Escocia en la época de Solomon Kane (4ª Parte) el reinado de Jacobo VI (y I)

En la entrada anterior ya quedo descrito el fin del reinado de María y la guerra civil que siguió entre sus partidarios y los de los sucesivos regentes, pero en 1573 el escenario estaba preparado para una larga minoría de edad de Jacobo Estuardo, recordemos que había nacido en 1566, con Morton establecido como regente y protector del rey. 

En esta entrada se repetirán muchos de los títulos mencionados en entradas anteriores (Bothwell, Arran, etc.) pero, con la excepción de James Douglas, conde de Morton, nos referimos a nuevos poseedores del título, en la mayoría de los casos además  ni siquiera son descendientes directos de los anteriores.

De Morton a Arran (1573-1586)
En este momento, en el terreno religioso, y pese a las aún importantes minorías católicas, Escocia es a todos los efectos una nación protestante pero ahora se abren nuevos conflictos entre la tradición presbiteriana (de herencia calvinista, más puritana pero menos centralizada y jerárquica) y la espiscopaliana (más similar al anglicanismo, donde los obispos retienen una mayor autoridad e iniciativa)

Además se acusa a Morton de buscar enriquecerse a toda costa, incluyendo la recaudación de 1/3 de todos los ingresos de las posesiones eclesiásticas. Al mismo tiempo el destino matrimonial del niño-rey y su papel en la sucesión inglesa (si será reconocido por Isabel como sucesor) siguen siendo ejes fundamentales de la política exterior. En realidad Inglaterra seguirá interviniendo de forma constante en la política escocesa, buscando favorecer a sus antiguos aliados.

En 1578 el rey, de tan solo 11 años, es declarado mayor de edad y acaba formalmente el periodo de regencia, pero Morton consigue situarse aún como uno de los miembros más importantes del consejo privado, al menos temporalmente. Sin embargo entonces surge en la política escocesa la figura de Esmé Stewart (1542-1583) señor de Aubigny; sobrino del anterior conde de Lennox (fallecido en 1571) y por tanto primo de Jacobo. Criado en Francia, atractivo, y de refinados modales algunos aseguran que llegó a Escocia como agente de los exiliados católicos o incluso de los Guisa, con el objetivo de conseguir un acuerdo para que María fuera liberada y gobernara junto con su hijo.

De alguna manera encandiló al adolescente monarca (que es posible que se enamorara de su guapo pariente) y se  convirtió en el primero de los muchos favoritos del rey.  Le concedió los títulos de conde de Lennox (que luego convirtió en ducado), conde de Darnley y señor de Aubigny,  Tarboulton y Dalkeith, también el puesto de castellano de Dumbarton y el de chambelán, además de otras prebendas.  Al mismo tiempo también otro recién llegado, emparentado con el rey, otro James Stewart (m. en 1595), que por haber luchado como mercenario a las órdenes de los holandeses en Europa a menudo es referido con el rango de capitán, también ascendía a la sombra de Lennox.

Aunque oficialmente Lennox se convirtió al protestantismo el 1 de Junio de 1580 muchos de sus enemigos le seguían viendo como un hereje y aún más como un extranjero, pero por el momento el favor del rey era suficiente para seguir ascendiendo, mientras planea la forma de deshacerse de Morton. 

Poco a poco los rumores y acusaciones sobre la participación de Morton en el asesinato de Darnley se van haciendo cada vez más notorios, promovidos en muchos casos por los aliados de Lennox. Así  en enero 1581  el capitán Stewart acusa formalmente al antiguo regente que es detenido. Fue retenido en Dumbarton durante algunos meses antes de ser ejecutado, decapitado por una innovación conocida como la Doncella (un antecesor de la guillotina), el 2 de Junio de 1581.  El 11 de octubre  de ese mismo año Lennox se convierte en canciller y Stewart es nombrado, poco después, conde de Arran.

Lennox había apoyado  a la facción episcopaliana en la kirk, y había aconsejado al rey en ese sentido; sus oponentes pensaban que planeaba una completa contrarreforma en el país y restaurar el catolicismo. Por ello el 23 de Agosto de 1582 un grupo de nobles presbiterianos (entre los que destacan John Erksine, conde de Mar y, sobre todo, William Ruthven, conde de Gowrie),  secuestra al rey, para gobernar a través de él, mientras se encontraba en el castillo de Ruthven.

Tras algunos movimientos y pequeños combates Lennox fue depuesto y luego desterrado (muriendo en Francia) y Gowrie dirige un nuevo gobierno que dura apenas diez meses. Arran consigue rescatar al rey, o este se escapa, y derrotar a Gowrie, que muere en 1584, también ejecutado por traición.

Durante dos años será Arran el hombre fuerte del país, mientras los partidarios de Gowrie conspiran desde el exilio y el 4 de noviembre de 1586, con el apoyo de tropas y financiación inglesa, regresan para tomar el castillo de Stirling, y fuerzan a Arran a retirarse de la política activa (aunque será asesinado por un pariente de Morton en 1595)

Jacobo como rey de Escocia (1586-1603)
En estos años el rey había ido ganando cierta iniciativa y va configurando un gobierno más personal.  Por una parte  apoya la facción episcopaliana de la kirk (ya que una iglesia gobernada por obispos es, a su vez, más fácil de controlar por la corona), pero debe reconocer el poder creciente de la facción contraria que es dominante entre la nobleza y la burguesía de las Tierras bajas. 

Por otra la ejecución de su madre en 1587, a quien nunca volvió a ver como adulto e incluso se negó a escribir, y la firma de un nuevo tratado garantiza la paz con Inglaterra aunque sigue sin recibir la confirmación como sucesor oficial al trono. Sin embargo varios altos cargos y nobles del país vecino mantienen correspondencia secreta con Jacobo para asegurar una transición tranquila cuando llegue el momento.

También demuestra una inteligencia despierta y cierto talento literario. Por ejemplo en 1584 escribe un  Some Rules and Cautions to be Observed and Eschewed in Scottish Prosody sobre la escritura de poesía en lengua scots. Sin embargo la lengua gaélica de sus súbditos de las Tierras altas es despreciada por el príncipe, como una muestra del barbarismo de esas regiones y sus costumbres. 

Pese a los rumores de homosexualidad que rodean al rey contrae matrimonio el 23 de noviembre de 1589 con Ana de Dinamarca (1574-1619), con la que tendrá tres hijos que llegarán a la edad adulta: Enrique Federico (1594-1612), Isabel (1596-1662) y, el que será su heredero, Carlos (1600-1649). En el viaje a Dinamarca para ir a buscar a su futura esposa Jacobo muestran gran interés en las ideas sobre la brujería de los daneses, iniciando su interés en el tema (al que ya he dedicado otra entrada)

El  5º conde de Bothwell, Lord Almirante de Escocia desde 1588, Francis Stewart-Hepburn (c. 1562-1612), sobrino del anterior y primo de Jacobo, es el centro de varias polémicas y conspiraciones en estos años. En 1583 y 1584 ya había participado en sendos planes para secuestrar al rey y apartarlo de Arran, aunque fue perdona por este, y en varias ocasiones es acusado de piratería. Tras la ejecución de María incluso había propuesto declarar la guerra a Inglaterra como respuesta.

Sin embargo la caída  de Bothwell se producirá por una acusación de brujería, durante el juicio a las brujas de North Berwick a finales de 1590 una de ellas señala al conde como participante en el intento de usar la magia para hundir el barco en el que Ana de Dinamarca debería haber llegado a Escocia. Se le priva de sus cargos y títulos y se le declaró fuera de la ley, pero durante los siguientes años aprovechó sus aliados y posesiones en la frontera para mantenerse en libertad durante los siguientes años. En 1593 había conseguido, a la fuerza, un perdón del rey pero cuando este es revocado vuelve a declararse en rebelión. Tras un nuevo intento de secuestrar al rey en 1594 (el Raid de Leith) se ve forzado a abandonar el país en 1595. Murió en 1612 en Nápoles, siendo el último de la linea de los condes de Bothwell en llevar el título.

En las Tierras altas continuán diversos conflictos tribales y Huntly se convierte en el principal instigador de múltiples conspiraciones y sublevaciones que ya han sido mencionadas en la entrada dedicada al clan Gordon.

Jacobo VI y I, rey desde Inglaterra (1603-1625)
No es mi intención describir aquí con precisión el reinado de Jacobo como rey de Inglaterra (al fin y al cabo estas entradas están dedicadas a Escocia y además nos acercamos a la fecha limite de 1610) pero resulta inevitable hablar de esta parte de su vida para dar cierta conclusión a esta sección.

Así, el 24 de Marzo de 1603, Isabel de Inglaterra muere y Jacobo es proclamado en Londres rey de Inglaterra y rey de Irlanda ese mismo día. El rey abandonó sus dominios escoceses (a los que solo volverá una vez en su vida, en 1617) y desde entonces gobernó fundamentalmente desde Inglaterra

En muchos sentidos su gobierno continuó las medidas iniciadas por su antecesora, incluso contando con los mismos consejeros y asesores (entre ellos el mismo William Cecil que había sido una figura fundamental en orquestar la caída y perdición de su madre), pero por otra parte, firmó la paz con España (que entre otras cosas era económicamente insostenible a esas alturas) e incluso negocia infructuosamente para conseguir un matrimonio entre su hijo Carlos y una infanta española

Sin embargo, las esperanzas de sus súbditos católicos de una actitud más permisiva hacia la práctica de su religión se ven defraudadas, Jacobo continúa la política de multas para los recusantes (aquellos que se negaban a asistir a la misa oficial) y la persecución de sacerdotes católicos (sobre todo los temidos jesuitas). Las medidas se vuelven más duras cuando, el 4 de noviembre de 1605, se descubre el llamado Complot de la Polvora que planeaba volar el Parlamento (con el rey dentro) y una subsiguiente sublevación católica, pero que fracasó estrepitosamente.

Al mismo tiempo intentaba asegurar la unión legal y dinástica de ambos dominios; en ese sentido en 1604 se nombra como rey de Gran Bretaña, pese a que este título no fue reconocido por el Parlamento inglés y, en general, durante su vida siguen funcionando como entidades separadas, unidas  únicamente por un mismo rey. Así sigue reuniéndose un Parlamento escocés en Edimburgo y el país es gobernado por un consejo privado propio, aunque algunos nobles escoceses reciben títulos ingleses y pasan a integrarse también en el consejo de dicho reino.

Este deseo de uniformidad choca con las maneras de los señores de las Tierras altas, especialmente en las Hébridas; por ello, entre 1598 y 1609, apoya un intento de colonización de la isla de Lewis por colonos de las Tierras bajas (los Caballeros aventureros de Fife), que es violentamente resistido (mayormente con éxito) por los MacLeod (que habían sido despojados formalmente de sus tierras en 1597). También firma  los Estatutos de Iona en 1609 que, entre otras cosas, obligaba a los jefes de los clanes a nombrar párrocos de la kirk para las parroquias en sus dominis, ilegalizaba a los bardos (y otras profesiones culturales tradicionales) y, especialmente, forzaba a que los herederos (de los jefes y de cualquier terrateniente de cierta importancia) fueran enviados para ser educados en las Tierras bajas. Algunos clanes resistirán como puedan estas medidas pero en otros comenzará un lento proceso de asimilación. Este intento de debilitar, o eliminar, la cultura gaélica también se manifiesta en la política de plantaciones en el Ulster, donde miles de escoceses de las Tierras bajas e ingleses  reciben tierras a partir de 1609. 

Las semillas para las inestabilidades y conflictos de las décadas de 1630-40 (la creciente deuda del gobierno, la división protestante, el enfrentamiento entre el rey y el Parlamento, las diferencias nacionales, etc.) están ya sembradas en 1610 pero aún queda mucho para que eclosionen. Finalmente el sueño de Enrique VIII (y antes de él de otros monarcas ingleses) de unir toda la isla, todo el archipiélago incluso, bajo una misma corona se había logrado, aunque de forma ciertamente inesperada por estos y mucho más inestable de lo que hoy nos puede parecer

Comentarios