Cosas para leer: Caballero Luna: De entre los muertos de Warren Ellis, Declan Shalvey y Jordie Bellaire





Este es uno de esos casos en que el personaje se mueve en el terreno intermedio entre los dos temas que toco principalmente en este blog: los superhéroes y el justiciero pulp. Es evidente que Warren Ellis se siente más cómodo en este terreno intermedio que en el comic de superhéroes convencionales, como demostró en la genial Planetary,  y en sus propias palabras recibió el encargo de reactivar la “franquicia” del Caballero Luna.  Aunque se trata de los primeros números de una colección regular el tomo deja una sensación de arco terminado que permite leerlo de forma independiente, coincidiendo con la marcha del guionista y el dibujante.

El Caballero Luna es, y ha sido durante toda su larga carrera, un personaje menor siempre a la sombra de otros justicieros más exitosos. Sus similitudes con Batman son evidentes, pese a una elección estética aparentemente opuesta; pero sus conexiones con la mitología egipcia y sus problemas de personalidad, así como un pasado oscuro del que carece el héroe de Gotham, le han dado sus rasgos más característicos y han sido explotados de forma distinta por los guionistas para intentar alejarlo de la comparación.

El Caballero Luna es el campeón de Konshu, dios egipcio de la luna y  “protector de los que viajan de noche”, y como la luna posee diferentes aspectos y personalidades. Anteriormente un mercenario, ahora un justiciero, utiliza su mal ganada riqueza en su “cruzada” en nombre del antiguo dios. Durante estos años ha tenido ocasionalmente problemas de personalidad múltiple y encontronazos con la ley. Esto es todo lo que necesitamos saber sobre el personaje y lo que Ellis se asegura de contarnos en las primeras páginas de su etapa, a partir de allí comienzan sus nuevas andanzas.

En este volumen aparece principalmente con dos identidades; como “el señor Luna” (en inglés Mr. Knight), asesor especial de la policía,  vestido con un elegante traje blanco y una máscara del mismo color, pero también aparece con un rediseño de su más tradicional uniforme de superhéroe, con capa en forma de luna creciente.  Marc Spector, la identidad real del personaje, Steven Grant o Jake Lockey, sus alias más comunes, hacen apenas un cameo en determinados momentos, de la misma forma que algunos de sus antiguos aliados se limitan a una presencia testimonial.

El traje de “Señor Luna” con su pulcra y llamativa apariencia es destacado aún más por el trabajo de color de Bellaire, que deja la tela sin colorear ni aplicar sombras como si el personaje saltara directamente de la página en blanco y negro al mundo en color a su alrededor, haciéndole destacar aún más. El rediseño del traje de superhéroe estiliza y condensa muchas ideas de otros diseños anteriores, correcto, pero menos impactante.
La estructura del tomo es sencilla, un primer número que determina el nuevo status quo del personaje (que reconoce pero desecha algunas etapas recientes de su trayectoria), cuatro números que se leen como “casos” independientes y un sexto número en que se presenta un antagonista para nuestro héroe y se ofrece una gran confrontación que cierra el arco de presentación. Lo peor del tomo es posiblemente que estas historias centrales carecen de un hilo conductor o una estructura mayor, siendo en muchos casos ideas muy simples y casi anecdóticas.

El dibujo es un punto fuerte del tomo, ya que ayuda a mantener el tono urbano y realista de las historias, aunque Shalvey también demuestra habilidad para crear paisajes más irreales en el número 4 “Sueño”. El montaje y la narrativa gráfica son a veces más importantes que el guión en si mismo; por ejemplo el número 5 “Escarlata”, que es básicamente una larga pelea mientras nuestro héroe intenta rescatar a una niña secuestrada, con cierta resonancia a Watchmen. El color, o a veces la falta de color como ya habíamos comentado, colabora también en obtener el tono adecuado para cada episodio. Sólo el número 5, titulado "Caja", me parece un punto bajo tanto en cuanto a guión como uso del color y, en general, el menos interesante del  tomo.

En general se trata de un comic correcto, que revitaliza adecuadamente al personaje, con historias episódicas, interesantes pero no memorables, muy ayudado por un dibujo eficaz y un coloreado muy conseguido. 

Puntuación: 7/10

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