Personajes clásicos: La Sombra



La Sombra es, junto con Doc Savage y Tarzán, el personaje pulp más icónico y popular hoy día (lo cual, quizás, no es decir mucho) al menos uno de los más recordados. Es, además, mencionado a menudo por ser la, clara y reconocida, inspiración de uno de los grandes iconos del comic de superhéroes: Batman. Incluso algunos afirman que la primera historia del personaje se "inspira" (por no decir nada más) en un relato de la Sombra.

La historia de como se produjo la creación del personaje es,  además, curiosa: originalmente la Sombra apareció, simplemente, como el narrador de un programa de radio, Detective Story Hour, en que la Street and Smith Publications adaptaba historias cortas, extraídas de sus propios magazines pulps de género detectivesco, en formato de serial. Con su voz y su risa siniestra, La Sombra presentaba los casos y hacía comentarios sarcásticos sobre la suerte sufrida por los criminales (al estilo del Guardián de la Cripta en los cómics de EC y en las películas inspiradas por estos), que una y otra vez acababan muertos o en prisión, como mandaban los cánones de la censura. El éxito entre los oyentes de dicho narrador, que no era más que un recurso narrativo para la adaptación de los relatos, llevó a la editorial a pensar que podría existir público interesado en una revista sobre el personaje, que hasta entonces había contado con poco rasgos distintivos más allá de la ya mencionada risa siniestra.

Los editores escogieron a Walter B. Gibson, escritor prolífico y antiguo ilusionista, para que desarrollara el personaje y escribiera las primeras historias, en el año 1931, con un éxito inmediato. Gibson mantuvo durante años un ritmo endiablado de producción: aunque todas las historias fueron publicadas bajo un mismo seudónimo, Maxwell Grant, se calcula que Gibson escribió unas 280 de 325 historias publicadas entre esa fecha y 1949; a un ritmo de dos novelitas al mes durante largas temporadas. En 1949 dejaron de publicarse pulps del personaje, aunque Gibson volvió en años posteriores a escribir, ya bajo su propio nombre, algunas novelas en que retomaba al héroe, introduciendo algunos cambios en su comportamiento y entorno para adaptarse al mundo postbélico.

Al igual que Doc Savage, su principal competidor en cuento a ventas aunque ambos pertenecían a la misma editorial, los héroes pulp como La Sombra fueron prácticamente olvidados en los años 50, con un intento de continuar en formato de cómic que no fueron muy lejos. No acabarían volviendo a la conciencia pública hasta los años 70, gracias a las reimpresiones realizadas por la editorial americana Bantam. Después sería retomado por los cómics (The Shadow aparecería en varias colecciones para DC, con éxito moderado en los 70, 80 y 90, y de nuevo por Dark Horse en 1993) y la interesante, pero fallida, película del año 95.

La Sombra que creó Gibson es un personaje misterioso, maestro del disfraz y del camuflaje, despiadado con los criminales, a los que a menudo manipula para que se destrocen entre sí, sin que su intervención resulte evidente hasta el final. Viste de negro, con un sombrero de ala amplia y una capa flotante y, a menudo, una bufanda roja que oculta parte de su rostro. Su nariz aguileña también es descrita y dibujada a menudo pero nunca queda totalmente claro si es real o sólo parte del "disfraz" de la Sombra.

Al contrario que otros justiciero del estilo, anteriores y posteriores, que actúan solitarios o como mucho acompañados de su eterna novia o su ayudante adolescente, La Sombra cuenta con una amplia red de agentes; personas a las que ha ayudado y que se unen a su lucha contra el crimen, proporcionándole información y recursos, y a menudo siendo convenientemente secuestrados por el villano de turno. Entre ellos destaca Harry Vincent, su agente de mayor confianza, o Burbank, el enclaustrado enlace telefónico entre los diversos agentes.

Aunque usa el nombre de Lamont Cransont se nos indica que ese no es su verdadero nombre y su "identidad secreta" es durante mucho tiempo un completo misterio, no sólo para los personajes sino también para los lectores, así como tampoco se nos describe nunca su verdadero rostro si no solamente los rasgos que adopta en sus diferentes disfrazes. Finalmente se nos desvela, en The Shadow unmask, número de la revista publicado seis años después de la creación del personaje, que su verdadero nombre es Kent Allard, un as y espía de la primera guerra mundial, pero uso no impide que sigua utilizando muchas otras identidades y personalidades. 

La identidad que más a menudo adopta, incluso parece que algunos escritores ocasionales del pulp realmente pensaban que esta era su verdadero nombre, olvidando a Allard, es la ya mencionada de Lamont Cranston: un millonario aburrido a quien sustituye cuando este está fuera de la ciudad,  incluso ante sus amigos íntimos. 

Dibujo en blanco y negro que muestra una escena de lucha. La Sombra, en la parte derecha de la imagen, lanza utilizando lo que parece un movimiento de judo a un criminal contra una pared de tablas, diversos objetos permiten suponer que la pelea se produce en un callejón
Para simplificar, en los seriales radiofónicos, Lamont Cranston era la identidad real de La Sombra dejando la cuestión de Kent Allard totalmente de lado. Aunque la película de los 90 sigue el mismo camino, en la novelización (escrita por James Luceno), a mi entender mejor que la misma película, es fiel a los pulps y deja claro que Cranston es sólo otra máscara más para el justiciero.

Las razones de la guerra contra el crimen de Allard nunca quedan muy claras, sin que se nos describa un trauma concreto que le lleva a lanzarse a la caza de los criminales. Quizás simplemente, al estilo de Bulldog Drummond, tras la guerra mundial, nuestro héroe buscase un nuevo reto, un lugar donde hacer uso de sus habilidades excepcionales. 

La naturaleza y alcance de sus habilidades también es contradictorio entre las diferentes versiones y a lo largo de las décadas. En las revistas originales parece, nunca podemos estar seguros, que nuestro héroe no es más que tipo con una gran habilidad como luchador e inteligencia casi sobrehumana, con dotes de espía y de ilusionista (recordemos que Walter Gibson era, él mismo, mago) pero sin ninguna clase de poder sobrenatural. 

Pero, de nuevo por simplificar la narración, el serial radiofónico introdujo un cambio, dotando al personaje de poderes hipnóticos sobrehumanos, aprendidos en el "lejano oriente", y específicamente el poder de "nublar la mente de los hombres", poder que en la práctica (y según conveniencia del guion) lo convierte en prácticamente invisible. Con el tiempo, estos poderes terminaron apareciendo también los pulps y las novelizaciones, así como en las varias adaptaciones cinematográficas por lo que hoy día es difícil pensar en la Sombra de otra manera.

No es el único caso en que los guiones del serial radiofónico o las películas terminaron viéndose reflejados en el pulp; también tuvo origen en las ondas la aparición de Margo Lane, el interés romántico por excelencia de La Sombra, que apareció por primera vez en el serial en 1937 y más tarde hizo su aparición en el pulp y las aún posteriores novelas (provocando, por cierto, reacciones airadas de los fans más recalcitrantes, si es que hay cosas que no cambian)

Hay rumores sobre que Sam Raimi prepara una nueva película de La Sombra para el 2010, algunos dicen que sólo como productor y otros que también como director. Teniendo en cuenta el trabajo hecho en Darkman (1990) creo que podría hacer una gran película, divertida y emocionante, sobre la Sombra (eso si, por favor, que este ambientada en los 30, su tiempo natural)

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