África occidental en tiempos de SK: Gentes del imperio Songhai

El imperio Songhai es la nación más poderosa del área durante la mayor parte de  la época que nos ocupa (1550-1610), pero hacia el final del periodo se derrumba tan rápido y espectacularmente (siendo reemplazado por una serie de estados independientes) que resulta difícil de creer. Su extensión y variedad resultan un buen punto de partida para comenzar a describir al variedad cultural y étnica que caracteriza África occidental.

El centro, y corazón económico, del imperio es el curso central del Níger, un terreno en general semidesértico, donde el río constituye la principal vía de comunicación y conexión, pero es (sobre todo) su papel fundamental en las rutas comerciales entre la costa de Guinea y el norte de África lo que garantiza su riqueza y poder. Además forma el llamado delta interior, llamado Masina, una región donde el río se estanca y bifurca, formando una serie (variable con la época del año y el volumen de agua) de ramales, islas, lagunas y lagos, además de terrenos aluviales que permiten la explotación agrícola.

El imperio está dividido en varias provincias cada una con un gobernador, que recibe el título de Farma, Fari o Koi mientras que muchas ciudades, y estados vasallos, cuentan con  un virrey, que recibe el título de Mondyo. Algunos cargos reciben el título, sin una adscripción territorial, como el Hi Koi (que se encarga de las barcazas reales en el Níger), el Hugu-korai-koi (jefe del personal de palacio) o el Fai Mondyo (encargado de administrar la producción de las tierras y esclavos del rey). Estos cargos son nombrados por el emperador y no hereditarios. Pero al contar con fuerzas militares propias son muy importantes para asegurar la sucesión de cada nuevo emperador (especialmente el Kurmina Fari que cuenta con las tropas militares más numerosas) y el Hi Koi (que proporciona los medios para transportarlos a la capital)

No conservamos el nombre de todas las provincias(ni exactamente sus fronteras), pero entre las que conocemos podemos mencionar Kurmina (que incluye todas las tierras occidentales del imperio), Dendi (el sur desde Gao), Masina (el delta interior del Níger) Baghana, Dermi o Kabara.

El emperador está rodeado de gran pompa y boato, en medio de un ritual muy elaborado, incluyendo el que un funcionado, el wanadu, actúa como portavoz, trasmitiendo sus palabras al resto de la corte. 

Es una sociedad muy estratificada, en que la condición social es normalmente hereditaria (por línea paterna, muchas veces la madre pertenece a un estrato social inferior), la nobleza guerrera, que incluye a la familia real, se encuentran en la cúspide. También ocupan un lugar elevado los escribas, especialistas religiosos y similares (y este es el único grupo parcialmente vocacional y no hereditario), y también se considera como libres a la mayoría de agricultores y cazadores. Los artesanos y artistas forman también castas cerradas (aunque sus habilidades sean muy apreciadas) y en el nivel más bajo se encuentran los esclavos, normalmente prisioneros de guerra o descendientes de los mismos, que hacen los trabajos agrícolas no especializados.

Los herreros, entre los artesanos, son en general vistos con una mezcla de respeto y desconfianza por la mayoría de habitantes de África Occidental, y muchos creen que poseen poderes mágicos, que pueden usar para el bien o para el mal, convirtiéndose en brujos. 

Las ciudades del Songhai (de las cuales las más importantes son Tombuctú, Djenné y, la capital, Gao) a menudo reproducen físicamente estas divisiones sociales con barrios separados según los estratos sociales, con los extranjeros en la parte más exterior de la ciudad, y los nobles en las zonas privilegiadas cerca del centro administrativo y religioso, los comerciantes en la cercanía del mercado, etc. El material de construcción más común es el adobe, dando lugar a una arquitectura característica, que aún podemos ver en edificios como la gran mezquita de Djenné (que puedes ver al final del artículo).

En cuanto a su religión la mayor parte del imperio son musulmanes (pertenecientes a la rama sunní) pero perviven diversos grupos que siguen manteniendo sus creencias tradicionales. Además, en amplios sectores de la población, existe cierto nivel de sincretismo, en que algunas formas tradicionales (como el culto a los antepasados o la creencia en la brujería) sigue conviviendo con la religión oficial.

A continuación una breve descripción de algunas de las distinciones étnicas y culturales más importantes dentro del imperio.


Pueblos del imperio

Pueblos songhai

Idioma: songhai

La sociedad songhai está especialmente estratificada y se divida en distintos grupos, casi endógamos, aunque comparten una misma cultura general y lengua. 

Todo parece indicar que su territorio original se encontraba en lo que ahora es la provincia de Dendi (en el curso inferior del río) y que desde allí se expandieron durante un par de siglos antes de ser sometidos por el imperio de Mali. Cuando este imperio entró en decadencia los songhai se lanzaron a una nueva época de conquista, estableciendo las fronteras actuales .

Los songhai se convirtieron mayoritariamente al Islam (en su rama sunnita)  en torno al siglo X, aunque aún perviven comunidades paganas y también hay cierto grado de sincretismo entre ambos sistemas de creencias (por ejemplo cada grupo social y los linajes más importantes cuentan con sus propios espíritus protectores).

La casta guerrera se consideran los descendientes de esos conquistadores y los únicos auténticos songhai. Forman una aristocracia militar, dispersa por el territorio, y  que se enorgullece de su habilidad como jinetes. Como caballería forman la columna vertebral de los ejércitos del imperio.

Una leyenda asegura que estos aristócratas descienden de un pequeño grupo de emigrados que llegaron desde el este, trayendo con ellos las tácticas de caballería que aún utilizan. El Tarikh al-Sudan (el texto histórico más importante sobre el imperio, escrito a mediados del siglo XVII) cuanta que procedían de Yemen y que su líder mató al dios-pez de los habitantes originales de la región de Dendi (en lengua songhai "el sur" o "río abajo"), sometiendo, así, su reino.

Los sorko son otro grupo más modesto, pero imprescindible para el funcionamiento del estado. Muy relacionados con el río, a veces se les llama "amos del río", viven en comunidades a lo largo de sus riveras, practicando la pesca y el transporte de personas y mercancías. De gran importancia para las ciudades del imperio son los cargamentos de arroz de Dendi, imprescindibles para alimentar a su población, que se transporta exclusivamente en las grandes canoas (llamadas kanta) de los sorko. También han demostrado su importancia en el transporte de tropas y más de una campaña se ha decidido por ello.  

Entre ellos, los descendientes de un personaje mítico, Faran Maka Bota, se considera que están naturalmente dotados para la magia, especialmente para la relacionada con la curación, y los curanderos sorko son muy apreciados.

Otros grupos de habitantes del río como los bozo o los somonou son de lengua y cultura mande, pero su forma de vida es, por lo demás, muy similar a los sorko.

La mayoría de profesionales artesanales y artísticos en la sociedad songhai (principalmente tejedores, herreros, pero también músicos y narradores) recae en el grupo social conocido como benyey (singular benya). Estos se supone que son descendientes de pueblos que fueron esclavizados durante la conquista songhai. Aunque ahora son, legalmente, libres siguen manteniendo una relación de dependencia clientelar de un noble songhai, al que deben respeto, a veces rentas y para el que a menudo trabajan, en exclusiva o preferentemente.

Los zarma o zerma constituyen una parte importante de la población rural y agrícola, aunque igualmente hablan la misma lengua y comparten otros rasgos culturales de los songhai se considera que son descendientes de extranjeros y, aunque libres, no son considerados songhai de pleno derecho. Algunos de ellos son, además, esclavos reales, que explotan las tierras personales del monarca y forman el grueso de la infantería del ejército.


Pueblos bereberes 

Idiomas: shilha, tamashek

Las poblaciones bereberes del sahel y el desierto forman también parte de las marcas más septentrionales y orientales del imperio. Muchos de ellos viven de forma seminómada, utilizando el camello tanto para el transporte como para la guerra.

La ciudad de Agadés  (un importante centro comercial en la ruta de los oasis hacia Libia) es, desde su conquista en 1515, el límite oriental del imperio, mientras que las fundamentales minas de sal de Taghaza se encuentran en el limite septentrional (disputadas con el sultán de Marruecos durante todo el periodo). Ambas son gobernadas por sus propias autoridades nativas, que pagan tributo al imperio, pero no están totalmente integradas en el mismo.

Las mismas Tombuctú, y en menor medida, Gao o Djenné también cuentan con una parte de la población que se precia de su ascendencia bereber y que sigue manteniendo sus costumbres y su lengua viva en la ciudad, aunque muchos también hablan árabe, por su papel religioso, y songhai como lingua franca.

Pese a la prohibición islámica muchos bereberes llevan tatuajes, especialmente llamativos los tatuajes faciales de las mujeres, que señalan la afiliación familiar y eventos de su historia. Estos tienen un aspecto fundamentalmente geométrico y, a veces, también se usan diseños temporales pintados con henna. Suelen realizarse en la cara, el cuello y las muñecas.

Taghaza, pese a su importancia económica fundamental (la sal es valiosísima en toda la zona), es un poblado casi desolado; habitado principalmente por los esclavos que trabajan en las minas y con los propios edificios construidos con esa misma sal de roca, azotado a menudo por los fuertes vientos del desierto. Las descripciones de los viajeros hablan de la escasez de comida, la mala calidad del agua del lugar y el gran número de moscas.

Uno de los pueblos bereberes más importantes, los tuareg (con sus ropajes azules característicos) son conocidos en lengua songhai como surgu, que significa "hienas", lo  que muestra (debido a los ya mencionados prejuicios contra estos animales), el poco aprecio del imperio hacia ellos. 


Pueblos fulani

Lenguas: fula

Diversos pueblos que hablan fula residen dentro de los límites del imperio y en otras regiones de África Occidental. Suelen ser comunidades de pastores seminómadas, que aprovechan los escasos recursos del terreno desértico con gran efectividad, pero con densidades de población muy bajas y mucha movilidad. Se desplazan con todos sus enseres, sus rebaños (caprinos, ovinos y bovinos) y sus tiendas; tal es así, que en el siglo XVI aún siguen extendiéndose, imparablemente, hacia el este.

Los jefes fulani reciben el título de ardo que literalmente significa "guía" o "que abre camino", pero la sociedad fulani es relativamente igualitaria y no está tan marcado los grupos sociales y castas como en otras comunidades. 

La mayoría siguen fieles a su tradición pastoral, aunque con los años algunos se han establecido en las ciudades y poblados. En cuanto a religión la mayoría se han convertido al Islam, pero siguen existiendo  pequeños grupos paganos.

Suelen vestir con amplías túnicas flotantes y son muy característicos los sombreros que usan los pastores (a menudo encima del turbante), cónicos y hechos de cañas, con añadidos de cuero en el  ala yen la parte superior. 


Pueblos mandé

Idiomas: malinke, soninke, bozo, bambara

Poblaciones que hablan lenguas mandé son comunes en la parte oriental del imperio, aquella que en su momento constituyó parte de los imperios de Ghana (siglos VIII-XI) y  Mali (desde el siglo XIII). En realidad el fundador de la dinastía reinante en Songhai, Askiya Muhammad I (1443-1538) era, posiblemente, de origen mandé. Según la tradición los mandé (también conocidos como mandinka o mandingos en ocasiones) proceden de la región de manding, situada aun hoy dentro de los límites del reino de Mali.

Existen diversas divisiones internas de los mandé (soninke, malinke.etc); los dyula, en particular, forman una clase de comerciantes extendida por toda África occidental, que tienen prácticamente el monopolio del comercio de polvo de oro. Sus poblados y ciudades suelen estar fortificados, actuando casi como unidades autónomas en su entorno, a menudo con pequeñas fuerzas armadas propias o mercenarias. 

La mayoría de la gente de este grupo cultural es musulmana, pero bambara ("infiel")es (en este contexto) una designación que se utiliza, a veces de forma indiscriminada, para las poblaciones paganas que hablan una lengua del grupo mandé y habitan en el imperio o en sus inmediaciones. Considerados bárbaros por los habitantes de las ciudades y los grupos más islamizados, a menudo son sometidos a la servidumbre o la esclavitud. 

En la sociedad mande tienen gran importancia las sociedades iniciáticas (o ton), hermandades que comparten rituales, canciones y signos secretos. Algunos de estos grupos están formados en base a actividades profesionales como la sociedad de los dozo, formada por cazadores, y que incluye el conocimiento de amuletos de protección contra los peligros de la caza (incluyendo el ahuyentar a espíritus vengativos de los animales), otros funcionan como grupos de edad.


Pueblos dogón

Idiomas: tombo so

Aunque la mayoría de los dogón habitan fuera del imperio existen algunas etnias dogón que si han sido sometidas al poder del Askiya. Estos residen principalmente en la región de las tierras altas de  Bandiagara.

Organizados en grupos familiares, el jefe de cada aldea es elegido entre los más anciano de la misma y recibe el título de Hogon, está sometido a ciertos tabúes particulares. Aún se resisten a la islamización y, al menos la inmensa mayoría, siguen fieles a sus creencias ancestrales. 

No existen ciudades en territorio dogón y la mayoría reside en pequeñas aldeas, dedicadas a la agricultura. Normalmente sitúan sus poblados en escarpados y zonas de difícil acceso. En algunas cosas aprovechan las estructuras (especialmente como cementerio) de un pueblo anterior, llamado en las lenguas dogón tellem ("los que esuvieron antes"), hoy ya desaparecido. Algunas historias dotan a ese pueblo de grandes poderes sobrenaturales y a veces aspecto no totalmente humano.

La estratificación social es menos marcada que en otras sociedades de la zona, excepto quizás los fula, pero, igualmente, algunas profesiones (principalmente los trabajadores del cuero y los herreros) forman sus propias castas.

Otros

La condición cosmopolita y de cruce de caminos del Imperio Songhai y de sus ciudades significa que estos son solo una parte de la variedad cultural de sus dominios, con individuos o pequeños grupos procedentes de todas las tierras circundantes. Algunos individuos también llegan de tierras más lejanas, y tenemos testimonios de gentes llegadas de Egipto o Siria viviendo en la curva del Níger.

Como curiosidad en este sentido mencionar que en Tombuctú se establecieron durante los siglos XIV-XV algunas familias y eruditos de origen andalusí. El componente de origen andalusí también fue importante en la fuerza expedicionaria marroquí que conquista el territorio en 1591 y posteriormente formaron sus propias comunidades al sur de Tombuctú.


Comentarios