Cosas para leer: Hawkman (nº 1 a 25) de Geoff Johns, James Robinson y Rags Morales



Hawkman, y su compañera Hawkgirl/Hawkwoman, eran a finales de los años 90 unos personajes clásicos de DC, con unos pocos fans leales,  pero con una historia complicada y una continuidad confusa. Tan larga y complicada que durante una época su utilización estaba vetada por la editorial. Incluso cuando Grant Morrison, aparentemente, quiso utilizar el nombre de Hawkman para un personaje nuevo, Zauriel, en su  magnífica etapa en  la JLA, le fue negado el permiso por los editores.

Continuidad(es) del Hombre Halcón
Creado en la edad de oro, por Gardner Fox y Dennis Neville, claramente inspirándose en los Hombres Halcón de Flash Gordon. El personaje ocultaba bajo su peculiar máscara a Carter Hall, un arqueólogo y justiciero que era, además, la reencarnación de un príncipe egipcio. Para luchar contra el crimen contaba con un arnés del mítico "noveno metal" que le permitía volar, así como una colección de armas antiguas que le gustaba utilizar. Este primer Hawkman viviría sus aventuras en los comics hasta el año 1951, cuando se produjo la gran implosión de los superhéroes y prácticamente dejaron de publicarse, a excepción de los tres grandes: Superman, Batman y Wonder Woman.

Como otros personajes resucitados en la edad de plata de DC se le quiso dar un giro más de ciencia ficción a su historia y fue reimaginado como un policía alienígena, llamado Katar Hol. Este había venido desde el planeta Thanagar, donde su uniforme era el reglamentario, junto con su esposa y compañera Shayera Hol/Hawkgirl/Hawkwoman, persiguiendo a un criminal y habían decidido quedarse en la Tierra.  Trabajando como conservadores de un museo en Midway City y ocultando, levemente, sus nombres, como Carter y Shiera Hall.

Cuando se descubrió que los héroes de la Edad de Oro de DC seguían vivos en una tierra paralela (que pasó a ser llamada Tierra-2), como en el caso de otros muchos personajes, comenzó a haber dos versiones distintas de Hawkman: el alienígena Katar Hol de Thanagar y el terrestre Carter Hall de Tierra-2. En esta segunda tierra Carter incluso había tenido un hijo, Hector Hall, que a su vez se había convertido en miembro fundador del supergrupo de segunda generación Infinity Inc., con el nombre de Silver Scarab.

Con Crisis infinitas (1986) se intentó acabar con la confusión de las varias Tierras y los personajes redundantes, pero en un principio el trasfondo de Hawkman pareció permanecer fiel a la versión de la Edad de Plata, aunque con ciertas confusiones.

Fue así hasta que en 1989 la miniserie Hawkworld daba una nueva imagen de Thanagar y Hawkman, manteniendo las bases del personaje de la edad de plata pero con un profundo cambio estético e ideológico. Esta era una visión mucho más oscura del planeta, convertido casi en un estado fascista,  y su fuerza policial.  Pero esta revisión era inacpaz de justificar las apariciones del personaje en los años intermedios. Temporalmente, para aumentar aún más la confusión, Katar Hol fue sustituído por otro thanagariano, llamado Fel Andar y en realidad cabeza de playa de una invasión thanagariana contra la Tierra, bajo la máscara de halcón.

Hora Cero, en el 94, intentó solucionar diversos problemas de continuidad del universo DC, entre ellos este. Pero el arreglo en Hawkman, que consistió en "fusionar" las diversas versiones del personaje en una nueva encarnación llamada Dios Halcón, no tuvo ningún éxito y el personaje fue prácticamente dejado de lado durante el resto de la década.



Un nuevo comienzo
Pero a finales de los 90 una nueva colección de la Sociedad de la Justicia de América (JSA) estaba revitalizando a los antiguos personajes de la edad de oro de la editorial, o a sus herederos, en una etapa que demostraba una gran habilidad para, siendo respetuosa con la continuidad, ofrecer nuevos puntos de vista  sobre los personajes o sus legados. Entre estos nuevos héroes con historias antiguas estaba una nueva Hawkgirl, Kiera Saunders, que había heredado su arnés de vuelo de la heroína de la edad de oro y que parecía fundamentalmente ajena a todo el lío de identidad anterior. Fue en esta colección donde comenzó a aclararse una continuidad nueva que intentaba cohesionar las diferentes versiones anteriores, ofreciendo una explicación, basada en la reencarnación y en un antiguo artefacto thanagariano, para las distintas versiones de ambos personajes.

En los guiones de esa colección se encontraban David S. Goyer, más conocido como guionista de cine (entre otras las películas de Batman de Nolan),  y  James Robinson, que ya había hecho algo parecido por el nuevo Starman (Jack Knight), que a su vez fue  sustituido por Geoff Johns, que también había revitalizado un legado heroico de la edad de oro en la divertida Stars and S.T.R.I.P.E.S. Por ello Johns y Robinson (que dejó la colección en el número 10), junto con el dibujante Rags Morales, parecían el equipo perfecto para resucitar la colección de Hawkman.

Continuando las semillas sembradas en la JSA, Robinson y, sobre todo, Johns entrelazan la vida del antiguo príncipe egipcio Khufu y su esposa Chay-Ara, atados a un ciclo eterno de reencuentro, muerte y reencarnación a lo largo de la historia, cuya última encarnación son los actuales Carter Hall (el héroe de la edad de oro) y Kendra Saunders.

Este ciclo, aparentemente inebitable, es debido a su asesinato a manos del sacerdote Hath-Seth (también condenado a reencarnarse), por medio de una daga forjada con el thanagariano "metal Nth", llegado a la Tierra en una nave accidentada.  Al principio de la colección una de las tramas fundamentales es, precisamente, la tensa relación entre un Hawkman, que es plenamente consciente de ese antiguo legado y sus vidas anteriores y el amor que siempre le ha unido a su compañera, y una Hawkgirl  que se niega a aceptar la sumisión al destino o a creer lo que Carter afirma.

Para reiterar esta conexión con la historia los guionistas convierten a Hall, de nuevo, en empleado de un museo de antigüedades, en este caso de la imaginaria de Saint Roch, una ciudad con resabios de Nueva Orleans. Hay números que adquieren, incluso, un aire muy a lo Indiana Jones con nuestros héroes persiguiendo algún objeto arqueológico maldito. A lo largo de la colección Robinson y Johns consiguen repasar todas las identidades de Hawkman, y crear unas cuantas más, formando una historia más o menos coherente con todas ellas. Y lo que es más interante, todas esas historias ayudan a definir y conformar la personalidad del personaje. Pero además  los guionistas consiguen, y esto es muy importante, que no tengas que ser un experto en dicha historia para seguir la colección, todo está resumido y explicado de forma sencilla sin tener que recurrir a números antiguos ni a un conocimiento enciclopédico.

Como protagonista este nuevo/viejo Carter Hall demuestra ser un héroe peculiar, que combina el salvajismo de un guerrero con los gustos y la formación de un erudito. Esta parad es uno de los principales elementos de la caracterización del personaje, que es plenamente consciente de esa tensión interna.  Este contraste entre las dos partes de la personalidad del héroe se ven acentuadas por el escenario que forma Saint Roch, de forma parecida a como Opal City se había convertido en un personaje más de la colección de Starman. Se trata de una ciudad corrupta pero llena de historia y peculiaridades, perfecta para nuestra pareja protagonista en su propia búsqueda del pasado. Quizás son las historias más espaciales, que inciden en la herencia thanagariana del personaje, las que menos me convencen en conjunto, quizás por la dificultad de integrar estas historias con el resto.

Es curiosa también  la forma en que se refleja la relación de Carter con otros héroes, especialmente con Ray Palmer (el Átomo), su mejor amigo en el "negocio", y con Olvier Queen (Flecha Verde), de quien le separa una profunda discrepancia ideológica, aunque (como ya demostró Kevin Smith en su étapa con el arquero) esto no les impide tener momentos de conexión y puntos en común. También es muy interesante la relación del Halcón con Black Adam, el tradicional villano de la familia Marvel, que culmina en el último arco de la colección con el cruce con la JSA "Black Reign".

La personalidad de Kiera resulta también muy interesante, por la tensión entre su creciente atracción por Carter, y por su mundo, y su resistencia a convertirse en peón de un destino que no puede controlar, quiere vivir su vida en sus propios términos. Ella misma también vive una contradicción interna entre pasado y presente que refleja la de Carter, aunque los términos en que maneja esta dicotomía son muy diferentes. Carter es una hombre antiguo viviendo en el mundo moderno, Kendra es una mujer moderna que debe lidiar con un pasado immemorial.  Algo más forzado es el secreto de su pasado personal traumático, un requisito para todo héroe o heroína modernos, pero este sirve, al menos, para ofrecer tramas nuevas. 

Ralph "Rags" Morales consigue dibujar la mayoría de números de esta etapa, creando un aspecto muy unitario para los personajes y su entorno. Su estilo detallado, que recuerda por momentos al del gran Joe Kubert, ayuda a dar realidad a los entornos imaginarios en los que transcurren las aventuras, así como dar una gran expresividad e individualidad a los personajes.A veces, sin embargo, la expresividad parece írsele de las manos y algunas caras resultan extrañamente deformadas por la sorpresa o el entusiasmo. Los detalles que da a la colección del museo de Saint Roch, y al anacrónico armamento al que es tan aficionado Carter, o los rasgos únicos que consigue imprimir a los personajes secundarios son un gran aporte a la labor del guión por dar identidad a esos elementos. Fue este el primer trabajo en el que colaboró con el entintador Michael Blair, mostrando una perfecta unión de los estilos de ambos, que les ha hecho seguir trabajando juntos en otros proyectos posteriores. 

Desgraciadamente después de esta etapa, y con la marcha de Johns, la calidad del comic sufrió un claro descenso. En poco tiempo se perdieron los valores que habían hecho grande a esta versión del personaje y decayó en una serie de historias genéricas y faltas de personalidad.  En cuanto a accesibilidad la etapa Robinson-Johns-Morales es aún relativamente fácil de encontrar en español, en 5 tomos,  o en inglés, en un único omnibus que agrupa los 25 números.

Puntuación: 7/10

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