Ya he hablado anteriormente en este blog de Percy Fawcett, y de la ciudad perdida de Z: he reseñado el libro A través de la selva amazónica, escrito por el mismo y editado por su hijo Brian, sobre sus expediciones y también he reseñado el libro de David Grann que sirve como inspiración directa a la película. Así que basta decir que he sentido interés por la figura del explorador y su búsqueda desde hace muchos años.
La película, pese a su título, solo dedica una parte mínima del metraje a la malhadada última expedición en busca de dicha ciudad y se detiene, quizás en exceso, en varios momentos de la biografía del personaje para llevarnos hasta ese momento. La película, por tanto, sigue más los convencionalismos del cine biográfico que el cine de aventuras (pese a un, yo creo, claro homenaje a Indiana Jones en una de las escenas finales). Pese a la longitud de la película esta intenta contar demasiadas cosas, demasiados aspectos del personaje y sus viajes y, al final, no todos estos aspectos quedan bien resueltos o quedan cerrados en falso de una forma poco satisfactoria o apresurada.
La película es hermosa, con magníficos paisajes en los que la luz juega un papel fundamental, la luz tamizada de la jungla o el frío brillo en la campiña inglesa dibujan los distintos escenarios, sin sensacionalismos ni un exceso de dramatización. El interludio de la Gran Guerra rompe formalmente con el resto de la película mostrando la tierra devastada del Somme y las trincheras como un verdadero infierno.
Algunos detalles de la vida y personalidad de Fawcett quedan prácticamente fuera de este retrato, en parte por un esfuerzo de hacer al personaje más moderno o simpático a las audiencias contemporáneas (sus actitudes raciales, por ejemplo, han sido completamente reformuladas). Particularmente resulta curioso como el trasfondo teosófico y místico del personaje principal queda prácticamente eliminado (excepto una escena, un poco fuera de lugar, con una vidente rusa que casi parece un trasunto de Mme. Blavatski). Esta decisión pesa también en un final que no se decide entre lo pausible y lo fantástico y que, quizás, sobre.
Charlie Hunnam posiblemente no sea el actor físicamente más adecuado para interpretar al personaje pero en su actuación consigue trasmitir algo de la energía obsesiva, determinación y obstinación que esperamos de él. Sienna Miller interpreta dignamente a la esposa de Fawcett pero su papel, que parece fundamental al principio, va quedando reducido hacia el final de la trama cuando es Tom Holland, como su hijo Jack, el que lleva el peso de la parte familiar de la trama. Robert Pattison (como Henry Costin) y Angus MacFayden (como James Murray) cumplen en los papeles más secundarios, aunque el segundo desaparezca de la trama de forma poco elegante.
Puntuacion: 6/10
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