Cosas para leer: The Black Beetle en “Sin Salida” por Francesco Francavilla


El autor italiano Francesco Francavilla es un viejo conocido de los aficionados al comic de inspiración pulp; su trabajo como colorista, portadista y dibujante ha ido ganando reconocimiento y ha conseguido ganar diversos premios de prestigio en el difícil mercado americano. Su estilo clásico, con abundantes referencias al pulp pero también al cine serial y de género de los años 30, 40 y 50,  muy personal, y su coloreado no realista se ha convertido en una marca de fábrica propia. Este es, sin embargo, su primer trabajo importante como autor completo, donde puede realmente dejarse llevar por sus propios gustos.

Su página web, the art of Francesco Francavilla, es siempre una visita agradecida para el aficionado, con abundantes ilustraciones dedicadas a los iconos del género y a sus propios personajes. The Black Beetle nació en 2009 como un proyecto de webcomic  en dicha página web que se vio  interrumpido por sus cada vez más numerosos trabajos para las grandes editoriales. Fue finalmente la editorial Dark Horse quien dio ocasión al autor de terminar la historia en forma de miniserie, y así finalmente nos encontramos con el tomo ahora publicado en España por Planeta DeAgostini.

El Escarabajo es un justiciero que reune elementos de la tradición más pulp con otros tomados de los primeros superhéroes, especialmente Batman, y de las historias de ciencia ficción de los 40. La historia que da título al tomo “Sin Salida”, abunda también en la referencia al género negro con un argumento de gangsters y peleas en clubs nocturnos. La historia corta “turno de noche” sin embargo deriva más en algunos tópicos del relato neopulp, con nazis persiguiendo un objeto arqueológico de connotaciones sobrenaturales.

En general la estructura de la historia, con sus finales en suspense (a menudo con nuestro héroe en situaciones aparentemente imposibles) refuerza las conexiones con el serial cinematográfico o radiofónico de la época. “Turno de noche” incluso se abre con una significativa imagen de una vieja radio. Francavilla utiliza montajes de página muy llamativos y poco convencionales unidos al coloreado no naturalista para darle un aire único al comic.

Ninguna de la dos historias es un relato de origen, que en realidad muy poco nos es desvelado sobre el personaje principal. Al estilo de otros justicieros no conocemos ni su nombre real, ni cuales son sus motivaciones ni el origen de sus fantásticos artilugios. Ante nosotros aparece el héroe ya creado de forma que podemos aceptarlo tal y como es, confiando en que más tarde o más temprano se nos ofrezca alguna información sobre estos elementos. Pero quizás si algo se puede criticar del comic es que su argumento sea quizás algo convencional y suene a ya leído una y mil veces. Sólo la habilidad narrativa de Francavilla consigue que durante un momento nos olvidemos de ello y lo leamos como algo nuevo.

Resumiendo, una aventura de lo más interesante con un dibujante que hay que seguir de cerca y un personaje que todavía tiene mucho que mostrarnos. La parte gráfica destaca claramente sobre un argumento demasiado convencional.

Puntuación: 7/10

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