Cosas para leer: Doc Savage y el castillo solitario. Kenneth Robeson


 Gracias a unos amigos, a quien no se lo he agradecido lo suficiente, llegaron hace tiempo a mis manos unos cuantos ejemplares de la edición en castellano de Doc Savage y la Sombra realizada por editorial Molino y su colección Hombres Audaces. Entre ellas este ejemplar de una de las historias fundamentales del Hombre de Bronce, donde se descubre la existencia de la guarida secreta de Doc en el Polo Norte, el “castillo solitario” del título,  normalmente traducido como “La Fortaleza de la Soledad”. También es la historia donde se introduce el personaje de John Sunlight, el único villano que se enfrenta a nuestro héroe en más de una ocasión y, según diversas especulaciones en la página de Wold Newton Universe, incluso el hijo, secreto quizás incluso para él mismo, del héroe.

La historia se abre con la fuga de un grupo de criminales de una prisión ártica sovietica, muy lejos del ambiente neoyorquino con el que comienzan la mayor parte de historias del magazine. El grupo es comandado por el despiadado “John Sunlight” (evidentemente un alias) y en su huida encuentran un misterioso domo azul, que se alza en medio de las extensiones heladas, y una comunidad de inuits viviendo a su sombra que afirman no saber nada de la misma.

Por supuesto descubrimos pronto que esta cúpula de un misterioso material cristalino no es otra cosa que el refugio ártico del Hombre de Bronce. Un lugar donde se retira cuando quiere estar solo, donde realiza algunos de sus experimentos y donde custodia invenciones y armas diseñadas por él o arrebatadas a los más peligrosos villanos.  Doc debe enfrentarse en esta ocasión pues a algunas de sus propias invenciones en manos de un villano totalmente despiadado que está dispuesto a vendérsela a innominadas naciones balcánicas en guerra.

Lamentablemente esa maldad y la increíble inteligencia de Sunlight es algo que la narración nos reitera pero que raramente, si alguna vez, vemos en acción. Además en este libro cuenta con la absurda colaboración de, nada más y nada menos, dos mujeres forzudas de circo norteamericanas llamadas Titania y Gigantia, y su hermosa, pero innegablemente estúpida, hermana Fifi. Y no por el hecho de ser mujeres si no por que su personalidad es tan absurda,  producto de una extraña mezcla de prejuicios machistas, de forma que “estropean” cualquier escena en la que aparecen: para el autor son un chiste y están escritas como tal en todo momento.


El relato no es, pese a su importancia, de los mejores de la “saga”, la costumbre de Doc de guardarse información, tanto ante los lectores como ante sus supuestos compañeros, resulta en este caso casi ofensiva y terriblemente peligrosa.  Tiene, como suele ser habitual, algunos momentos de acción interesantes y la idea de la fortaleza y su arsenal de armamento, así como el villano principal son lo que más se  puede valorar de la historia. Tal es así que Sunlight ha sido repetidamente resucitado por autores posteriores para volver a enfrentarse a Doc (o incluso a otros héroes como su aparición en los recientes comics de Rocketeer o en Next Wave) y que  la Fortaleza de la Soledad fue copiada por los escritores de Superman, incluso en el nombre, en diversas épocas y medios.

La edición de Molino es muy sencilla, en tamaño cuartilla, con la portada y las ilustraciones interiores de la edición original. El texto en dos columnas apretadas, aprovechando el espacio al máximo. No hay huecos innecesarios, textos introductorios ni contexto ninguno. Podemos sorprendernos al pensar que una literatura, y una edición, pensada para el consumo rápido y el olvido inmediato haya sobrevivido hasta hoy. Me gusta pensar en la gente que a lo largo de estos años (la fecha de publicación que aparece en el interior es 1949) ha leído estas mismas páginas, quizás con entusiasmo, quizás por puro aburrimiento, quien sabe.

Puntuación: 6/10

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