Cosas para ver: Jessica Jones de Netflix



Segunda serie de Netflix de supers (o algo parecido), esta vez con el personaje creado por J.M. Bendis y Gaydos, interpretado por Krysten Ritter, actriz con escasos papeles protagonistas en su carrera. Aquí consigue hacer creíble, e incluso simpático, un personaje que juega con muchos inconvenientes en su contra para ello.

Al contrario que Daredevil, un personaje con décadas de historias de las que sacar material, Jessica Jones es un personaje creado en 2001 y que realmente ha tenido pocas historias memorables pero también permite una mayor libertad a la hora de tratar un material más moderno. Personalmente creo que es un personaje que tras un comienzo prometedor en los últimos años ha quedado convertida en una especie de mascota del guionista, que ha perdido gran parte de su fuerza e impacto original, domesticándose en exceso. 

La serie tiene una producción cuidada pero que no requiere demasiados efectos, dejando fuera de plano o en las tinieblas lo más espectacular, y caro. La mayoría transcurre en las calles o en tres o cuatro localizaciones muy precisas, limitando el número de extras y de trucos necesarios para contar la historia, incluso utilizando la elipsis inteligente para evitarlos.  Los títulos de crédito igualmente cuidados, aunque en estos predomina no el color del uniforme de la heroína, que no tiene, si no el color morado, que continuará acompañándonos toda la serie (en vestuario, en iluminación. etc....) pese a que en la serie en sí dicho color no tenga demasiada explicación. 

El personaje central, la cínica y al borde del alcoholismo Jessica Jones, trabaja como detective privado, desvelando los secretos oscuros de los demás, mientras intenta ocultar los propios, entre los que se incluyen unos poderes sobrehumanos. 

A su alrededor una serie de personajes, en su mayoría fracasados, pero todos ellos "dañados" de alguna manera, que constituyen tanto un apoyo como una carga en la mayoría de los casos. Así introducen de forma peculiar a Patsy Walker (Rachael Taylor), personaje que en los comics paso de personaje "a lo Archie" a superheroína de pleno derecho y que aquí parece un trasunto de Miley Cirus, a la abogada Jeni Hogarth (Carrie-Anne Moss), personaje menor al que le toca cambiar de género en la transición a la pequeña pantalla, la peculiar troupe de vecinos de Jessica o, sobre todo, Luke Cage (Mike Colter), a quien veremos en su propia serie dentro de poco.  

Destaca David Tennant, interpretando a un villano realmente despreciable, que resulta aterrador en sus obsesiones y en sus crímenes. Lo más terrible es la forma en que el mismo parece ser ignorante, o indiferente, al daño que causa, cegado por sus deseos egoístas y por una visión sádicamente inmadura de los demás, todos son herramientas para cumplir sus deseos y él no se corta en utilizarlos. Se explora de forma muy oscura las implicaciones de un poder tan común en el comic como el "control mental" y sus consecuencias, siguiendo aquí una de las ideas más interesantes de Bendis.  

Al igual que Daredevil se trata de una serie de puro ambiente urbano, de género negro y situada en el "cotidiano" Nueva York, también en la Cocina del Infierno en gran parte. Lo excepcional se enraíza dentro de un marco más o menos creíble: no hay uniformes, ni países inventados (más allá de una portada referida a Costa Verde), ni viajes al espacio, ni otros dimensiones y la actitud de la mayoría de la gente sigue siendo de incredulidad total ante la insinuación de que hay  gente excepcional o poderes ocultos. Quizás una incredulidad algo exagerada teniendo en cuenta lo que ya han visto, y más según avanza la trama, pero que aún así plantea  algunos de los más acuciantes problemas para los personajes.

La tensión dramática y el humor están peor equilibrados que en su serie hermana, o puede que sea  una decisión consciente, echándose en falta algo más de alegría y de simpatía, barrida por el tono terriblemente oscuro  que adquiere el argumento en los últimos capítulos. Mientras que en Daredevil cierto tono optimista del final parece justificado aquí la nota "alegre" parece algo falsa, teniendo en cuenta las circunstancias.  

En general el peso cae en los personajes y sus relaciones, y estos parecen bien dibujados si bien algo tópicos. Sin embargo, en determinados momentos, el comportamiento de algunos personajes me resulta demasiado increíble, demasiado forzado, actuando simplemente para poder continuar la trama; especialmente es así en el episodio décimo que resulta una mezcla entre relleno y personas actuando de forma completamente estúpida, sin ninguna razón lógica para evitar un final prematuro.  En general mi sensación es que la serie ha quedado algo alargada, pareciéndome que introduce algunos giros y personajes simplemente para completar los 13 capítulos. Pero por otro lado algunas de estas tramas, especialmente la del personaje interpretado por Wil Traval que resultó una sorpresa, o el origen de los poderes de la protagonista, quedan en al aire, para continuarse sin lugar a dudas en siguientes productos, siendo una historia menos cerrada que la de su predecesora.


Puntuación: 8/10

Comentarios