Paco Ignacio Taibo II, entre otras muchas cosas el responsable principal de ese querido y magnífico caos que es la Semana Negra, escribe en este caso una lograda novela de aventuras, con ciertas notas de encanto surrealista en momentos y una adecuada, y medida, ironía en otros. Alejándose del mero pastiche (aunque el mismo lo califique como tal), en que el autor moderno intenta imitar el estilo y los manierismos del creador del personaje, esta novela es un acercamiento al espíritu de la obra original pero sin abandonarse a la personalidad del otro. En todo momento Taibo sigue siendo Taibo, aunque junto a Salgari la influencia de otros autores también se dejan sentir en toda la novela, la de un Philip José Farmer que es respetuosamente citado en la dedicatoria o la de Karl May y Conan Doyle que prestan también algunos de sus personajes al divertimento.
También hay cierta modernización de las actitudes sexuales y del vocabulario procaz de los personajes impensables en las novelas de Salgari, aunque el autor se esfuerce en simular las fantásticas descripciones y lugares comunes del italiano. También la explicitación del subtexto político es aportación de Taibo, que pone aquí más de su propia cosecha que de los inocentes relatos originales, la lucha anti-colonial de Sandokán es aquí más moderna, más articulada, casi revolucionaria de una manera que su padre literario no podía soñar. Es posible que a algunas personas este último factor, el mensaje político, les resulte un pero para disfrutar del libro, en mi caso no es así aunque algunas veces resulte algo forzado. Interesante es la importancia que cobra Yañez de Gomara, más cercano al lector, y supongo que al escritor, que el más superhumano Sandokán y que pronuncia algunos de los mejores diálogos del libro.
Al comenzar la novela nos encontramos aquí a unos semi retirados Sandokán y Yáñez, que se ven envueltos en las maquinaciones de una siniestra organización, el Club de la Serpiente, dirigida por el que se convertirá en la mayor mente criminal del siglo XIX. Y el tratamiento que se da a este personaje, al buen entendedor…, me parece magistral, utilizando la ambigüedad y las contradicciones sobre su historial y personalidad como parte integral de su historia (de forma parecida, aunque en otro registro, al manejo del pasado del Joker en El Caballero Oscuro) Según avanza la novela, cierto tono crepuscular que se deja sentir al principio desaparece, como si el volver a la aventura, a la “batalla”, funcionara como un elixir de la juventud para los viejos héroes. Ya su primera aparición nos dice “Los dos hombres salieron de la niebla lentamente, como si renacieran” y es que lo que queda claro es que los viejos héroes de las lecturas juveniles nunca mueren, sólo esperan en algún rincón apartado de nuestra mente el momento para volver a la acción.
Además de la novela en sí el libro cuenta con un prólogo y un epílogo en que Taibo aclara algunos de los principios "metodológicos" y posibles puntos oscuros de la trama, explicando el motivo detrás de las decisión de utilizar ciertos elementos literarios y no otros, o aclarando posibles confusiones cronológicas.
Resumiendo, un libro que a mi personalmente me ha gustado mucho pero que posiblemente no sea para todos los gustos, especialmente recomendado a amantes de la mitografía creativa y fans de los piratas malayos.
También hay cierta modernización de las actitudes sexuales y del vocabulario procaz de los personajes impensables en las novelas de Salgari, aunque el autor se esfuerce en simular las fantásticas descripciones y lugares comunes del italiano. También la explicitación del subtexto político es aportación de Taibo, que pone aquí más de su propia cosecha que de los inocentes relatos originales, la lucha anti-colonial de Sandokán es aquí más moderna, más articulada, casi revolucionaria de una manera que su padre literario no podía soñar. Es posible que a algunas personas este último factor, el mensaje político, les resulte un pero para disfrutar del libro, en mi caso no es así aunque algunas veces resulte algo forzado. Interesante es la importancia que cobra Yañez de Gomara, más cercano al lector, y supongo que al escritor, que el más superhumano Sandokán y que pronuncia algunos de los mejores diálogos del libro.
Al comenzar la novela nos encontramos aquí a unos semi retirados Sandokán y Yáñez, que se ven envueltos en las maquinaciones de una siniestra organización, el Club de la Serpiente, dirigida por el que se convertirá en la mayor mente criminal del siglo XIX. Y el tratamiento que se da a este personaje, al buen entendedor…, me parece magistral, utilizando la ambigüedad y las contradicciones sobre su historial y personalidad como parte integral de su historia (de forma parecida, aunque en otro registro, al manejo del pasado del Joker en El Caballero Oscuro) Según avanza la novela, cierto tono crepuscular que se deja sentir al principio desaparece, como si el volver a la aventura, a la “batalla”, funcionara como un elixir de la juventud para los viejos héroes. Ya su primera aparición nos dice “Los dos hombres salieron de la niebla lentamente, como si renacieran” y es que lo que queda claro es que los viejos héroes de las lecturas juveniles nunca mueren, sólo esperan en algún rincón apartado de nuestra mente el momento para volver a la acción.
Además de la novela en sí el libro cuenta con un prólogo y un epílogo en que Taibo aclara algunos de los principios "metodológicos" y posibles puntos oscuros de la trama, explicando el motivo detrás de las decisión de utilizar ciertos elementos literarios y no otros, o aclarando posibles confusiones cronológicas.
Resumiendo, un libro que a mi personalmente me ha gustado mucho pero que posiblemente no sea para todos los gustos, especialmente recomendado a amantes de la mitografía creativa y fans de los piratas malayos.
UF. Subtexto politico...
ResponderEliminarBuena reseña. No lo he leído y desde luego me has animado a ello.
ResponderEliminarBueno Luis espero que te guste. Y Deka, si te molesta el tema político mejor será que te mantengas alejado :)
ResponderEliminarY quizás sea la yuxtaposición de lecturas... pero ¿no habría molado un crossover con Cthulhu?
ResponderEliminarLo tengo en la pila de libros. Sale Moriarty (¡Moriarty!)
ResponderEliminarPor cierto, ¿has leído a José Luis Zárate? Es cojonudo y un tío estupendo, además. (La ruta del hielo y la sal (aka) El viaje del Demeter).
Puwa no, no he leído nada suyo, me pondre a ello. Espero que te guste el libro, yo creo que la diversión no te la quita nadie-
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