Londres en la época de Solomon Kane (Parte III): Historia y leyenda de la ciudad

 

El puente de Londres está cayendo
¿Cómo hemos de reconstruirlo?
Construidlo con plata y oro,
bailando sobre la dama de la pradera;
el oro y la plata se han de robar,
junto con una bella dama.
"El Puente de Londres está cayendo", Canción popular

Prehistoria
El origen de la ciudad de Londres se pierde en la noche de los tiempos y los anticuarios del siglo XVI no pueden ofrecer más que leyendas y rumores sobre esas épocas remotas. Los autores serios se burlan de estas leyendas pero es lo único que tenían para rellenar los primeros compases de su historia.

En el rojizo suelo arcilloso de gran parte de Londres se encuentran abundantes fósiles, normalmente conchas, trilobites, dientes de tiburón y similares (sin embargo en 1680 se recupera el esqueleto de un mamut en King Cross). Algunos ocultistas afirman que el barro cubre cosas aún más terribles y que determinados lugares de Londres están llenos de presencias antiguas, que a veces se manifiestan en forma de espectros, pesadillas y sensaciones ominosas. Tales son los rumores que se asocian a lugares como Hobb's Lane o la extraña presencia sentida por muchos en la pequeña villa de Isledon (hoy Islington) que el doctor Dee identifico como una criatura angélica

La Historia de los Reyes de Britania (1136) de Geoffrey de Monmouth afirma que Londres, con el nombre de Nueva Troya, Troinovant o Trinovantium, fue fundada por Bruto, hijo de Eneas, que está enterrado bajo sus murallas. También describe la isla de Britania como dominada por gigantes que fueron derrotados y sometidos por los troyanos

Dos colosos aparecen a menudo en las simbología de la ciudad; originalmente con los nombres de Gogmagog ( nombre de raíz bíblica, que aparece en Geoffrey como el nombre de un rey de los gigantes) y Corineus (que era el de uno de los lugartenientes de Bruto y supuesto héroe epónimo de Cornwall) o simplemente como Gog y Magog. Unas figuras de madera y miembre con dichos nombres son paseadas en el desfilo anual de nombramiento de un nuevo Lord Alcalde (en Noviembre) y descansan el resto del año en Guildhall. 

Otra tradición (contenida también en las leyendas galesas del Mabinogion y las Triadas) afirma que la cabeza del rey (posiblemente un dios pagano humanizado) Bran el Bendito, también descrito como un gigante, muerto mucho antes de la llegada de Bruto, estaba enterrada en la Colina Blanca (Tower Hill) como protección mágica contra los invasores de la isla, pero que habría sido desenterrada por el rey Arturo, que deseaba proteger Britania por sus propias fuerzas, provocando la ruina de su reino y la invasión sajona. 

Hay que tener en cuenta que los Tudor, de origen galés, se consideraban descendientes del mismo Arturo (y tenían una réplica de Excalibur entre sus tesoro) por lo que la literatura artúrica vive un resurgir cultural en estos años

Curiosamente Bran está asociado con los cuervos (literalmente en galés brân significa cuervo) por lo que algunos han querido relacionar la historia con la supuesta profecía que afirma que si algún día los cuervos desaparecen de la Torre de Londres será la perdición de Inglaterra. Aunque hay testimonios de la presencia de cuervos en la Torre ya en en la época parece que la costumbre de mantenerlos en la Torre (con las alas inutilizadas) y su asociación al destino de la monarquía no es anterior a la Restauración (1660) o, incluso, a la época victoriana. Sin embargo los cuervos de Londres si se comportan de forma extraña y hay historias sobre una Señora de los Cuervos, oculta en alguna parte de la ciudad.

Otra sección de la Historia hace responsable de la refundación de Trinovantium a un rey Lud, que le habría dado el nombre de Caer Lud ("fortaleza de Lud") del que derivaría en última instancia Londres. Lud ha sido en ocasiones remotamente conectado con el dios britano romano Nodens.

Algunos asocian (erróneamente por lo que sabemos) la puerta de Ludgate en la muralla de la ciudad con este monarca legendario. Por ello desde el siglo XIII la puerta estaba adornada con estatuas del rey y sus hijos  Androgeus y Tenvantius. Tras siglos de deterioro la puerta se repara con gran lujo en 1585 y se sustituyeron las antiguas por nuevas estatuas (las que hoy se conservan en una iglesia cercana) así como una representación de la reina Isabel

Se rumorea que en los cimientos de la puerta se encontraron unos huesos antiguos, de tamaño excepcionalmente grande, pero el destino de los mismos es desconocido.

También se afirma que las tres colinas sobre las que se alza Londres:  Penton Hill, Tothill y Tower Hill  eran posible ubicación de arboledas sagradas de los druidas, también de manantiales considerados curativos o sagrados y de un laberinto sagrado en las dos primeras, aunque no quedan restos arqueológicos. Aún hoy sabemos muy poco de cierto sobre la religión de los druidas, y en el siglo XVI aún menos, siendo apenas unas figuras nebulosas del pasado más remoto, recordadas fundamentalmente por ser mencionados por autores clásicos de prestigio.


Historia antigua y medieval
Existiera o no un asentamiento britano antiguo, los romanos establecieron allí su Londinium (en torno al 50 d.c.) y construyeron el primer puente permanente sobre el río Támesis, muy cerca de la actual ubicaicón del Puente. 

Apenas diez años después (en el 60 o 61 d.c.) la guarnición romana es pasada por las armas y la ciudad prácticamente arrasada por los sublevados icenios y trinovantes (dos tribus britanas), dirigidos por la reina guerrera Boudicca o Boudicea, en venganza, según un autor clásico, por la humillación de su pueblo y la violación de sus hijas. Un estrato de destrucción marca este año, un nivel visible de cenizas y detritus cuando se excava en su subsuelo. 

Aunque Boudicca fue derrotada poco después, y la rebelión aplastada, su figura ha sido recuperada por historiadores de la época Tudor (como Hollinsead en sus Crónicas, publicadas en 1577) como símbolo de libertad nacional, vinculada elogiosamente a la reina Isabel.

Se dice que la reina de los icenios era devota de una diosa britana conocida como Andaste, Andrasta o Andraste, identificada por Dion Casio como equivalente a la diosa  romana Victoria pero, quizás, con similitudes con Diana (o la griega Artemisa).

En tiempos romanos se afirma que la ciudad estaba dedicada a dicha diosa Diana, y que en donde hoy se alza la catedral de San Pablo había un templo dedicado a esta divinidad de la luna y la caza

Es posible que otro templo, dedicado a Apolo, se elevara en la zona de Westminster y William Camdem, en su obra Britannia (1610) afirma que en tiempos de Antonino Pío (emperador romano 138-161) dicho templo fue destruido por un terremoto.



También se dice a menudo que Londres contaba con un importante culto al dios Mitra (las ruinas de un mitreo del siglo III fueron, efectivamente, descubiertas en 1954). Otros restos de templos o actividad ritual, cráneos encontrados en la rivera del río Wallbrook (soterrado ya en 1550) o la presencia de un templo a Baco, son más difusos.

La ciudad romana entró en decadencia en el siglo V y tardó mucho en recuperar su población y riqueza anterior bajo la administración sajona, que conocieron el lugar como Lundenwic. En el siglo VI la primera iglesia catedral de San Pablo fue erigida sobre las ruinas del templo de Diana. Aún en el siglo XVI se celebra, el día de la festividad de San Pablo (29 de Junio), un ritual que algunos quieren asociar al antiguo culto (aunque no parece haberse realizado antes del siglo XIII): un ciervo joven era paseado alrededor de la catedral, guiado por el deán de la catedral, y sacrificado su cuerpo era cocinado pero su cabeza era fijada a un mástil y procesionada hasta el altar mayor. Tras esto salía por la puerta oeste y tocaban cuernos de caza indicando la muerte del ciervo.

Casi al final de la época sajona, en 1042, Eduardo el Confesor manda construir a poca distancia de Londres la abadía de Westminster, en torno a la cual surgirá el segundo centro poblacional que dará forma al área de Londres.

Los reyes normandos, a partir de la conquista en 1066, reforzaron la fortificación de la ciudad y construyeron la primera Torre de Londres (1078), en su ubicación actual además de un ca. Durante este periodo de la edad media se fundaron muchas de las instituciones características del Londres del periodo Tudor y la ciudad fue creciendo y cobrando una importancia cada vez mayor en la vida del país.

Durante la edad media el puente de Londres, de madera hasta entonces, fue destruido y reconstruido en varias ocasiones. Finalmente en 1175 el rey Enrique II mandó reconstruir el puente en piedra, dedicando una capilla en él a Santo Thomas Becket (a quién el mismo había hecho matar) y terminando los trabajos en 1209. En 1548 la capilla fue desacralizada y convertida en almacén.

En 1381 la ciudad fue tomada brevemente por los rebeldes comandados por Wat Tyler, y tras el fracaso de la revuelta aquí fue ejecutado su líder.

Otra revuelta, la de Jack Cade en 1415, entronca con otra leyenda peculiar, según cuenta la crónica el rebelde entró en la ciudad y se proclamó señor de la misma "sobre la Piedra de Londres".  Este piedra (de unos tres pies de alto y dos de ancho y protegida por bandas de metal) está situada frente a la iglesia de San Suitino (Saint Swithin en inglés) en el límite de los distrito de Wallbrook y Downgate. Su edad y función original es desconocida: hay quien afirma que era un altar pagano, quizás elevado por el mismo Bruto, o que era el miliario cero de las carreteras romanas de la provincia de Britania. Parece que en la época de SK, como otros puntos destacados como la puerta de las iglesias o las cruces en las encrucijadas, era un lugar habitual para pegar pasquines y carteles así como para hacer proclamas políticas y religiosas.

En mayo de 1517 los aprendices de Londres inician un motín para expulsar a todos los extranjeros de la ciudad de Londres, a quienes culpan de un empobrecimiento de la ciudad, matando a muchos y saqueando sus viviendas. Este es recordado como el Evil May Day en años posteriores.

Historia moderna
A Londres está asociado el destino de la joven (de 16 o 17 años) Jane Grey, que fue proclamada reina el 10 de Julio de 1553 (a la muerte de Eduardo IV)  y tomó residencia en la Torre, pero su reinado solo duró 9 días, antes de ser depuesta y encerrada en el mismo lugar. Condenada a muerte en noviembre su condena quedó en suspenso. Sin embargo, al año siguiente Londres vuelve a ser objetivo de una rebelión

En enero  el ejército reunido por la rebelión de Wyatt el Joven (a la que se unieron el padre y los hermanos de Jane), intenta tomar Londres pero es detenido por dos veces, la primera al intentar tomar el Puente y la segunda al intentar asaltar Ludgate.  Finalmente Jane es ejecutada en la Torre el 12 de Febrero de 1554. Pronto pasó a ser considerada una mártir de la causa protestante y, según algunos, su fantasma aún se aparece en la Torre en el aniversario de su ejecución.




En 1563 se produce el primer gran estallido de peste en la ciudad en el periodo, que se repetirá con nuevas fuerzas en 1592-1593, 1603 y 1608, con estallidos menores salpicando los periodos intermedios. La peste normalmente estallaba en primavera y el invierno solía dar un respiro a sus embates. 

En 1576 se descubre en Spittlefield, un campo al norte de Aldgate y al este de Shoreditch, un antiguo cementerio. Gran número de urnas funerarias romanas, algunos enterramientos medievales, así como ánforas, copas y otros objetos que parecen haber sido enterrados junto a los muertos. Varios de los cuerpos aparecen con grandes clavos de metal atravesando el cráneo, señal para muchos de una antigua plaga de revinientes.

Persecución  y disidencia religiosa
Durante la época Tudor Londres es un hervidero de disidentes religiosos. Dependiendo de la época protestantes y/o católicos son perseguidos y castigados con mayor o menor intensidad por las autoridades. 

Eduardo VI (reino de 1547-1553) intenta imponer el protestantismo  inglés, aunque se encarcelan prelados y se ponen multas durante su reinado el único quemado en la hoguera es la anabaptista (protestante) Joan Butcher. Durante su reinado hay algunos estallidos iconoclastas (destrucción de imágenes religiosas por parte de protestantes) que aún son visibles en muchas iglesias de Londres medio siglo después. 

Durante el reinado de María Tudor (1553-1558) son los protestantes de todo cariz los que centran las políticas represivas, incluyendo un número significativo de ejecuciones, en torno a las 300. 

Durante el reinado de Isabel (1558-1603) se persigue tanto a los católicos como a los protestantes radicales (puritanos, antitrinitarios y anabaptistas), sin embargo, la mayoría de ejecuciones, al menos técnicamente, no son por herejía si no por otros delitos, como traición y sedición. Sin embargo hay que considerar que, a partir de 1570, ejercer como sacerdote católico o esconder a uno podían ser juzgados como traición.

Lo más común es que los recusantes, aquellos que se niegan a acudir a las ceremonias de la iglesia oficial, sean multados (con cuantías cada vez mayores), apartados de cargos públicos y sometidos a presiones sociales. Solo algunas familias nobles, y cada vez menos, se pueden permitir estos castigos y muchos adoptan una doble actitud, mostrando conformidad en público pero manteniendo en secreto sus verdaderas convicciones

La llegada al trono de Jacobo I (1603-1625), hijo de la considerada por muchos martir católica María Estuardo, hace crecer las esperanzas de los católicos ingleses en una mejora de su situación pero pronto se ven decepcionados. Un grupo de estos católicos desencantados planea en Londres el famoso complot de la pólvora (intentando volar al Parlamento y al rey el 5 de noviembre de 1605), al que Jacobo reacciona endureciendo aún más las leyes anti-católicas.

Casos más peculiares, como el del autoproclamado mesías William Hackett (que fue ejecutado en 1591) o las juzgadas por brujería Joan  Ellyse (1574), Anne Kirk (1599) o Elizabeth Jackson (1602) muestran también la presencia de disidentes menos convencionales pero dedicaré una entrada posterior a estos.


Pursuivants
A partir de 1570 los oficiales reales conocidos como Pursuivants, apodados "Percies" de forma despectiva, están dedicados a la vigilancia de los recusantes y  a perseguir a los sacerdotes católicos que pudieran estar ocultos y practicar su ministerio pese a las prohibiciones (especialmente los temidos jesuitas, considerados como peligrosos agentes extranjeros). Oficialmente formaban parte de la guardia real pero no actúan portando el llamativo uniforme del cuerpo ni la alabarda que portan en los desfiles (que puedes ver en la imagen que acompaña estos párrafos). 

Estos agentes pueden servir como aliados puntuales, al fin y al cabo seguramente los cultos demoniacos y monstruos que enfrentan los personajes no son buenos para la Corona, o como antagonistas, especialmente si alguno de los personajes es católico o disidente religioso de otra naturaleza.  Suelen actuar en grupos pequeños, entre cuatro y seis, dirigidos por el más veterano del grupo. 

Atributos: Agilidad d6, Astucia d6, Espíritu d8, Fuerza d6, Vigor d6
Habilidades: Atletismo d6, Cabalgar d6, Conocimientos generales d6, Disparar d6, Intimidar d6, Notar d6, Ocultismo d4, Pelear d8, Sigilo d4, Una habilidad adicional a d6 (entre Latrocinio, Humanidades, Medicina y Supervivencia)
Paso: 6. Parada: 6 Dureza: 5
Ventajas: Amenazador (+2 a Intimidar)
Desventajas: Canalla (-1 a Persuadir)
Equipo: Espada ropera (fue+1d6, +1 a parada), Jubón acolchado (+1 a dureza en el cuerpo y los brazos), rodela (+1 parada), uno de cada tres, aproximadamente, también puede llevar una Pistola (2d6) y munición para la misma.


La Señora de los Cuervos
Los cuervos son una vista muy habitual en la ciudad de Londres, se alimentan principalmente de la basura que abunda, y cazando otras aves y pequeños animales, y se acumula en distintos puntos de la ciudad. Pero su reputación siniestra los vincula sobre todo con los ejecutados, tanto los comunes de Tyburn como los más aristocráticos de la Torre.

Existe la creencia generalizada de que trae mala suerte hacer daño a un cuervo, hay quien afirma que son vengativos y sus congéneres perseguirán a quien lo haga. Pero en Londres existe además una leyenda más particular, una que afirma que la matriarca más antigua de la ciudad ejerce su dominio sobre sus congéneres desde algún lugar cercano a Tower Hill. La Señora o Reina de los Cuervos puede hablar con voz humana y conoce muchas cosas secretas y antiguas, algunos dicen que lleva viva cientos de años y que adquirió su don al devorar los ojos del cadáver ejecutado o que está relacionada de alguna manera con el antiguo dios-rey Bran.

La Señora de los Cuervos no es malvada, ni pretende en principio hacer daño a los humanos (que son una magnífica fuente de alimentos para sus súbditos) pero puede volverse violenta si se amenaza o daña a estos. También puede ser una fuente de información muy útil ya que los ojos de los cuervos ven muchas cosas que se escapan a los humanos.

Atributos: Agilidad d8, Astucia d8, Espíritu d8, Fuerza d4-2, Vigor d6
Habilidades: Atletismo d6, Conocimientos generales (área de Londres) d12, Notar d8, Pelear d6, Sigilo d6.
Paso: 3. Parada: 5. Dureza: 2
Garra/mordisco FUE+d4
Tamaño -3 (Menudo).
Volar: Paso 30 volando.

Siempre va acompañada de su corte, una Horda de criaturas mediana, que la protegerá en caso de verse atacada o amenazada.

Este es recurso fundamental para haceros una idea de la distribución de la ciudad y donde se encuentran los lugares que nombro (y nombraré en futuras entradas) o simplemente para cualquiera que quiera hacerse una idea del Londres de la época de Shakespeare.

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