Cosas para ver: Capitán América Civil War


Parece que, definitivamente, la del Capitán América se ha mostrado como la más interesante de las series que conforman el universo cinematográfico Marvel.  Frente al Iron Man de Robert Downey Jr., que nos ha dado dos películas peor que mediocres después de la exitosa primera parte, el Capitán América de Chris Evans parece un personaje menos llamativo, menos divertido y, sin embargo, ha conseguido crear una trilogía de películas, si no grandes, al menos dignas. En este caso los directores siguen siendo la pareja de hermanos Russo (responsables de la segunda película del personaje), y repiten también los guionistas (en este caso ya autores de la primera película) y en gran medida repite los aciertos y fallos de el Soldado de Invierno

Dicho esto es cierto que el protagonismo en esta película está compartido con otros personajes y que casi podríamos hablar de tercera película de los Vengadores (teniendo en cuenta no sólo el tiempo en pantalla si no la trama general). Por momentos el Capitán parece un secundario en su propia película. Por supuesto el segundo gran protagonista es Iron Man, pero también cobran importancia variable el Halcón, la Viuda Negra o la Visión, por mencionar únicamente los que más  ocasión tienen para brillar. 

Quizás otros personajes, de aparición más breve, parezcan más forzados: en el fondo parece que no hay tiempo para todo lo que quieren meter en una película, esta está saturada con personajes antiguos y nuevos. Pantera Negra queda bastante minimizado, pese a su papel central en la trama, mientras que el nuevo Spiderman ocupa más tiempo y tiene una posición más central de la que esperaba, pero igualmente queda un poco "descolgado" al final. 

La trama vuelve a girar en torno al pasado del Capitán y de su antiguo compañero "Bucky" Barnes, y, así, siguen apareciendo ideas y recursos más propios del thriller y las películas de espías que de los superhéroes al estilo Marvel. Esto se nota, incluso, en la diferencia entre algunas escenas de acción y otras: unas donde prima más el montaje rapidísimo y casi confuso del cine de acción convencional y otros donde la acción más superheroíca, se utilizan planos más largos, casi como verdaderas splash pages filmadas, y una representación más clara de la acción.

Esta esquizofrenia argumental provoca algunos altibajos en el ritmo y en el tono de la película, pero el efectivo trabajo de guionistas y directores permite mantener cierta coherencia aparente. La seriedad y la comedia mantienen un equilibrio delicado pero eficiente, algo que otros films recientes de la compañía no habían conseguido con tanta habilidad. También resulta refrescante que al final haya cierta contención en la escalada de destrucción de las películas, limitándose a un climax más emocional y que no continúa la carrera de destrucción de films anteriores.

El argumento tiene  sólo un parecido circunstancial con la saga de comics del mismo nombre, entre otras cosas porque el mundo de los Vengadores cinematográfico no es el superpoblado universo Marvel de las viñetas. Sin embargo la película si consigue crear una sensación muy interesante de continuidad, relacionando gran parte de lo que hemos visto hasta el momento, aunque quizás se eche en falta alguna pincelada en relación con las tramas de los televisivos agentes de SHIELD o los héroes callejeros de Netflix. La papeleta de enfrentar a los héroes sin convertir a uno de los dos (o a los dos, como consigue Batman Vs Superman) en un villano se resuelve con bastante efectividad,  sin forzar las motivaciones de unos y otros. 

Uno de los puntos más débiles de la película es el villano de la función, cuyo plan y motivación suenan a ya vistos mil veces (sin ir más lejos esta no es tan diferente de la de los hermanos Maximoff en los Vengadores 2) y al final su presencia se diluye y su personalidad queda un poco desdibujada. El enfrentamiento principal es el que divide al bando de los héroes y el inductor sirve casi como excusa para dicho enfrentamiento.

Puntuación: 8/10

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