Cosas para leer: Los guerreros de Dios, Integral 2. Philippe Richelle y Pierre Wachs



Publica Ponent Mont la segunda parte de esta serie, cuyo primer tomo comenté para La soga

Allí pretendía hacer una reflexión sobre como la ficción, especialmente la popular, se retroalimenta con la idea común del pasado y sobre el relato histórico que acompaña a buena parte de la ficción sobre las guerras de religión; como nos encontramos discursos y  protagonistas cortados por un mismo patrón en gran parte de ella. Sirvan esas reflexiones igualmente para este segundo tomo y no me detendré particularmente en ellas.

La Matanza de San Bartolomé se convierte en título del último álbum incluido en este integral y clímax de la obra. Este terrible acontecimiento, este trauma histórico, representa uno de los episodios más oscuros de estas guerras, no solo por su violencia si no también por los problemas y misterios en torno a su motivación, ejecución y responsables. Lo cierto e innegable es que en París, y en menor medida en otras ciudades del reino, se produce un estallido de violencia (parcialmente espontáneo, parcialmente dirigido) que lleva a la muerte  a miles de hugonotes (el número de muertos es también materia de disputa) y que ya sirvió como climax (y para dar título) a otra serie de cómic ambientada en la misma época y reseñada aquí

Quién dio la orden final, o quién simplemente aprovechó las circunstancias, cuál era el objetivo y cuán cercano fue este al resultado obtenido, o cuánto se fue de las manos a sus instigadores, es interpretado de formas distintas en distintos medios y autores. Wachs y Richelle eligen a sus culpables, situados en la corte, y quizás dejen de lado demasiado la faceta popular de dicho evento, que el ya mencionado San Bartolomé de Boisserie y Stalner consiguen traer más al frente. 

La evolución del personaje de Boissac continúa, alejándose del bando católico aún más, mientras el impresor Favre casi desaparece, lo cual hace que esta vez el desequilibrio narrativo sea más notorio, de forma que mientras seguimos asistiendo a los movimientos de ambos bandos la historia a nivel personal es sobre todo la de uno de ellos. Como ya sucedía en el primer volumen la trama política ocupa un espacio que deja menos para el desarrollo de los personajes o la aventura pura y dura.

En el dibujo Wachs afina más el trazo, mostrando mayor soltura en la composición, ayudado por un coloreado muy conseguido, con una magnífica representación de época. Llama la atención la casi ausencia de grandes escenas de masas, las batallas o las sublevaciones se ven normalmente en planos cortos, pequeños grupos y carecemos de imágenes de conjunto de ellas. También los paisajes urbanos, aunque bien recreados, son en general limitados en su enfoque y alcance.

Continúa siendo notorio el contraste entre el retrato de los Coligny o Condé frente a los Guisa (aquí aparece ya Enrique) aunque es una pena que, al terminar la serie con San Bartolomé y la muerte de Coligny no podamos ver más que un breve vislumbre de la figura de Enrique de Borbón. En realidad el final resulta un poco abrupto, como si los autores hubieran llegado al límite de su interés de pronto al cerrar la historia de de Boissac, aunque dejan abierta quizás la puerta a una continuación dinástica de la serie más adelante. 

Puntuación: 7/10

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