Lugar misterioso: Châteu de Faussesflammes


El Château de Faussesflammes o, también, de Malinbois se encuentra en la provincia histórica francesa de Averoigne, en el departamento de Puy-de-Dôme, en las estribaciones del macizo central, muy cerca de la abadía de Perigon. El cuerpo principal del castillo està formado cuatro altas torres, parcialmente derribadas, que rodean un pequeño patio de armas, además de un cuerpo adicional, más bajo añadido en una época posterior, que servía como residencia en tiempos de paz y contiene también la capilla.

Las leyendas siniestras sobre el castillo comienzan muy pronto, en documentación del siglo XII ya se menciona los usos de ladrones y saqueadores de los sucesivos señores del castillo, así como acusaciones de brujería y otros crímenes. El más infame de los señores ladrones de Malimbois fue también el último, Hugh du Malinbois (1323-1364), que tras su muerte cayó en un largo periodo de abandono y ruina, mientras la gente de la región intentaba borrar el lugar de su memoria. En la imaginación de los campesinos él y su esposa, Agathe, en realidad no habrían muerto si no que habrían seguido ocupando el castillo, gracias a un pacto con las tinieblas, alimentándose de la sangre de los vivos. Aunque la palabra vampiro tardaría aún muchos años en ser utilizada por los campesinos de Averoigne el concepto era ya plenamente conocido por los asustados viajeros que debían atravesar la región. Una balada de finales del siglo XV, atribuida al poeta Gérard de L'Automme, cuenta una siniestra visita al castillo, mágicamente restaurado y la supuesta destrucción de la pareja de no muertos. Sin embargo las leyendas no se han acallado y todo parece indicar que siguen actuando al menos hasta la Revolución.

El castillo de Faussesflemmes para Solomon Kane RPG
Los personajes que vagen por Averoigne en la época del juego corren muchos peligros. El bosque que ocupa el centro de la región se considera plagado de hombres lobo, aunque otros responsabilizan de los ataques y depredaciones a astutas bandas de criminales que utilizan el miedo a su favor. Las autoridades religiosas, tanto las católicas como las reformadas, lanzan su anatema contra las prácticas de muchos de los campesinos que aun practican antiguos y oscuros cultos paganos, entre ellos el del dios-sapo conocido como Sadoqua, mientras que en las ciudades de la región tienen su sede, desde hace siglos, varios conciliabulos de hechiceros. Gaspard du Nord, que en el siglo XIII o XIV tradujo el infame Libro de Eibon al francés residió en la ciudad de Vyones y puede que sus herederos aún práctiquen allí su magia.

El Chateau se encuentra al norte de la región, está lejos de los actuales caminos y es difícil llegar hasta ella. Los campesinos afirmaran desconocer donde se encuentra, o que alguna vez existió, aunque las historias sobre el bandido señor inmortal de Malimbois se murmuran en las posadas y en los caminos. Sin embargo a menudo los señores del castillo tienden trampas para guiar a los incautos a sus garras, especialmente Agathe que a menudo finge ser una dama perdida o en apuros.

Si llegan al castillo de día lo que encontraran será una ruina desolada, aunque no completamente arrasada, sin rastro de vida, en realidad será fácil descubrir que ningún animal parece acercarse al lugar y que incluso los insectos evitan la zona. Si inspeccionan el interior descubriran una estrecha puerta que baja hacia la más completa oscuridad y las húmedas catacumbas. En diversas salas, distribuídos de forma aparentemente fortuíta se encuentran varios cuerpos momificados, en un sorprendente estado de conservación. Algunos de ellos llevan restos de ropa antigua, pero otros visten indumentarias sorprendentemente modernas. Estas momias son los cuerpos de las víctimas del señor de Malinbois y su amante, y destruirlas o llevárselas no servirá para nada.

De noche la visión es totalmente distinta, el castillo aparece entero, con sus torres intactas y sus muros en perfecto estado, aunque igualmente la ausencia de vida llamará la atención de los que estén más atentos. Allí el señor recibirirá a los visitantes en soledad, sin criados de ninguna clase, su aspecto es cadavérico y viste con un anticuado traje de terciopelo negro, si se dejan guíar por él serán conducidos a la sala de banquetes, donde por fin podrán ver más gente. Pero estos parecen perdidos en sus propias conversaciones e ignoraran a su visitante. En realidad son los espectros de los viajeros asesinados (y si alguno vió las momias durante el día descubrirá, quizás, que uno de los invitados lleva el colgante que llevaba una de estas) y están aprisionados en esta sala por toda la eternidad.

Agathe y Hugh tienen una afición por jugar con sus víctimas, ofreciéndoles una rica cena y descanso antes de acabar con sus vidas. La magia de Agathe suele garantizarles cierta seguridad frente a sus enemigos. Por supuesto los personajes pueden enfrentarse a los vampiros y derrotarles, pero si sus cuerpos reales (que se encuentran en un mausoleo, fuera del castillo) no son destruídos no tardaran mucho en volver al castillo a continuar con sus maldades.

Para el señor de Malinbois utilizar las estadísticas de Vampiro occidental tal y como aparecen en el libro básico. Para Agathe utilizar las de súcubo. En caso de necesitarlo utiliza las características de Fantasma para sus invitados, aunque normalmente no atacaran ni actuaran de ninguna manera.

En la Edad Contemporánea
Durante la Gran Guerra el alto mando francés reconstruyó y ocupó parcialmente el castillo con intenciones no aclaradas. Según los pocos informes desclasificados se trataba de una instalación médicas de alguna clase, quizás relacionados con las innovadoras técnicas de transplante siguiendo los trabajos del desaparecido Doctor Frederic Lerne (1856-1906?) Sin embargo, finalizado el conflicto el lugar fue vaciado de todo rastro de dichos experimentos y clausurado sin haberse dado a conocer nada de lo allí sucedido. Los rumores que señalan a la realización de experimentos con sujetos afectados por el vampirismo parecen estar más allá de toda posibilidad de confirmación.

Hoy el castillo vuelve a estar legalmente desocupado, pero las gentes de bien que viven en las proximidades no pueden evitar mirarlo con aprensión y algunos afirman que en lo más oscuro de la noche aún pueden verse luces fantasmales en las torres más altas. ¿Se trata del no muerto Hugh que ha vuelto a su antiguo señorío? ¿algo quedo atrás cuando los investigadores abandonaron la fortaleza? ¿alguien está aprovechando la fama de maldito del castillo para llevar a cabo sus planes criminales? queda a discreción del narrador determinar la verdad sobre estos rumores.

Para el interesado en los fenomenos extraños la región de Averoigne es de lo más interesante. No muy lejos de las ruinas de Malimbois se encuentran también otros lugares de mala fama; por ejemplo en las colinas del norte se encuentra el castillo de Ylourgne que, a finales del siglo XII, también fue motivo de historias sobre siniestros rituales, y la creación de un homúnculo de proporciones gigantescas, por el infame mago Natharie, que sigue siendo personaje de historias populares aún hoy día. También es necesario comentar las abundantes historias sobre licántropos habitando en los bosques cercanos, confirmados por un gran número de autos de la Inquisición local a lo largo de varios siglos.

Notas:
-Averoigne, el castillo de Malimbois/Faussesflammes y muchas de las localizaciones citadas en esta entrada, es una versión fantástica de la provincia francesa real de Auvernia, por lo que a veces puede ser difícil mezclar la geografía real y la ficticia.

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