Cosas para leer: Indiana Jones and the Philosopher's Stone


Este libro continua la serie de Indiana Jones de la editorial Bantam, iniciada con Peligro en Delfos, que nos cuenta aventuras de Indiana Jones anteriores a El Templo Maldito (recordemos que cronológicamente esta es la primera película de la serie) pero posteriores a las Aventuras del joven Indiana Jones. En esta el puesto de escritor pasa del denostado Martin Caidin, autor de dos novelas consideradas las peores de la serie, a Max MacCoy. Este es un autor con una obra literaria relativamente escasa, en la que destacan por su cantidad, ya que su calidad la desconozco, las novelas ambientadas en el salvaje oeste norteamericano, además también trabaja como periodista y columnista.

La edición es la típica de tapa blanda americana, pequeño tamaño y escasos lujos, entre los cuales apenas podemos contar la magnífica portada. Esta es una ilustración del grandísimo Drew Struzan, como en el resto de la serie, que realiza un montaje bastante genérico. Aunque el dibujo es de la calidad habitual las referencias utilizadas tanto para Indy, sin duda proveniente del mismo Templo Maldito, como para Sallah, en este caso con el aspecto que tiene en Indiana Jones y la Última Cruzada, son demasiado obvias y poco disimuladas. La contraportada muestra un hidroavión, suponemos que italiano, y un templo-pirámide escalonado que se corresponde con las primeras escenas de la novela.

McCoy realiza un buen trabajo de caracterización, por primera vez en esta serie tenemos a un Indiana Jones que nos resulta ya completamente reconocible como el personaje de las películas, e incluye la aparición siempre agradecida de algunos queridos secundarios, no sólo de Brody si no también del ya mencionado Sallah. Los diálogos y las acciones de nuestro protagonista, y sus acompañantes, resultan creíbles y naturales, casi puede uno imaginarse a Harrison Ford soltando alguna de sus réplicas, incluso con los gestos adecuados.

Como en todo el material de la franquicia situado antes de la película resulta paradójica la inclusión de múltiples elementos sobrenaturales en esta aventuras, que contrasta con la actitud descreída de nuestro arqueólogo en su primera aventura cinematográfica. De todas maneras me parece que este problema ha sido exagerado por algunos fans del personaje, personalmente no creo que el hecho de tener algunas experiencias con lo sobrenatural te predisponga a aceptar cualquier misterio como sobrenatural a partir de allí. Este es un elemento que a menudo se pierde de vista en los juegos de rol con elementos sobrenaturales pero situados en un entorno "realista"; demasiado a menudo la actitud de sorpresa e incredulidad ante lo sobrenatural desaparece, siendo reemplazada por una aceptación simple de lo que en realidad consideraríamos completamente imposible.

Como el título indica esta entrega de la serie lleva a nuestro arqueólogo a la búsqueda de la famosa Piedra Filosofal de los alquimistas. Sin embargo la novela, al igual que las películas, comienza en medio de otra aventura; en este caso la búsqueda de la calavera de cristal de Cozán (un artilugio diferente que la que aparece en su última incursión en las pantallas), en las selvas de la Honduras Británica (actual Belice) en el año 1933. Se trata de un objeto supuestamente maldito: se dice que aquel que la robe estará condenado a matar a aquella persona a quien más ame, y esta maldición se convierte en un elemento fundamental, presente como hilo conductor, en las novelas siguientes de McCoy. Pero, casi cuando acaba de "apropiarse" de la pieza, esta le es sustraída por unos misteriosos agentes italianos, que sirven  como sustitutos de los nazis.

Este prólogo da entrada a la búsqueda principal, que se inicia con un Indy que se resiste a actuar como agente para su gobierno, que ha mandado  reclutar al famoso profesor Jones preocupados por el robo del celebre manuscrito Voynich. Un principio, como notaréis, que es tomado casi literalmente de En Busca del Arca Perdida. Pronto descubrimos que detrás de ese robo se encuentran los mismos agentes italianos que se apropiaron de la calavera de cristal y conocemos la identidad de su líder, un interesante personaje original, Leonardo Sarducci: investigador de lo oculto y escritor de panfletos políticos (posiblemente inspirado, al menos en parte, por Julios Evola)

Durante las siguientes páginas Indy llegará a Inglaterra, donde conocerá a la que se convertirá en su compañera de aventuras para esta y las siguientes novelas: Alicia Dunstin, la cual guarda un secreto antiguo, relacionado con la piedra y su localización. De nuevo el interés romántico del héroe es una mujer "célta" con un pasado misterioso relacionado con secretos druídricos, como ya sucedía con la Deirde Campbell de las noveles escritas por MacGregor. Ambas en realidad resultan personajes demasiado similares, pero aquí la presión dramática adicional, creada por el peligro de la maldición, le da un toque más interesante a su relación.

Como es habitual, el viaje hasta Inglaterra es sólo la primera parte de un periplo que le llevará a lugares exóticos y finalmente hasta la Libia ocupada por los italianos, donde los nativos llevan a cabo una resistencia desesperada contra el poder colonial. Es un ejemplo de como el libro hace un uso inteligente de los personajes y situaciones históricas en beneficio de su trama, introduciendo a personalidades como el famoso aviador Italo Balbo de forma muy inteligente. La introducción de Sallah, lejos de su país y su ciudad, resulta más forzada.

El libro incluye un breve epílogo en que algunas de estas materias son presentadas desde una perspectiva menos fantástica, permitiendo separar, hasta cierto punto, ficción de realidad. Esta característica editorial que comparte con los otros libros escritos por McCoy para la serie y que, aunque muy resumidos, sirve para situar algunos de los elementos utilizados en relación con su contexto.

Como comentario personal al margen, me resulta una pena (aunque resulta comprensible si las ventas no acompañan) que la publicación de las novelas de Indiana Jones por parte de Dolmen se haya detenido en las escritas por Rob MacGregor, en mi opinión muy inferiores a esta, y especialmente a la siguiente Indiana Jones and the Hollow Earth, tanto en argumento como en caracterización.

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