La cabeza y el cráneo, como contenedoras del cerebro y por tanto el receptáculo físico de la mente humana, tienen una particular importancia mística y mitológica de forma que en el blog hablaré de varios objetos de gran poder que tienen forma o son cabezas en un sentido u otro.
Así en los círculos ocultistas europeos y americanos se habla, entre susurros, de diversas cabezas proféticas de bronce o latón, bien esculturas con dicha forma, bien (según los más siniestros) verdaderas cabezas humanas, cubiertas de planchas de estos metales; las cuales, en determinadas circunstancias, poseen poderes para descubrir las verdades ocultas y desvelar los conocimientos más arcanos. Se desconoce el número de estas Cabezas de Bronce que existen realmente, y cuántas de estas son auténticas y realmente "funcionan", y cuantas son solamente un objeto de arte o curiosidad para los eruditos.

Aunque algunas descripciones hablan de ellos como creaciones tecnológicas, es decir producto de la relojería, los engranajes y mecanismos primitivos (y es posible que algún genio mecánico realmente pueda construir un ordenador analógico primitivo con esta forma), parece obvio suponer que la magia juega algún papel en su funcionamiento. Por ello diversos grimorios y textos ocultistas dan instrucciones, contradictorias y a menudo incompletas, para la creación de estos instrumentos afirmando que su poder deriva en realidad de ciertos símbolos y rituales que atan a un espíritu, demonio o elemental, al objeto material que se convierte en su "vasija" y prisión. Los experimentos realizados con algunos de estos textos, se han demostrado infructuosos lo que me lleva a suponer que (al menos la versión de los textos que he podido consultar) el ritual descrito en los textos es incorrecto o, más probablemente, incompleto.
La tradición habla de un número limitado de ella, la mayoría creadas durante la Edad Media por diversos sabios, filósofos naturales y reputados magos. Una de las historias más conocidas vincula la creación de la misma a Roger Bacon (1214-1294), pero también se dice que Gerbert d'Aurillac (945-1003), que sería papa con el nombre de Silvestre II, o el valenciano Arnau de Vilanova (1235-1311), sólo por citar unos cuantos, habrían conseguido tal prodigio. Pero incluso sabios de la antigüedad fueron vinculados a esta clase de oráculos, se asegura que el gran poeta Virgilio poseía una y ya en la antigüedad tardía también el filosofo Boecio (480-524/525) contaría con el consejo de una de estas. En una subasta en la famosa casa de Ausperg (Viena) durante los años 20 se subastó una de estas cabezas de bronce, según el catálogo un ejemplar alemán del siglo XIII, relacionada posteriormente con una serie de cruentos asesinatos, nunca suficientemente explicados.
Una de las escenas más populares durante siglos relacionadas con la cabeza de bronce es la que aparece en la obra de teatro isabelina The Honorable Historie of Frier Bacon and Frier Bongay de Robert Greene (estrenada probablemente entre 1588 y 1592 y publicada en 1594, de la que aparece una imagen más abajo). Esta obra presenta una versión ficticia de Roger Bacon estaba inspirada en un panfleto anterior (de en torno a 1555). En dicha obra la cabeza cuanta, se nos dice, con el poder de crear una fortificación mágica en torno a la isla de Gran Bretaña, pero el mago es incapaz de permanecer despierto durante la espera para adquirir dicho poder, y tras decir solemnemente tres frases "el momento es ahora", "el momento fue" y "el momento ha pasado", la cabeza cae al suelo y se rompe en mil pedazos. Esta escena, con toques satíricos y anticlericales, se reproducirá a menudo en los siglos siguientes. Esta historia se vincula especialmente a la ciudad de Oxford e incluso se afirma, de forma en realidad anacrónica, que el nombre del colegio oxoniense de Brasenose (en realidad fundado en 1509) debe su nombre a dicho experimento.
Hay quien afirma que esta clase de artilugios tienen un origen bíblico, o al menos la Biblia proporciona los ejemplos más antiguos que se conocen. El Antiguo Testamento habla en varias ocasiones de los teraphim, traducido normalmente como ídolos, objetos adorados por los antiguos cananeos, abandonados a regañadientes tras la conversión al monoteísmo; estos textos no proporcionan ninguna descripción de los mismos. Diversos comentarios antiguos sobre el texto hablan de ellos como ídolos en forma de cabeza humana, otros afirman que se trata de verdaderas cabezas momificadas, bajo la lengua de las cuales se introducía una pequeña pieza de metal con símbolos mágicos grabados.
El rabino y erudito italiano David ben Isaac de Pomis (David de' Pomi) (1524–1594), entre otros, dice que estas siniestras figuras, bajo unas condiciones astrológicas concretas (en determinadas horas, de determinados días), servían como oráculo para sus poseedores. Es posible que los sellos y símbolos utilizados hoy día provengan de la tradición cananea prebíblica, o quizás de fuentes más antiguas (como símbolos heredados de la Ciudad sin nombre o Irem de los Pilares en el desierto arábigo) filtradas a través de esta. Algunas piezas primitivas de oriente próximo (por mencionar entre otros diversos ejemplares excavados en Jericó por el arqueólogo británico John Garstang a mediados de los años 30) no están cubiertas de bronce si no que se trata de cráneos emplastados con arcilla, sobre la que se graban igualmente símbolos ocultos.
En el mundo clásico el modelo mitológico para estos instrumentos podríamos rastrearlo en la leyenda de Orfeo, cuya cabeza decapitada, pero aún capaz de hablar y cantar, sería llevada por las olas hasta la isla de Lesbos junto con su lira. Allí, en una cueva cerca a la ciudad antigua de Antissa, se habría establecido un oráculo pero tiempo después este habría sido acallado por el dios Apolo, según la Vida de Apolonio de Tiana, por desviar a los peregrinos de su propio oráculo en Delfos. Por ello es posible que estas cabezas en el entorno influido por la cultura clásica sean conocidas también como cabezas u oráculos de Orfeo. Otros lo asocian con el guerrero de bronce Talos, que según el mito protegía la isla de Creta de piratas e invasores antes de ser destruido. El origen mismo de Talos es ciertamente misterioso, según algunas leyendas sería un autómata fabricado por el dios Hefesto según otra descendería de una especie prehumana de humanoides de aspecto broncíneo (en algunas tradiciones se le representa además con alas y/o como un gigante).
Si nos vamos a otros paralelismos mitológicos fuera del mundo clásico podemos encontrarnos con la cabeza del dios Bran del Mabinogion galés o la cabeza embalsamada del sabio gigante Mímir, que aparece en la Heimskringla escandinava. También hay que señalar la posible conexión con los secretos de Egipto ya que se dice que en la antigüedad los sacerdotes de dicho país conocían el secreto para crear imágenes parlantes con la efigie de los dioses.
A efectos prácticos cada una de las cabezas de bronce existentes se trata de la prisión de un espíritu, demonio o servidor de los Otros Dioses que es mantenido prisionero de la misma mediante los sellos y glifos que la decoran. No sólo eso, sino que esos símbolos igualmente le obligan a contestar la verdad, hasta el límite de sus conocimientos, a las preguntas que se le realicen. Sin embargo es necesario pagar un precio por este conocimiento, la cabeza debe ser alimentada con sangre fresca antes de cada consulta, aunque esta no tiene que pertenecer necesariamente a la misma persona que realiza la pregunta. Algunas descripciones afirman que la cabeza sólo puede contestar con "sí" o "no", pero otras permiten una contestación más prolija. Aunque se dice que la cabeza no puede mentir si puede dar información interesada u ocultar parte de la verdad, normalmente con la peor intención posible. Cualquier rotura de superficie exterior de la "cabeza" o deterioro de los sellos y símbolos puede liberar al espíritu, normalmente enfurecido por los años (incluso siglos) de aprisionamiento y servicio.
Cabezas de Bronce para SoTC
Cualquier persona que quiera utilizar una de estas Cabezas necesita verter una cantidad significativa de sangre sobre la mimsa, lo que implica imponerse a si mismo, u a otro, una consecuencia media de Debil por la pérdida de sangre. A cambio puede realizar a la cabeza una única pregunta relacionada con su área de conocimiento (normalmente Misterios) que le permite utilizar la habilidad de la cabeza (Fantástico +6 o mejor) en vez de la suya propia para una única tirada o declaración. Es posible hacer otra pregunta a continuación, vertiendo más sangre y sufriendo en dicho caso una consecuencia grave, Al borde de la inconsciencia, y una tercera, pero en ese caso el resultado es quedar fuera de combate (y posiblemente la muerte)
Por supuesto alguien malvado o con intenciones más siniestras puede usar la sangre de otra personas para obtener respuestas de la cabeza.
En caso de usarse para una declaración el narrador puede, si lo desea, hacer una segunda declaración, secreta, sobre el mismo tema (representando información que el espíritu ha preferido dejarse en reserva).
Habilidades: Misterios (Fantástico) +6, Engañar (Grande) +2
Aspectos: espíritu prisionero, mentiroso patológico
Dos diferentes versiones de este artefacto pueden encontrarse en Cthulhu Causebook (para la Llamada de Cthulhu) y en Pulp Gear (para Savage Worlds) que han servido de inspiración para la que se ofrece aquí.
La historia de la Cabeza de Bronce subastada en los años 20 en la Casa de Subastas Ausperg, de hecho, también puede encontrarse en español, en un arcano tomo llamado "El Manicomio y otros relatos". Ciertamente no sé si alegrarme de pillar la referencia a la primera o preocuparme...
ResponderEliminarDicho lo cual, cuando te pase Los Invisibles (cuando los acabe, vaya) espero que puedas sumar algo más, al menos alguna referencia perdida. ;)
Interesante, interesante. ¿No se habla tambien de Alberto Magno como poseedor de una cabeza de este tipo?
ResponderEliminarAzirafel:
ResponderEliminarPues no sabía que ese módulo aparecía en el Manicomio. Y si, a ver si me pasas los Invisibles muchacho
Deka Black:
Si, Alberto Magno también se dice que tenía una de estas, y muchos más. A veces parece que las fabricaban en serie :)
¿Y a usted le parecería mal que yo, citándole como Dios manda y con todo respeto, me llevara este texto a FUDGE Feldkirch?
ResponderEliminarUn placer y un honor Luis
ResponderEliminarSumamente interesante Cadvalon. Enlace guardado por ahí
ResponderEliminar:)