El equipo formado por Vincent Brugeas (guionista) y Ronan Toulhouat (dibujante), al que más tarde se añadió el también dibujante y colorista Yoann Guillo, han producido desde 2010 una serie muy abundante de álbumes. La mayoría de estos están centrados en distintos periodos históricos, o dedicados a algunas ucronías igualmente relacionadas con una realidad histórica muy concreta y documentada, especialmente su obra de debut Block 109 (una ucronía sobre la segunda guerra mundial). En este blog, sin embargo, reseñé hace tiempo una de sus incursiones en la fantasía, su El coloso negro de la colección dedicada a adaptaciones del Conan de Robert E. Howard. Brugeas es licenciado en historia contemporánea, pero en sus obras han tocado también la edad media (la recientemente editada en España Cabeza de perro, por ejemplo) o, como el caso que nos ocupa, la moderna (La república de la Calavera). Creo que no es necesario señalar por que este cómic es de interés para el autor de este blog (pero por si acaso)
En este caso estos dos tomos, publicados en 2022 y 2023 en Francia, nos narran una historia ambientada en las llanuras de Ucrania en los años 1630 (precisamente en el momento en que la tensión en la región escalaba, de nuevo, hacia el conflicto armado). Esta es la época en que se suceden una sucesión de revueltas cosacas contra el poder Polaco y también de la guerra Ruso-Polaca de 1632-1634. Precisamente en algún lugar de la campaña rusa comienza el cómic, con un joven húsar, llamado Karlis, impactado ante la magnitud de la muerte y la destrucción ocasionada por el conflicto. Apenas un par de páginas después, nos lanzamos directamente a una persecución, donde Karlis se ha convertido en desertor y fugitivo y sus antiguos compañeros le cazan sin descanso. Por supuesto, el título es lo bastante claro, el fugitivo encontrará refugio con los cosacos de la frontera, y en particular aliándose con el veterano Sachko y la, también desertora aunque en esta caso de su familia tártara, Zahra.
En el primer tomo asistimos a la llegada de Karlis a la comunidad del Sich (el núcleo de los cosacos de Zaporiyia), y la persecución a la que aún es sometido por los miembros de su antigua unidad, especialmente por su comandante Segismundo. La sucesión de encuentros y aventuras se ve únicamente interrumpida por algunas escenas casi costumbristas, aunque idealizadas, de vida en la comunidad cosaca y la presentación de un puñado de personajes secundarios. En el segundo tomo la historia va adquiriendo un alcance más amplio, introduciendo las decisiones de la rada (la asamblea general de los cosacos zaporogos) y también presentando, ya desde la portada, a un nuevo personaje: Yemelian, el hijo de Sachko y antiguo amante de Zahra.
El dibujo de Toulhout-Grillo es dinámico, muy estilizado, con una gran facilidad para la acción. Toulhout se centra en el diseño y dibujo de los personajes, así como la planificación de página, mientras que Grillo (en gran parte a través del color aplicado digitalmente) es responsable de los escenarios y, sobre todo de darle el ambiente adecuado a cada escena. Precisamente el color es uno de los factores que más destacan a primera vista que también se utiliza a menudo para acentuar la sensación de distancia en las vistas más amplias de los paisajes. La multitud de personajes peinados y "embigotados" de forma similar es resuelta con una variedad de fisonomías y vestuarios, tratados con mimo, que mantienen siempre distinguibles a los personajes. También resuelve sin estridencias el dibujo de caballos, que constituyen el acompañamiento inevitable de gran parte de las escenas de acción y de otras más tranquilas, y que podría ser un escollo insalvable para muchos dibujantes menos experimentados.
Las historias de cosacos son un género clásico del pulp de aventuras, que tiene su raíz en la literatura popular especialmente en los relatos de Harold Lamb, que fueron una gran influencia sobre el joven Robert E. Howard (que también escribió sus propios relatos cosacos a la manera de Lamb). En el plano de la literatura algo más respetable tenemos que mencionar, claro está, Tarás Bulba (1835), de Nikolai Gogol (contando además con varias versiones cinematográficas, la primera ya en 1909). En el comic podemos ver influencias tanto de Lamb, especialmente el personaje de Sachko guarda similitudes con el Khlit "el Lobo" de sus historias, como con los hechos narrados por Gogol (ambientados en una rebelión levemente posterior). Todas estas configuran al cosaco como un símbolo ambivalente de libertad y honor, aún con aspectos oscuros de violencia y orgullo. En gran parte estos les asemeja a los piratas en la cultura popular (que Brugeas-Guillo y Toulhout hacen protagonistas de su República de la calavera), si bien con los años la fama de estos últimos ha superado ampliamente a los jinetes de las estepas.
Una característica de la aventura cosaca, motivada por la misma estructura social de sus comunidades, es la escasez de personajes femeninos en estas historias, en realidad en el cómic solo podemos mencionar a Zahra. Aunque el Sich es, realmente, una comunidad casi exclusivamente masculina la ausencia siquiera de referencias a las familias de los cosacos en el cómic, o de otros personajes, es llamativa (creo que únicamente hay una viñeta, a lo largo de los dos tomos, donde vemos a dos mujeres que no son Zahra, sentadas y casi de fondo). ¡Incluso cuando hablamos del pasado de Karlis solo escuchamos hablar sobre su hermano y su padre!
Karlis es un protagonista arquetípico, dotado de habilidades y dones superiores, es increíblemente hábil como jinete, como espadachín y como tirador, dotado de inteligencia estratégica y, como destacan otros personajes, una suerte a toda prueba y un carisma particular. Su historia de rebelión frente a los deseos paternos, que como noble lituano menor desea enviar a su hijo a servir en el ejército polaco para congraciarse con el poder, le hace además inmediatamente simpático, aunque la contradicción de abandonar el ejército polaco, por sus tropelías, para unirse a un grupo conocido por su dedicación entusiasta al saqueo no es plenamente explorada.
En general da la sensación de que a la historia le falta, al menos, un tercer acto (donde quizás se respondiera directamente a esa contradicción antes señalada), con un primer tomo que sirve como presentación de los personajes y la situación, un segundo que ahonda en la historia y nos muestra el desarrollo de la historia principal, a los que le falta un desenlace satisfactorio. En algún momento he leído que el plan de los autores es realizar 4 o 5 álbumes pero, por ahora, no ha salido en Francia el tercero.
En resumen estamos hablando de una buena historia de aventuras, con debilidades en cuanto a lo limitado de su alcance y quizás una querencia excesiva por el tópico, que sin embargo resulta interesante para cualquiera interesado en la historia de la zona (y, claro está, su uso como ambientación rolera).
Puntuación: 7/10
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