Organización: los thugee.


Los Thugs o Thuggee (de la raiz sánscrita sthag "ocultar", con un matiz referido a un ocultamiento fraudulento o ilegal) fueron una organización criminal, con tintes religiosos, cuyos miembros eran conocidos como thugs aunque también a menudo recibían el nombre de phansigars "estranguladores" o el más general de dacoits "bandidos".  En los caminos de la India se convirtieron en una amenaza para la seguridad de los viajeros, que luego ha tenido una continuidad en la literatura y el entretenimiento popular, desde las Confesiones de un asesino thug (1839) de Meadows Taylor y el Judío errante (1844) de Eugène Sue, hasta, al menos, Indiana Jones y el Templo Maldito (1984). Técnicamente la palabra thuggee se refiere a sus actividades y thug es la referencia "correcta" a sus miembros, pero con los años ambas palabras han sido utilizadas indistintamente hasta hacerse prácticamente sinónimas. 

*Es necesario señalar que existe un debate historiográfico profundo sobre la existencia misma de los thugs, que podrían ser según algunos historiadores meramente una invención interesada de los británicos. Otros consideran que, siendo su existencia cierta (como grupo criminal), gran parte de sus aspectos religiosos han sido exagerados o malinterpretados, y que la utilización de iconografía o simbolismo religioso  no es diferente a las creencias populares de su época y lugar (podríamos establecer un paralelismo con la forma en que la iconografía católica se utiliza en los rituales de la mafia siciliana).  Adicionalmente, durante los años 30, las autoridades y la opinión pública británica utilizan el término thug o thuggee para referirse a cualquier activista por la independencia de la India, con intenciones puramente propagandísticas y sin que haya, en realidad, conexión entre estos conceptos. 

Aunque su historia oficial termina en las primeras décadas del siglo XIX, cuando el grupo fue dispersado por las autoridades, cualquier investigador puede descubrir fácilmente la señal de sus herederos en años posteriores.

Historia de los thugs
Es difícil determinar en que momento surgieron los primeros estranguladores o thugs en el subcontinente Indio. A menudo se menciona como primera referencia un texto de 1356, la Historia de Firoz Sha de Ziau-d din Barni, en que se menciona la detención y castigo de unos "estranguladores". Un viajero inglés en la India en 1675, el doctor John Fryer, describe la ejecución de varios estranguladores en la ciudad de Surat por las autoridades. También se conserva un decreto, farman, de 1672 del emperador Aurangzeb (1618-1707) especificaba las penas con las que dicho delito debía castigarse.

Según tradiciones recogidas en el siglo XIX los thugs creían descender ellos mismos de una larga tradición, al menos iniciada en tiempos de Akbar el Grande (1542-1605), afirmando que siete clanes  de los suyos fueron expulsados de Delhi por este mismo rey y se dispersaron por el subcontinente. Otra tradición incluso pretendía un origen aún más remoto, en tiempos del mismo Alejandro Magno. Algunos han trazado conexiones, fundamentalmente indemostrables, entre la destrucción de la Orden de los Asesinos (en torno a la década de 1260) y el nacimiento de los thugs.

Sea como sea, en su época clásica, el siglo XVIII y principios del XIX, eran ya grupos bien organizados y en cuadrillas de entre 10 y 200 individuos, viajaban por la India y especialmente por las regiones del centro y este del país cometiendo sus crímenes. Estas bandas solían estar dirigidas por un jemadar (o teniente) y varias de ellas podían estar organizadas bajo la autoridad de un subadar (o capitán), pero no existía (pese a las afirmaciones ocasionales de los británicos) una organizacións superior ni una dirección organizada. Disfrazados como comerciantes, soldados o simples viajeros se unían a las caravanas que, por motivos de protección, solían formarse en los viajes por el interior del país. Cuando se presentaba la oportunidad adecuada, normalmente al pasar la noche en algún lugar aislado, los thugs estrangulaban a sus victimas, les robaban todas sus posesiones y posteriormente enterraban o arrojaban a pozos los cuerpos

Es importante anotar que solo se tiene constancia de una única muerte de un británico a manos de estas bandas (el teniente John Maunsell en 1812) siendo sus víctimas, masivamente, los propios indios.

Todas estas acciones se realizaban siguiendo un estricto procedimiento, en el que la consagración del pico (utilizado para cavar las tumbas) y el rito llamado tuponee, en que se bendecía y consumía entre todos un puñado de azúcar amarilla (goor) una vez finalizado el asesinato, formaban una parte prominente. Tenían sus propios gurús o maestros que interpretaban las señales del destino. Según los testimonios de algunos thugs capturados, el consumo del goor por primera vez provocaba un cambio fundamental en los individuos que se unían al grupo, transformándoles en thugs en cuerpo y alma.

Imagen en sepia que representa a siete thugs condenados. Aparecen en plano largo, sentados en cuclillas sobre una alfombra. Se trata de hombres de media edad,  con barba o patillas y variedad de tonos de piel presentes en el subcontinente. Todos ellos viste al modo nativo y con turbante

La pertenencia a la organización solía pasar de padres a hijos (los descendientes de estos linajes recibían el título de aseel o bien nacidos, para distinguirse de los que se habían unido a la organización posteriormente), aunque en ocasiones los hijos muy jóvenes de sus víctimas, raptados en vez de asesinados, eran criados como miembros de la hermandad. Otros, quizás los menos, habían entrado en la organización como adultos, normalmente tras ser iniciados por un gurú y quizás forzados por la pobreza. Provenían de una disparidad de castas y grupos sociales, así como áreas geográficas.

Cuando no se encontraban en medio de sus operaciones asesinas los thugs vivían vidas normales, manteniendo en total secreto su pertenencia a la organización, incluso a ves a su propia familia. Para cometer sus asesinatos utilizaban sobre todo el rumaal, un pañuelo de color amarillento a menudo con un peso añadido en el centro, para "matar sin derramar la sangre de la víctima". Esta idea tenía una justificación mítica (que veremos más adelante) pero también una práctica: en la legislación islámica los asesinatos cometidos con armas que pudieran derramar sangre eran castigados con la muerte, mientras que los que no recibían condenas menos severas. A veces, sin embargo, no dudaban en utilizar otras armas si lo veían necesario. Ciertas castas y categorías sociales estaban supuestamente a salvo de sus prácticas asesinas (brahmanes, peregrinos, bardos...), la prohibición incluía también no matar a mujeres. En la práctica, y más en tiempos de escasez, estas normas eran raramente cumplidas.

La hermandad poseía además una jerga propia, el ramasi, y ciertas señales por las que sus miembros podían reconocerse unos a otros, aunque pertenecieran a bandas distintas y aunque no se conocieran personalmente. Aquellos que, por uno u otro motivo no podían participar ya en los asesinatos de la banda, cumplían otras funciones para la misma, como vigilantes, espías, peristas o suministradores. Durante siglos su actividad fue tolerada por muchos gobernantes, muchos por miedo y otros por que mantenían con ,los thugs beneficiosos negocios, obteniendo parte de sus botines a bajo costo. 

El Thugee fue oficialmente destruido por la administración británica entre 1830 y 1850, gracias principalmente a las acciones de William Sleeman, quién llevó a cabo una amplísima operación incluyendo el uso de los servicios de inteligencia (contando con agentes de Diógenes) y métodos de investigación sistemática, poco extendidos en aquella época. La herramienta fundamental era utilizar a desertores de la organización, a los que se les ofrecía un perdón parcial, contra sus antiguos compañeros. 

La organización policial conocida como el Thuggee and Dacoity Department se estableció en la India con la función de acabar con estos grupos, y continuó existiendo hasta 1904 cuando fue reemplazado por el Departamento Central de Inteligencia Criminal. Cientos de miembros del grupo, y posiblemente muchos criminales comunes no relacionados con esta (y, posiblemente, muchos inocentes acusados injustamente), fueron encarcelados, desterrados a colonias remotas o ejecutados entre 1830 y 1850. Así, para mediados del siglo XIX, se creía que la amenaza del thuggee había sido eliminada para siempre.

Representación pictórica de la diosa por Raja Ravi Varma (1848-1906), representa a la diosa de pie, con cuatro brazos y la piel azul, excepto las plantas de los pies y las palmas de las manos, que son rojas. Sus ojos negros están desorbitados y saca la lengua con la boca abierta, mostrando colmillos. Tiene largo su cabello negro que cae más allá de la cintura y va casi desnuda, cubierta con una especie de falda hecha de brazos humanos cortados (de una escala mucho menor que la diosa) y con una guirnalda al cuello de cabezas cortadas (en la misma proporción). Lleva también pulseras, tobilleras y brazaletes enjoyados, así como una tiara y unos pendientes con forma de cabeza de elefante, una guirnalda de flores rojas le cubre los pezones. En su brazo superior derecho lleva una espada curva ensangrentada. En el superior izquierdo sujeta por el pelo una cabeza masculina cortada, con bigote y grandes patillas, cuya sangre cae en un plato rebosante que sujeta con la mano inferior izquierda. La diosa se alza victoriosa sobre dos cuerpos caídos, uno de piel más clara que tiene bajo su pie izquierdo  (y que representa al dios Shiva) y otro de piel más oscura tras ella, este último está decapitado (suponemos que su cabeza es la que sujeta en su mano). El fondo es indefinido, entre un color tierra (manchado de sangre) en la parte inferior y azul en la superior. Alrededor de la cabeza de la diosa brilla un halo amarillo.

¿Adoradores de la diosa Kali?
Kali, "la oscura", es la diosa hindú de la destrucción, el paso del tiempo y de la muerte, relacionada por ello con la guerra y los enterramientos, pero también con la iluminación y la buena suerte, destructora del mal y protectora de los inocentes. Kali es el aspecto furioso de otra deidad, también guerrera pero de connotaciones más positivas, Durga. A su vez ambas pueden ser consideradas aspectos de Devi, "la Diosa", o principio divino femenino. A menudo aparece relacionada con el dios Shiva, como una de sus esposas, de forma que algunas referencias incluso identifican, erróneamente, a los thuggee con siervos de Shiva (El Fuego de Asurbanipal de Robert E. Howard por ejemplo).  A veces se la da el nombre de Kali Ma (Madre Kali) y es considerada por muchos como la Diosa Madre del Universo identificándose con Shakti, la energía femenina del universo.

La iconografía de Kali suele representarla en color azul o negro, normalmente con cuatro brazos con armas, cabello encrespado y ojos enrojecidos por la furia o la intoxicación. Normalmente aparece desnuda o cubierta únicamente con una falda de manos humanas cortadas y una guirnalda de cabezas o calaveras al cuello. A menudo aparece en pie sobre el cuerpo de Shiva o, más raramente, sobre el lomo de un león. Aunque las representaciones de la diosa pueden resultar chocantes para los observadores europeos hay que dejar claro que su adoración es una parte normal y reconocida de diversas corrientes hinduistas (incluso en algunas es considerada la deidad suprema o una manifestación de esta) que para nada participan en sacrificios humanos, ni actividades criminales de ninguna clase.

Por el contrario los thugs formaban, y forman, un grupo muy restringida y diferenciada, aunque podían pertenecer públicamente a cualquiera de las religiones comunes en el subcontinente (en su mayoría hindúes, pero se calcula que hasta 1/3 eran musulmanes), pero durante sus actividades reservaban su adoración a Kali, a quien también llamaban Bhowanee o Bhavani y consideraban su protección fundamental para cometer sus crímenes. Según algunos testimonios, exagerados o mal comprendidos por los británicos, incluso era su deber sagrado cometer estos asesinatos como sirvientes de Kali. La paradoja de musulmanes (que en su vida cotidiana podían aparecer como devotos incluso) asesinando en nombre de una diosa hindú es algo llamativo, pero no inaudito (según algunas referencias algunos solucionaban la contradicción identificando a Kali/Devi con Fátima, la hija de Mahoma). 

En el plano mitológico una razón para no derramar la sangre de la víctima, se formulaba en una historia. Según este mito, la diosa Durga estaba luchando contra un terrible demonio llamado Raktabija, pero cada vez que sus armas cortaban al demonio, de cada gota de su sangre surgía una copia idéntica de este, hasta que el número de demonios se contaba por miles, quizás incluso millones. Entonces Durga llamó a Kali (o bien en su furia se convirtió en Kali) para que derrotara al demonio. Para evitar la multiplicación, la diosa oscura bebía la sangre de los demonios, antes de que tocara la tierra para evitar que se reprodujeran aún más. Así la furiosa diosa consiguió derrotar al ejército, pero según una versión thug del mito, sin embargo, estaba demasiado cansada para acabar con todos ellos y escogió a dos hombres (o estos nacieron de su sudor) para que continuaran su trabajo convirtiéndose en los primeros thugs: matando desde entonces a los demonios sin derramar ni una gota de su sangre, para lo cual les entregó un girón de su vestido.  Esta misión sagrada parece chocar frontalmente con la actividad, clara y sencillamente, delictiva de los thugs, pero estos no parecen tener problema tampoco con esta incongruencia.

Renacimientos Thugee
Pero, aunque efectivamente la estructura de la hermandad había sido destruida por los esfuerzos de las autoridades, esto no significa que todos sus miembros terminaran ejecutados o en la cárcel; algunos de ellos consiguieron escapar a las redes de los británicos, especialmente en las regiones del norte de la India, cerca de las estribaciones del Himalaya.  Dispuestos a mantener en secreto esta resurrección, decidieron limitar su número y formar células independientes y más pequeñas y secretistas que las antiguas bandas itinerantes. 

Pero además esto cambio fundamentalmente las características de los thugs, sus aspectos religiosos se intensificaron y comenzaron a diferir más y más del hilo común del hinduismo y el islam, quizás influidos incluso por la literatura ocultista contemporánea y la combinación con pequeños grupos de adoradores de los mitos (bajo la advocación de Kali, y otras diosas y aspectos de Devi, sabemos que algunos grupos han "ocultado" a Shub-Nigguraht) o incluso el influjo de grupos de Tcho-Tchos y Agarthi. También hay quién ha asociado este renacer con escuelas ascéticas mal documentadas y de mala reputación, como la  Kāpālikas o "portadores de calaveras" (aunque su existencia documentada se suele situar entre los siglos VI y XIV y adoraban a Bhairava, un aspecto de Shiva, y no a Kali). En las biografías dedicadas al gurú védico Adi Shánkara (aprox. 788-820) este aparece enfrentado, y derrotando, en varias ocasiones a   Kāpālikas malvados, quizás mediante el uso de las míticas Piedras de Shánkara (según la leyenda Shánkara viajó al monte Kailash para reunirse con el dios Shiva y este le entregó cino lingams sagrados).

Incluso es posible que la propia imagen deformada creada por los británicos sobre los thugs influyera fundamentalmente en esta nueva encarnación. Este Thuggee renacido es totalmente distinto del histórico, tanto en composición como en objetivos, pero comparte con él ciertas tradiciones e iconos.

Estas células de la organización se han abierto a nuevos reclutas, más interesados posiblemente por esos aspectos ocultos que por la realidad del thuggee. Aunque la mayoría de estos reclutas siguen siendo de ascendencia india, esto ya no es así en todos los casos y algunos occidentales han sido admitidos entre sus filas. En algunos casos, pero no siempre, estos nuevos thugs siguen relacionados directamente con la actividad criminal, de todo tipo, que representa la principal fuente de ingresos de algunos de sus miembros.

Si bien un alto porcentaje de estos células se encuentran en la India, ya tan pronto como 1865 se conoció la existencia de un grupo Thuggee en Liverpool (que aparentemente seguía vivo y activo un siglo después) y ha habido rumores de actividades similares en Londres y Nueva York. Es posible que puede encontrárseles en otros muchos lugares, especialmente en aquellos con una importante comunidad india donde camuflarse (y de la que aprovecharse), como es el caso, por ejemplo, de Sudáfrica después de 1860. 

En 1885 estos thugs renacidos sufrieron un duro golpe, cuando sus ambiciosos planes para expulsar a los británicos del norte de la India y crear un estado controlado por ellos, fueron aplastados por la oportuna intervención de una columna del ejército imperial británico. Muchos miembros, así como muchos inocentes, murieron y el Gran Templo que habían construido fue arrasado y saqueado.  Sin embargo el sumo sacerdote, consiguió escapar, a duras penas, y se cree que ha reconstruido el templo en otra localización, aún más secreta, y que incluso vuelve a contar con la protección de algunos líderes locales como el Raja de Pankot.

Los thuggee no tiene a su disposición recursos económicos inagotables, armas de alta tecnología ni amplios contactos globales. Sin embargo no por ello pueden considerarse enemigos despreciables, son un grupo relativamente pequeño de fanáticos, expertos asesinos criados en el secreto y el engaño, dispuestos a todo por conseguir sus fines puede hacer mucho daño a cualquiera que se interponga en su camino. Además el conocimiento de drogas y venenos de variados efectos (entre ellos los derivados de la datura o manzana espinosa de la India) puede mostrarse también como un arma muy poderosa. También son comunes las historias que dotan a los líderes  de poderes y capacidades sobrehumanas como hipnotismo, control corporal y el dominio de la magia negra (a veces el conjunto de habilidades asociadas a los thugs se conoce como thagavidya o thagvidya. 

En combate los nuevos thuggee no se limitan a usar el rumaal y otras formas de estrangulación, aunque esta sigue siendo su táctica favorita, siendo adeptos del uso de diversas armas cuerpo a cuerpo, como espadas, un par de vjara-mushti ("puño de trueno" o "puño de diamante", una especie de nudillera metálica, a veces con hojas de cuchillo laterales), dagas o hachas, y a distancia, desde arcos hasta cualquier arma de fuego que puedan conseguir. 

A continuación se presentan un par de Minion Cards para SotC. Son sólo dos ejemplos rápidos y genéricos de matones thuggee para utilizar en las partidas.

 

Comentarios

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  2. Interesante historia. Que pensara la diosa Kali Ma de todo esto ?

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