Cosas para leer: Superman: arriba, en el cielo de Andy Kubert y Tom King


Una obra a veces no se puede definir únicamente por su argumento, que se puede resumir en una frase poco llamativa, si no por como lo cuenta. Superman: arriba, en el cielo podría ser una de estas, Superman cruza el universo para rescatar a una niña que ha sido secuestrada. No hay más, eso es todo el argumento al que nos enfrentamos, pero la habilidad como escritor de King hace que a partir de allí se construya un verdadero monumento al personaje y su interpretación del mismo. Es en gran medida un viaje emocional en busca de lo que significa Superman.

Hay que tener en cuenta, también, las particularidades de la aparición de este cómic: en principio iba a ser solo distribuido en exclusiva en los Wallmart (la más importante cadena de supermercados de EEUU) y por ello no es parte de la continuidad, una historia par atraer posibles lectores pero sin conexión con otras historias ni con un momento temporal concreto.

Se pude decir que King lleva a Superman por su versión del viaje del héroe campbelliano, de forma casi literal, pese a algunas trasposiciones menores de elementos.  Superman recibe su "llamada a la aventura" (que al principio intenta rechazar),va superando los obstáculos, muere simbólicamente y renace, vence todas las dificultades y regresa al "mundo normal" con lo que ha ganado en sus viajes.  Pero de nuevo resumir el cómic a esta estructura sería injusto y parcial.

La habilidad literaria de King brilla en muchos momentos, cuando define a los personajes con una forma de hablar y les da voz para expresar que significa para ellos Superman consigue algunos momentos de verdadera emoción. Y cuando finalmente da voz directamente a Superman consigue también alcanzar una caracterización novedosa pero al mismo tiempo increíblemente consistente.

Como aventura en si misma hay justificaciones narrativas que parecen algo pobres o insuficientes y dejan una sensación extraña. Lo poco que descubrimos sobre el motivo del secuestro y su perpetrador parece más una excusa para lo que se ha narrado que otra cosa, por ejemplo, y no parece haber verdadero esfuerzo en ese sentido.


En los lápices Andy Kubert hace un trabajo algo irregular, dominando algunas de las escenas con maestría (magnífica la narración de la pelea de boxeo del número 2),pero en otros momentos con estructuras de página extrañas o un acercamiento feista que no termina de convencerme. Los diseños de escenarios y personajes alienígenas quizás no consiguen tampoco despertar el interés como debieran, echando en falta la mano de autores más imaginativos en este sentido, aquellos que realmente consiguen conjurar un mundo alienígena con sus diseños.

En uno de los capítulos, por otra parte, hace un homenaje a su padre, el legendario Joe Kubert, a través del personaje del Sargento Rock, en  un improbable encontronazo que, sin embargo, es resuelto con habilidad por guionista  y dibujante.

Pero se une así a una selección de capítulos que, pese a situarse en una gran búsqueda a través del universo, se sitúan básicamente en la Tierra o en un único escenario alienígena no particularmente llamativo ni bien definido.

En cierto punto podemos mencionar las diferencias y similitudes con la que creo que es la obra más similar en concepto y estructura a esta, Superman All Star de Grant Morrion y Frank Quitely. Ambas obras tienen una estructura episódica, fuera de la continuidad, en que Superman va superando retos que se pueden equiparar a  trabajos mitológicos, intentando capturar la esencia del personaje más allá de elementos temporales. Pero Morrison lo hace de una manera que conecta con la magia de la edad de plata, con el sentido de la maravilla y la diversión, King parece definirse y sentirse cómodo en un mundo mucho más oscuro, menos imaginativo. En este cómic Superman cruza el universo pero no vemos apenas grandes maravillas alienígenas ni cósmicas, todo es sorprendentemente pedestre, es una historia que en gran medida en que el ambiente de ciencia ficción es casi accesorio. El autor escocés, además, utiliza abundantes referencias del pasado del personaje, reutilizadas y pasadas por sus filtros personales, mientras que el Superman de King en este tomo está prácticamente desprovisto de todos los elementos más allá de los más característicos y universales del personaje. 

No quiero insistir demasiado en lecturas políticas, por otra parte, pero como casi siempre me da la sensación de que King hace una lectura mediatizada por su propia experiencia de servicio para caracterizar a los superhéroes. No es tan notorio como en otras ocasiones (ejemplo 1 y ejemplo 2), pero sigue siendo un poso que mediatiza la lectura. 

Un buen cómic, emocionante y bien escrito, bien dibujado, con momentos que sin duda podrían pasar a contarse entre los mejores de la historia del personaje, pero que no llega a igualar esa genialidad en toda su longitud.


Puntuación: 8/10

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