Lugar Misterioso: Los hijos de Alejandro en Oriente

Alejandro de Macedonia, llamado el Grande, es una de esas figuras históricas que por sus actos, por la forma de vivir su vida, ha alcanzado una talla casi mitológica. 

En un periodo de tiempo extremadamente corto, desde un pequeño reino montañoso considerado bárbaro por lo griegos, forjó un imperio que se soñaba universal; el que dicho imperio se desmembrara a su muerte, más que redurcir su leyenda ayuda a conferirle un aura mítica: es una historia que ha provocado admiración desde entonces y que muchos aspirantes a conquistadores han soñado con emular. 

Ya poco después de su muerte autores como Callistenes o Onesícrito introdujeron los primeros elementos mitológicos en sus historias del rey, pero fue en siglos posteriores cuando ese material fue adquiriendo un carácter cada vez menos histórico y más legendario. Tanto en Europa como en Oriente las leyendas de Alejandro eran un género presente en la literatura culta, véase el Libro de Alexandre castallano o el Shahsname persa (Incluso muchos estudiosos piensan que la figura que aparece en el Corán como Dhu-Qarnayn "el de los dos cuernos" no es otro que Alejandro). 

A menudo en Asía, desde Persia hasta la India, el nombre con el que se recuerda al gran conquistador es Iskander, Sacander o Sikander. Es en esta región donde centraremos hoy nuestro interés: se trata de un área muy amplia, de gran interés para aventureros y buscadores de fortuna en los años 20 y 30.

No me interesa aquí hablar sobre la suerte de los grandes estados sucesores del de Alejandro, para ello el material en los libros de historia es más que suficiente y a ellos me remito, tanto su nacimiento como su desarrollo y su desaparición están bien documentados. 

Si debo mencionar, para que resulte claro todo el desarrollo posterior, que la región que nos ocupa (una amplia región entre Afganistán, Norte de la India, Himalaya y las estepas centro asiáticas) fue gobernada durante más de dos siglos por gobernantes helenísticos: 

Por un lado el imperio Seleucida (312-65 a.c.), por otro el llamado reino Grecobactriano, que se separó de aquel en el 250 a.c. y continuaría existiendo en la región del Hindukush hasta ser destruido por los tocarios en el 125 a.c., y, finalmente, el reino o reinos Indogriegos, que se extendieron por el norte de la India hasta poco después del cambio de era con una cultura curiosamente mestiza. 

Mi interés es centrarme en algo mucho más pequeño que eso: a lo largo de los años se han acumulado testimonios que hablan de que, aún muchos siglos después de la desaparición de estos reinos, han sobrevivido ciudades, o enclaves aún más pequeños, hoy olvidados por el mundo en su conjunto, que se proclaman descendientes de Alejandro y sus soldados. 

Geografía física y humana 
Los lugares de los que hablaré en esta entrada se encuentran en Afganistán o en regiones cercanas, en un área que coincide parcialmente con el trazado de uno de los ramales de la Ruta de la Seda. 

Es, en resumidas cuentas, una gran encrucijada de civilizaciones del centro de Asia, en el centro de las rutas históricas de migración y de conquista; por ello el mosaico de etnias es muy complejo de trazar, con una gran variedad de pueblos: afganos (pastunes), tajiks, uzbecos, turcomanos, hazaras, etc. 

También el mapa lingüístico es complejo, las lenguas más habladas son el dari, relacionado con el persa, y el pashto, junto con otros menos extendidos, como el urdu en la zona sur, diversas lenguas túrquicas al norte, etc. afortunadamente gran parte de la población es bilingüe y domina uno de los dos idiomas principales además de la suya propia. 

En general, la mayoría de la población  de la región es de religión musulmana sunita; animistas, chiíes, mientras que budistas, tengrianos, judíos y cristianos son claramente minoritarios, y en muchos casos deben enfrentarse a la presión, incluso la persecución, de la religión mayoritaria. 

La geografía nos presenta terrenos muy variados, que ofrecen profundos cambios de vegetación y clima; así nos encontramos las alturas montañosas del Hindo-Kush y el Himalaya, el desierto de Taklamakan, las inhóspitas estepas abiertas pero también fértiles valles regados por alguno de los abundantes ríos de la región. 

Todo ello en un terreno dado a los extremos, con, demasiado a menudo, fríos glaciares o calores sofocantes sin solución de continuidad.

Políticamente se trata de una región muy desunida, con gobiernos tribales y clanes casi independientes, junto con poderes centrales normalmente débiles e inefectivos o demasiado lejanos para asegurar un control total del territorio. 

Para más inri se encuentra en el centro de las ambiciones tanto de los rusos (zaristas primero y soviéticos después) como de los británicos en lo que secularmente se ha dado en llamar el Gran Juego. 

La creencia de diversos geógrafos y politólogos de que quien domine estas áreas del Asia Central dominará la economía mundial, y el futuro del mundo, siguen presente en la mente de muchos estadistas e ideólogos contemporáneos de los años 30. 

Las intrigas de la guerra civil rusa, y la intervención de potencias extranjeras, vienen a complicar aún más en los años 20 la escena política de toda esta región. 

Historia de estas poblaciones 
El mismo testamento de Alejandro, conservado en el libro XIII de Diodoro Sículo, habla de las intenciones del rey de llevar a cabo asentamientos de griegos en las regiones orientales de su imperio y viceversa, imitando una política bien probada por los imperios mesopotámicos tradicionales.

Durante toda su vida llevó a cabo abundantes fundaciones, ciudades en muchos casos llamadas Alejandría (del Oxo, del Caucaso, etc.). Pero todas estas grandes ciudades, generalmente conocidas, fueron conquistadas, más tarde o más temprano, por otros pueblos que asimilaron o eliminaron la huella cultural helenística. 

Por ello la localización de muchas de estas ciudades  hoy es un misterio, sólo recientemente (para los años 20-30) equipos de arqueólogos han comenzado a descubrirlas (un buen motivo este para que los aventureros se encuentren en la zona). 

La variada y cruenta historia posterior explica que la mayoría de rasgos cultures de estas gentes de estirpe griega haya desaparecido, dejando tan sólo algunos testimonios artísticos, un puñado de historias y tesoros arqueológicos, pero poco rastro visible reconocible. 

Sin embargo, la idea de un vínculo difuso con el mundo helenísitco si se ha mantenido, en algunos casos durante largo tiempo: en el siglo XIII Marco Polo afirma que los soberanos de Badakshan (la parte más oriental de Afganistan) afirmaban ser descendientes de los soldados de Alejandro. 

Aún hoy etnias completas siguen defendiendo su relación con los macedonios, como los kalasha (de los que hablaremos luego) o los tajiks. 

Curiosamente en muchos de los asentamientos supervivientes de los que hablaremos a continuación se conservan leyendas que hablan de un futuro regreso de Alejandro/Sikander, quizás recuerdo de una promesa nunca cumplicada, interrumpido por la repentina muerte; estas ocasionalmente han sido aprovechadas por aventureros modernos para aprovecharse de los nativos o conseguir el poder en las mismas, proclamándose la reencarnación del largamente esperado monarca. 

Los largos siglos de desarrollo independiente, e influencias diversa, han provocado grandes cambios en su configuración original, tanto humana como geográfica. 

En esta entrada no trataremos sobre otros asentamientos o grupos humanos que afirman estar relacionados con migraciones posteriores desde el área mediterránea (como los supuestos descendientes de legionarios romanos que también pueden encontrarse por gran parte de oriente)

Attalus (Provincia de Nangarhar, Afganistán)

Según creencia de los propios habitantes de Attalus esta fue una colonia de veteranos del ejército macedonio, situada en un valle montañoso muy aislado en la zona sur de Afganistán.

Un visitante contemporáneo al parecer fue capaz de comunicarse con ellos gracias a su conocimiento de griego clásico (aunque desgraciadamente su informe no nos permita conocer el dialecto que utilizaban estos pobladores, lo cual podría habernos dado pistas más seguras sobre su identidad) también describe su arquitectura como similar al arte ático (o al menos a la idealización del mismo que la mayoría de los occidentales modernos identifican).

No conocemos demasiados detalles sobre la historia de los siglos que nos separan de su fundación, así que no es posible saber qué papel jugo la ciudad en los movimientos de población y las invasiones que se han sucedido en la región. 

El nombre de Attalus, en castellano Átalo, no ayuda tampoco a la identificación: aunque existió un general de Alejandro de ese nombre, que acompañó al rey en su campaña en la India, no parece tener vinculación directa con la ciudad. La conexión con la dinastía Atálida de Pergamo (Asía Menor) que reinó entre el 230 y 133 a.c. (cuando el reino fue cedido a Roma) parece aún más remota. En realidad de los habitantes de Attalus que conocemos uno utiliza un nombre ilirio (Bardilis) y otro un nombre clásico griego pero muy asociado con la era helenística (Ptolomeo)

La presencia de rasgos arcaizantes, extraños ya entre los griegos de la época de Alejandro (y más entre los semibárbaros macedonios), así como algunos únicos, desconocidos entre los griegos históricos (la peculiar forma de monarquía, por ejemplo) me ha llevado ha suponer que esta comunidad desciende de alguna clase de sociedad o secta tradicionalista que quizás se escondió en el valle para mantenerse "pura" en contraposición a los proyectos más universalistas e interculturales del propio Alejandro. La utilización del dialecto ático y las formas arquitectónicas clásicas parecen señalar en ese sentido.

Actualmente Attalus está prácticamente aislada,  se encuentra en un valle de difícil acceso y en muy malas relaciones con los habitantes del área circundante, con los que mantienen muy escasos, y tensos, contactos comerciales. El valle cuenta con pequeñas vetas de mineral de hierro y oro, además de posiblemente alguna clase de gema, que explotan con métodos tradicionales, bastante rudimentarios. 

Practican la ganadería, cabras sobre todo, y la agricultura, especialmente trigo y viñedos, siendo el vino uno de los productos que intercambian con sus vecinos (pese a ser estos musulmanes y por ello supuestamente abstemios). 

Aunque existen algunos ejemplos muy vistosos de edificación, templos de estilo ático por ejemplo,  estas provienen en su mayoría de época de la fundación de la ciudad y ya apenas se levantan nuevas construcciones, se trata de una sociedad en decadencia que ha perdido cualquier impulso creativo y se limita a recordar glorias pasadas.

A lo largo de los últimos años han adquirido de sus vecinos, mediante el comercio o como botín tras algún enfrentamiento violento, algunos fusiles primitivos de chispa, junto con algo de pólvora y munición, pero no son particularmente hábiles con las mismas y prefieren el combate cuerpo a cuerpo. También han adoptado las espadas curvas propias de la zona en vez de las espadas rectas o en forma de hoja más típicamente griegas. 

Sólo hay dos accesos al valle: uno a través del Camino del Rey, con un Muro que cierra el extremo abierto de valle y que permanece siempre vigilado por un puñado de attalianos armados, y otro el Camino de las Águilas, un dificilísimo paso tallado en la pared de un desfiladero y que permanece sin vigilancia al considerarse inadecuada para el paso de una fuerza militar.  La ciudad en sí cuenta con una muralla de piedra para completar las defensas.

La ciudad-estado es gobernada por un rey, pero este cargo no es hereditario, ni siquiera vitalicio: el rey (de nuevo es una pena que nuestro informador no nos indique la palabra que utilizan los mismos attalianos para designar a su gobernante) es el guerrero más fuerte de la ciudad y sus principales funciones son la administración de justicia, en la que es asistido por la Gerusía, un consejo de ancianos, y la dirección de la guerra. Para otras cuestiones existe una asamblea ciudadana. 

Todos los varones, desde los 13 años hasta que la edad se lo impide, son guerreros y tienen derecho a presentarse ante la asamblea. Aunque nuestro informador no lo ha especificado suponemos que utilizan cierta cantidad de mano de obra esclava, posiblemente capturados entre los pueblos de las colinas cercanas.

La endogamia presente en la limitada comunidad de la ciudad podría explicar la preeminencia de ciertos rasgos físicos, como el cabello rubio o los ojos azules, en gran parte de la población pero seguramente también explica la incidencia de enfermedades hereditarias entre dicha población.

Sikandergul (Provincia de Kafiristán/Nuristán, Afganistán) 
Situada en la región o provincia de Kafiristan (nombre antiguo que se refiere a la condición de kafires "paganos", no musulmanes, de sus habitantes) o Nuristan (el nombre musulman, adoptado a finales del siglo XIX, que significa "tierra de la luz"). 

El pueblo de los kafires, o nuristanos, sigue siendo tribal, y presenta un tipo físico en que son algo más comunes el cabello rubio y los ojos azules que entre la población circundante,  lo que ha llevado a muchos a dar pábulo a la identificación con descendientes de europeos.

Otras posibilidades, que los vinculan con antiguas poblaciones como los tocarios también se han argumentado así como el rastro de antiguas migraciones prehistóricas de poblaciones del norte de asia (actual Siberia). Están cultural y genéticamente relacionados con los kalasha, grupo étnico muy minoritario presente en regiones septentrionales del actual Pakistan y también asociados en la antropología decimonónica con supuestas migraciones europeas.

Su idioma es también diferente al de las gentes del entorno, si bien de raíz indo-irania y no relacionado, que sepamos, con el griego en ninguna de sus formas. Tradicionalmente los nuristanos estaban divididos en dos grupos siah-posh o "de túnicas negras", y safed-posh /lall-posh" o "de túnicas blancas/rojas". 

Los nuristanos mantuvieron sus creencias religiosas únicas hasta finales del siglo XIX cuando, por la acción del emir de Afganistán Abdur Rahman Khan (1844-1901), la región fue conquistada y, forzosamente,  la mayoría se convirtieron al islam cuando se prohibió la práctica de la religión tradicional en torno a 1895. 

Esta persecución religiosa provocó que algunos kafires, aquellos que quisieron mantenerse fieles a su religión, abandonaran la región, estableciéndose en regiones circundantes o incluso remotas, buscando una mayor tolerancia religiosa. Para los años 30 ya la inmensa mayoría han abandonado totalmente sus creencias ancestrales o solo las practican en privado, ajustándose públicamente a la religión musulmana mayoritaria. 

En estas creencias destacaba el papel de una serie de dioses, por lo que se cree de origen indoiranío, pero con una pequeña influencia helenística.

Entre los dioses más importantes de los kafires se contaba:
- Un dios creador supremo llamado Dezau (lingüísticamente la misma raiz que el Zeus griego o el Dios castellano)
- Nirmali (Diosa de los nacimientos)
- Indr (dios similar al Indra hindú)
- Giwis (un victorioso dios guerrero)
- Jestan (un demonio que aparece en la tierra con aspecto de perro*)
- Jestak (diosa de la fuerza vital que protege a los niños).

Celebraban ciertos rituales estacionales y daban gran importancia a los sacrificios de animales y a la pureza ritual (al estilo del shinto japonés o a la veneración del fuego persa), veneraban a las montañas como lugares sagrados (por estar cerca del cielo) y creen en la existencia de espíritus de los bosques y las montañas similares a ninfas. 

*No deja de recordarme al ídolo, en forma de perro alado, de los caníbales habitantes de la Meseta de Leng


Sikandergul es, o era como veremos a continuación, no una verdadera ciudad si una especie de ciudad santuario, unión de monasterio y templo, sede de un culto que la leyenda local vinculaba a Sikander (variación del nombre de Alejandro).

Las formas externas del culto y la vida cenobítica de los sacerdotes recordaban a las lamaserías budistas. Los monjes tenían prohibido hacer la guerra y participar en los enfrentamientos endémicos entre las tribus, considerándose un agente neutral en todas ellas. Sin embargo la ciudad se a construido de forma que sea fácilmente defendible, situada en lo alto de una meseta casi innacesible, excepto por una serie de estrechos puentes colgantes que pueden ser cortados en caso de necesidad.


Los pocos occidentales que han visitado el lugar han relacionado también las creencias y organización de los monjes de Sikandergul con la masonería, incluso con la utilización del ojo que todo lo ve y el compás masónico, pero esta que punto esta identificación es cierta no puede probarse.  Los seguidores de ideas teosóficas han argumentado que en realidad estos rasgos señalan a la presencia antigua de agentes de la Logia Blanca tanto en la raíz del culto en Sikandergul como en la masonería occidental. 

La población de Kafiristán trataba con extremo respeto, casi con miedo, a los monjes de Sikandergul, incluso interrumpiendo sus habituales enfrentamientos violentos en su presencia. Estos monjes tenían muy poco contacto con el exterior, excepto cuando recogían las ofrendas de los distintos clanes, oficiaban las  antiguas ceremonias sagradas estacionales o, más raramente, cuando deciden intervenir en la política local por algún motivo. 

Es muy posible que Sikandergul fuera destruida y saqueada durante la época de la conversión religiosa forzosa de los kafires de la que hablamos antes, y el cambio de nombre de la región. 

Sin embargo hay insistentes rumores de que la casta sacerdotal de Sikandergul escapó de la persecución hacia la India británica, más tolerante religiosamente, y se ocultara allí quizás guardando con ellos algunos de los tesoros y secretos de su ciudad santuario. 

Para los interesados en cuestiones más crematística decir que la región de Nuristán es conocida como fuente de gemas semipreciosas como kunzitas (de color rosa o morado) y turmalinas (gran variedad de colores, pero en Nuristán predominan las verdes y azuladas).
Chanri-Ha (Norte del Tibet) 
Esta ciudad situada en las estribaciones de los montes Kunlun, en el limite norte del Tibet propiamente dicho con China, es más antigua que los viajes mismos de Alejandro, en realidad sus habitantes no se consideran descendientes de este, aunque el paso del gran consquistador macedonio dejó una huella indeleble en la misma que nos permite incluirla aquí junto con las demás.  Las similitudes entre Chanri-Ha y Sikandergul son muchas y algunos creen que derivan de una misma tradición, si bien alterada por mucho siglos de aislamiento mutuo. 

Junto con los edificios de aspecto innegablemente tibetano, tanto en la edificación como en la decoración, un puñado de ellos parece ser de factura helénica, con columnas dóricas acanaladas y mármol blanco, pero también parece haber una significativa influencia mongola, china o india. 

Se encuentra en el centro de un valle fértil de clima sorprendentemente benigno, pero rodeado de altas montañas, aislado y fácilmente defendible por pequeños grupos de guardias a caballo, que utilizan dramáticas máscaras demoniacas para atemorizar a los visitantes. Sus habitantes no utilizaban, y aparentemente no conocen, las armas de fuego aún en 1938.

El valle era gobernado por los sacerdotes-guerreros del templo de Chanri-Ha, con mano de hierro. Los trabajos más pesados son realizados por esclavos, capturados de tribus enemigas, que son tratados con brutalidad.  En general aquellos que han visitado la ciudad se han mostrado horrorizados ante las prácticas de los habitantes de la región y se han apresurado a señalar su asociación con cultos siniestros y la parte más oscura de la leyenda de Shambala.

Fue en el momento álgido de su campaña de conquistas que Alejandro llegó a Chanri-Ha, posiblemente ordenando la construcción de un templo, y diversas ofrencas artísticas, para honrar a los dioses locales como realizó en otros centros religiosos ocupados durante sus viajes. Posteriormente el macedonio sería divinizado por la tradición local como el dios Zander. 

Siglos después otro conquistador, en este caso Gengis Kahn, también pasaría por el valle dejando su impronta como el dios Khan. Posteriormente ambos dioses sería sincretizados con el nombre de Zan-Khan. 

 La religión practicada por el templo es una mezcla de diversas influencias, la estructura del templo y la vida monocal parecen muy relacionadas con el budismo lamaísta, incluyendo la creencia en Yama, el rey de los infiernos, pero conviviendo con varios dioses locales, como Olutru de la Tormenta, Gembo o el ya mencionado Zan-Khan. Además se realizan sacrificios humanos con cierta regularidad. 

A lo largo de los años el templo ha acumulado muchas riquezas en forma de ofrendas y saqueo, que son guardadas celosamente por los custodios del mismo. Pero además de las riquezas en oro y ofrendas también se guarda aquí un rico tesoro intelectual, antiquísimas escrituras en bloques de madera, en sánscrito y, un puñado de ellas también en griego, forman una gigantesca biblioteca en galerías excavadas en la montaña. 

 El doctor Herny Jones Jr., que visitó la ciudad en 1938, aventuró la teoría, basándose principalmente en la similitud fonética y ciertos rasgos (la antigua biblioteca, su condición climática excepcional...), de que esta ciudad sería la fuente original de la leyenda de Shangri-La pero a la vista de otras informaciones, ya referidas en una entrada anterior, tiendo a discrepar de su opinión.

También su informe nos hace temer que la ciudadela de Chanri-Ha habría sido destruída, o al menos muy afectada, por un ataque aéreo realizado por el ejército japonés en 1938. 


Nota especial: En las fuentes de la época pulp las teorías "racialistas" están en boga y se incide repetidamente en la presencia de individuos de piel clara, ojos azules o pelo rubio como señal de la segura ascendencia griega (o romana o aria)  entre estos pueblos. Los británicos (y los norteamericanos) y los alemanes soñaban una Grecia blanca de la que se consideraban herederos morales, paradójicamente anteponiendose a los descendientes históricos de estos pueblos.

Que los kafires, los kalasha o cualquiera fuera considerado como blanco tenía una carga simbólica mucho más importante para las mentalidades de estos años que para nosotros (llegando por ejemplo a argumentars en su momento que Gran Bretaña debía acudir en apoyo de los nuristanos contra el emir de Afganistán por esa supuesta y remota conexión).

Sin embargo estos rasgos físicos no significan nada más que eso, y no son desconocidos entre poblaciones históricas de la zona (como los ya mencionados tocarios, por poner sólo un ejemplo) Estudios genéticos más modernos sobre algunos de estos grupos han planteado serias dudas sobre la existencia de ninguna relación entre estas poblaciones y los actuales europeos (aunque pueden apuntar a lejanos vínculos prehistóricos), lo que de nuevo nos debe hacer plantearnos muchos de los supuestos que pretenden asociar erróneamente tipo físico y cultura.

Comentarios

  1. Bien Jose. Ya sabes que el tema de los reinos helénicos en asia central es algo que me interesa bastante desde hace algún tiempo. A ver si algún día lo aprovechamos para alguna partida. Recuerda que el último personaje que me hice para SOTC tiraba por esos derroteros, así que podría dar bastante juego (estaría en su salsa,vamos)

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