Londres en la época de Solomon Kane: Herne el Cazador


El bosque de Windsord, es una gran reserva forestal situada al este de la ciudad de Londres y donde se encuentra la villa y el castillo del mismo nombre, una de las residencias de la corona aunque en el periodo Tudor poco utilizada (aunque allí se encuentran varias tumbas reales). Pero hay un habitante del bosque que nos interesa especialmente y sobre el que corren leyendas que pueden llegar fácilmente hasta la ciudad: Herne, el Cazador.

La historia cuenta que Herne era un guardabosques en tiempos del rey Enrique VIII en el gran bosque real, donde solo el rey y aquellos autorizados por él podían dedicarse a la caza, y bien fue ejecutado por practicar él mismo la caza furtiva o bien se suicidó antes de ser acusado de dicho crimen Sea como sea murió, posiblemente ahorcado, en un gran y antiguo roble, en el corazón de la arboleda. La leyenda alcanzó una difusión excepcional al ser utilizada por Shakespeare en su obra Las alegres comadres de Windsor  (un comedia en que el tema es tratado con ligereza) escrita en torno a 1597.

Desde entonces se dice que su espíritu acecha esa parte de los bosques, provocando el terror a aquellos que se cruzan con su extraña figura. Según las descripciones aparece tocado con una cornamenta de ciervo, y dotado de poderes para provocar la enfermedad de las reses o agostar la vida vegetal,  acompañado de sonidos espectrales terroríficos, particularmente un siniestro cuerno de caza.

La figura parece entroncar  de alguna manera con unas fuerzas primigenias mucho más antiguas que el mortal Herne, su figura ataviada con los cuervos de ciervo recuerda otros espíritus de los bosques como el  Rübezahl de Silesia o el Lezsy polaco

Hay quien ha asegurado que el bosque de Windsord fue en el pasado remoto (quizás en la edad de hierro, quizás en tiempos de los anglosajones paganos) un centro ritual para el culto a extraños dioses de los animales y la fertilidad, y que el mortal y sencillo Herne de alguna manera se convirtió en conducto para estos espíritus ancestrales, un espectro poseído por una entidad más antigua y terrible

Así, por ejemplo, en época contemporánea Margaret Murray traza paralelismos con el dios cornudo que aparece en algunas antigüedades del continente (llamado convencionalmente Cernnunos) o con el Woden de los anglosajones (equivalente al Odín escandinavo que, recordemos, se colgó del árbol del mundo para adquirir la sabiduría y el poder mágico).

Pero, la verdad, es que Herne no es un fantasma ni un espíritu de la naturaleza, es una máscara que oculta a un miembro de un pequeño conventículo de Adoradores de la Cabra Negra de los Montes. Uno de ellos es elegido para adoptar este papel y vigilar los alrededores del Roble de Herne, donde practican sus ritos nocturnos, de cualquier visitante inoportuno.


El cargo es ocupado por la misma persona durante siete años, momento en el cual es sacrificado por sus correligionarios ante el Roble, y su sangre es utilizada para bautizar a su sucesor. Cada año, en el aniversario de su coronación, le da a beber una pequeña cantidad de la sustancia que ellos conocen como Leche de la Madre Negra, un líquido espeso y de color violáceo que provoca cambios físicos y psicológicos, que se van incrementando a lo largo de su periodo de guardia. Normalmente el proceso es bastante sutil al principio pero normalmente tras tres o cuatro años las deformidades (que muchas veces incluyen el nacimiento de verdaderas astas y otros rasgos animales o monstruosos) son demasiado grandes para vivir entre los humanos, pasando a vivir en el bosque de forma permanente.

El culto es relativamente reciente, aunque en origen nació del descubrimiento de un grupo similar que supuestamente habría utilizado el Roble durante la época tardoromana y sajona. Nació en primer lugar como un grupo hedonista, más interesado en el carácter sexual de la divinidad, pero el contacto con entidades prehumanas ha alterado poco a poco su naturaleza, mientras la cordura de los practicantes se derrumba y las celebraciones se vuelven más oscuras y sangrientas. 

Entre los miembros, no más de una docena, de este grupo se encuentran varios nobles menores y cortesanos, hay quien afirma que el conde de Surrey, Henry Howard ((1516/1517-1547) fue su fundador o que incluso el mismo Enrique VIII asistió en ocasiones a sus celebraciones, quizás buscando la fertilidad que le garantizara el hijo varón que tanto deseaba. 

El culto puede ser adecuado tanto para la época de Solomon Kane como para aventuras contemporáneas de los mitos, quizás con algo de inspiración para esta última en La novia del diablo (The Devil Rides Out, tanto la película de 1968 como la novela original de Dennis Wheatley)

Herne, el Cazador

Atributos: Agilidad d6, Astucia d6, Espíritu d8, Fuerza d6*, Vigor d6*

Paso: 6; Parada: 6 ; Dureza: 5*+1

Habilidades: Atletismo d6, Conocimientos generales d6, Intimidar d6, Notar d8, Ocultismo d4, Pelea d8, Disparar d6, Sigilo d8, Supervivencia d8

Habilidades especiales:

Fuerza y Vigor aumentados: los efectos de la leche de la Cabra Negra van mutando el cuerpo paulatinamente del sujeto, volviéndole más fuerte y resistente. Cada vez que reciben la comunión,  Vigor o Fuerza aumentan en un rango, por simplificar


Inmune a enfermedades y venenos, desde el primera año.

Resistencia arcana, gana efectos equivalentes a esta ventaja a partir del tercer año, mejora a Resistencia arcana mejorada  partir del quinto.

Armas naturales: astas (fue+d6), a partir del cuarto año

Equipo: Ropa de pieles gruesa (+1 a dureza), Lanza (Fue+d6, Parada +1, Alcance 1), Arco largo (2d6, PA 1) , Cuerno de caza

Suele ir acompañado de dos perros de caza (según el manual básico de Solomon Kane) entrenados y de aspecto intimidante (puedes considerar dar a Herne un bonificador de circunstancia a intimidar por el efecto de la leyenda, la oscuridad de la noche y la teatralidad de su aparición)





Comentarios