundantes manuales de baile, destinados a las clases altas y a las fiestas de postín, y maestros de baile franceses e italianos establecen sus escuelas en Londres.
Los domingos a las cuatro había un concierto gratuito en el Royal Exchange (Cornhill). También había actuaciones musicales en las ferias, especialmente en la gran feria de San Bartolome, que se celebraba en los campos de Smithfield, al lado de la puerta de Aldergate, a partir del 24 de agosto.
Las posadas, tabernas y cervecerías, de las que hablaremos a continuación, solían contar también con algunos músicos, o eran los propios parroquianos los que se arrancaban a cantar y tocar con instrumentos que el local tenía para ese menester. En una de las paredes de la taberna solía haber un espacio para pegar carteles, pasquines y, también, letras de canciones.
Alcohol (y otras drogas)
La ciudad de Londres trasiega alcohol en cantidades pantagruélicas, litros y litros de vino, licores y, especialmente, cerveza son consumidos por sus habitantes diariamente. Lo cierto es que en general era común beber cerveza suave* o vino aguado más que agua sola, algo que solo hacían los pobres de solemnidad o los enfermos.
*Por simplicidad utilizó el término cerveza tanto para las llamadas en inglés beer como para las ales.
Inglaterra no es tierra de vinos, por lo que este solía ser importado, y por tanto caro, pero solo en la ciudad había, al menos, 26 fabricantes de cerveza en 1550, con nombres graciosos como Copa Resoplada, Perro Loco, Alimento de ángel, Pierna levantada o Paso largo.
El vino a menudo se toma aguado e incluso endulzado con azúcar, son populares los vinos alemanes, del Rin, los franceses, de Borgoña o Burdeos, los españoles, especialmente el de Canarias, y portugueses, destacando el de Madeira.
El hipocrás es una bebida supuestamente medicinal confeccionada con vino, al que se añade azúcar y diversas especias, y que se toma normalmente caliente. El metheglin es una bebida similarmente especiada pero que usa como base la hidromiel en vez del vino y que es muy apreciada por la reina Isabel.
El número de tabernas (locales más caros, donde se sirve vino) y alehouses (más modestos, donde se sirve únicamente cerveza) es incontable. Algunas de las que han quedado registradas en la historia tienen nombres como el Oso y el bastón, el Angel, La cabeza del rey Enrique, el Toro dorado, la Cabeza de jabalí (en la parte este de Cheapside) la Mitra (Cheapshide), el Castillo, (Fishstreet), el Cisne (Holborn Bridge), las Armas de Oxford (Warwick Lane), los Tres toneles o La Jarra (Shoreditch). Una de las tabernas más famosas es la Sirena (en Bread Street), considerado el local más de moda de Londres en torno al cambio de siglo. Los extranjeros dicen por lo general que los establecimientos ingleses son relativamente limpios y bien atendidos, pero por supuesto las diferencias de precios y servicios pueden ser abismales.
El tabaco (fumado en pequeñas pipas de barro) se introduce rápidamente en la vida urbana a partir de 1580, pese a las llamadas desde el púlpito de las iglesias contra ese vicio infernal, y su alto precio, pronto las nubes de humo se vuelve habituales en cualquier reunión pública, incluidas las tabernas y los espectáculos de cualquier clase. Los intentos de cultivarlo en suelo británico tienen un éxito relativo, e Inglaterra debería confiar en las importaciones al menos hasta que comience la producción en la colonia de Virgina.
El cannabis y los opiáceos, especialmente los preparados con adormidera, son bien conocidos y pueden conseguirse en apotecarios y boticarios (que los cultivan por sus propiedades medicinales) pero no hay pruebas directas de su uso recreativo.
La belladona es utiliza por los actores como colirio, para dilatar la pupila y que el ojo se vea más grande (aunque como efecto secundario enturbia significativamente la visión) y, posiblemente, otras sustancias como la cantárida (utilizada como afrodisíaco) o el beleño negro fueran también relativamente comunes, pese a sus peligros tóxicos.
Osos, toros, gallos, perros y otras bestias
Los espectáculos y entretenimientos sangrientos relacionados con animales son muy populares y muy dados a las apuestas. La entrada solía costar 1 penique.
El hostigar osos, bear baiting en inglés, es un espectáculo extremadamente sangriento que se realizaba en edificios especiales: circulares, con gradas rodeando el foso de tierra (cuya estructura, en parte, se imitaría para los primeros teatros) en que un oso era atacado por cuadrillas de perros y hostigado por peones con lanzas. Normalmente el animal es atado o encadenado por el cuello a una estaca, firmemente hundida en el suelo.
Ocasionalmente un oso viejo o ciego (un oso sano sería demasiado peligroso) es enfrentado contra hombres armados con látigos. Después de que el oso muera, o este haya acabado con los perros, solía haber números cómicos o malabaristas para entretener al personal mientras se limpiaba la arena para el siguiente evento.Algunos osos alcanzaban una modesta, y a menudo breve, fama y eran conocidos por apodos como Sackerson (que es mencionado por Shakespeare), Harry Hunks, George Stone, Blind Robin, Bess de Bromley, Don John, Samson, Harry del Támesis...
Aunque los osos son el animal más popular para estas prácticas brutales también se realizan con toros (había, también, un Bull Garden en Southwark), perros, tejones o ratas. Incluso es posible ver bestias exóticas como monos o felinos, aunque es raro.
Los fosos suelen contar con jaulas anexas donde se mantiene a los animales encerrados hasta que llega el momento del espectáculo. También se practican las peleas de perros y de gallos (existe un lugar para peleas de gallos en Shoe Lane, cerca de la calle Fleet) y en todos ellos abundan las apuestas.
Ya he mencionado que el más famoso de estos cercos de osos es el Bear Garden de Southwark pero existen otros y, además, se elevan de forma temporal según la necesidad. Enrique VIII y su hija Isabel I eran bastante aficionados a este deporte y la reina incluso bloqueo una iniciativa del Parlamento para prohibir su práctica.
Entretenimientos bélicos: esgrimistas y arqueros
The Company of Maisters of the Science of the Defense, es una asociación profesinal que debía agrupar y regular a los maestros de esgrima. En 1540 se da carta de naturaleza a la Compañía por orden real (imitando una iniciativa francesa) aunque no se conservan renovaciones de sus privilegios posteriores por lo que en la práctica no tenía peso legal formal.
Hay escuelas conocidas en Ely Place en Holborn, Greyfriars en Newgate, Bridewell, Leadenhall y Smithfields. También es posible estudiar esgrima en algunas de las tabernas donde se realizan obras de teatro (la esgrima es un arte muy apreciado por los actores, que la perfeccionan para sus actuaciones).
La compañía estaba organizada en cuatro niveles, el primero el de Estudiante, seguido de Estudiante libre, Preboste y, finalmente Maestro. Los cuatro maestros más veteranos actuaban como presidentes de la compañía. Un estudiante debía pasar siete años para ascender de un nivel a otro y, además, demostrar su habilidad con diversas armas en un prize o prize fight, una especie de desafío público en que debía enfrentarse (con armas embotadas) a varios oponentes para demostrar su valía, juzgada por un tribunal de maestros.
Aquí se puede ver una lista de algunas de las competiciones y maestros implicados.
Un preboste ya podía abrir su propia escuela, pero durante estos años debía seguir pagando a su maestro una tasa por cada estudiante.
Aclarar que no todos los que estudian esgrima entran en la compañía y ascienden por estos grados, esta es (por entendernos) la carrera profesional de alguien que aspira a ser maestro de la defensa; la mayoría de la gente que se apunta a una escuela toma clases durante algunos meses, en las que aprenderá unas cuantas técnicas básicas y practicará con un maestro pero nunca ascenderá más allá del nivel de estudiante. Un mes de lecciones de esgrima costaba, aproximadamente, 10 chelines.
Había regularmente competiciones públicas de esgrima con una variedad de armas (vara, pica, espadón, espada y rodela, espada ropera y daga, principalmente), celebrados normalmente en los campos alrededor de la ciudad y también se celebran demostraciones en tabernas y plazas, al final de las cuales se solía pasar el sombrero.
Además parece que no eran raros los duelos y los enfrentamientos entre escuelas de esgrima a veces se dirimían en verdaderas batallas campales. Técnicamente solo los caballeros, y nobles de mayor rango, tenían el derecho (y la obligación) de llevar espada y de defender su honor mediante el duelo, pero en la práctica muchos espadachines eran antiguos soldados, de origen burgués o incluso más humilde, e incluso los más tranquilos comerciantes podían sacar un lado belicoso si se sentían ofendidos. Aunque legalmente matar a un enemigo en un duelo era un asesinato, y castigado a su vez con la muerte por ello, son pocos los que llegan a ser condenados por ello.
Este estilo, considerado más refinado y más adecuado para los nobles, estaba comenzando a imponerse en Inglaterra en la década de 1590 con la enseñanza de maestros italianos (que no estaban afiliados a la compañía) como Rocco Bonetti, que tuvo su escuela en Blackfriars, o Vincentio Saviolo, que también publicó su propio manual His Practise, in two books (1595) (que los interesados pueden leer al completo aquí).
Practicar la arquería, por otra parte, se consideraba tradicionalmente tanto un entretenimiento como una necesidad bélica y patriótica, técnicamente los ciudadanos de Londres debían practicar regularmente, para estar preparados en caso de ser convocados para la guerra. Se solían celebrar concursos de arquería en las ferias y era habitual encontrar gente practicando con dianas u otros blancos en las cercanías de la ciudad.
Con los años, y especialmente tras 1570, este foco en el arco dejaría paso a las armas de fuego. También se hace obligatoria en esa década la asistencia a entrenamientos programados en algunos fines de semana del año para aprender las bases de moverse en formación, manejar la pica o la alabarda, responder a los toques del tambor y similares. Los ciudadanos acomodados debían equiparse de su propio bolsillo y los más ricos también proporcionar equipo adicional, que era utilizado por aquellos que no podían permitírselo.
Rocco Bonetti, Maestro de esgrima
El Maestro Bonetti es el maestro de esgrima más caro de Londres (llegando a cobrar hasta 50 Libras por un mes de clases) y uno de los más prestigiosos. Aficionado a los buenos vinos, la ropa elegante y la buena vida en general tiene su salón en Blackfriars desde 1584, donde muchos caballeros acuden a diario. En ocasiones él y sus alumnos han entablado combates y duelos con otros practicantes del arte de la defensa, con resultados desiguales pero a menudo comenzados por las excusas más nimias. Aunque de más joven sirvió como espada de alquiler para algunos poderosos hoy solo un pago realmente astronómico le podría convencer de dejar su buena posición para ello.
Habilidades: Atletismo d8, Cabalgar d6, Conocimientos generales d4, Notar d6, Medicina d4, Pelear d12, Persuadir d4, Provocar d8, Sigilo d4
Idiomas: Italiano d8, Inglés d6, Latín d4
Paso: 6 Parada: 8(10) Dureza: 5
Ventajas: Acróbata marcial, Contrataque, Contrataque mejorado, Finta, Temple
Desventajas: Exceso de confianza
Equipo: Ropera pesada FUE+1d6, +1 a parada, Main gauche (daga de parada) FUE+1d4, +1 a parada. Ropa elegante.
Deportes y juegos
El football es un deporte popular practicado en verano, muy diferente del deporte actual del mismo nombre: era jugado por equipos de gran número de jugadores y, a menudo, con grandes muestras de violencia. La intención era llevar una pelota (hecha de tela o con una vejiga hinchada) de cualquier modo posible a la meta defendida por el equipo contrario, a menudo a varias calles o campos de distancia.
Deportes más tranquilos eran los billares (jugados en mesas cuadrada, con tres troneras en una de las bandas, un arco en el centro y una pieza cónica llamada rey que se debía evitar derribar) o los bolos.
Entre la nobleza, y los arribistas, era apreciado el tenis. Este es un deporte de origen francés que se jugaba idealmente en canchas cerradas donde la pelota podía rebotar en las paredes al estilo del padel. Tampoco era raro partidos más improvisados en callejones o patios.
La natación en el río o en alguna de las lagunas y canales de la ciudad era habitual en verano, debemos mencionar por ejemplo Perilous Pond, una poza usada para nadar cerca de Shoreditch que es así conocida por la cantidad de personas que se han ahogado, accidentalmente, en sus aguas.
Los juegos de cartas eran abundantes y variados, aunque no se conservan demasiados detalles sobre las reglas de muchos de ellos. Podemos mencionar el Primero (llamado así en inglés, posiblemente de origen italiano) o el Triunfo.
Las barajas a utilizar eran normalmente importadas desde Francia (que usaban corazones, picas, diamantes y tréboles), desde Italia o España (espadas, bastos, copas y oros) o desde Alemania (corazones, bellotas, cascabeles y hojas) pero los juegos eran básicamente los mismos jugados con cualquiera de ellas, normalmente los palos iban solo hasta el 9 y las figuras no llevaban numeración.
También era común jugar a los dados o distintos juegos arrojando monedas. Las trampas eran un problema habitual y ya existía todo un vocabulario especializado para referirse a distintos tipos de dados trucados, técnicas turbias y engaños.
Técnicamente todos los juegos de azar eran ilegales hasta 1578, cuando comenzaron a concederse licencias para salas de juego en el país, pero como otras prohibiciones era imposible de implementar en la práctica.
También se jugaba al backgammon, que era considerado a veces entre los juegos de azar y otras entre los de inteligencia, y al ajedrez.
Debido a su importancia y personalidad propia dedicaré una entrada futura en exclusiva al teatro isabelino y su mundo.
Gracias por tu trabajo, Cadvalon. Estamos en plena partida de Solomon Kane SW y en pleno Londres, asi que las entradas nos vienen que ni pintadas....
ResponderEliminarMe alegro de que te gusten (y me alegra saber que se sigue jugando al Solomon Kane). En principio y si nada se tuerce seguirá saliendo una a la semana mientras tenga algo que contar. Muchas gracias por comentar.
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