Cosas para leer: Solomon Kane (Novelización) por Ramsey Campbell



La película de Solomon Kane (2009) fue, para mi, una profunda desilusión, un proyecto fallido que (junto con la también fracasada Conan de 2011) condena cualquier intento de hacer algo interesante con los personajes de Howard.

Leer la novelización casi siempre resulta un añadido interesante a la visión de una película, a menudo ofrece escenas que no aparecen en el metraje final o permitiendo una mayor profundización en la psicología o la historia de los personajes. Además esta novelización aparecía firmada por Ramsey Campbell, un clásico del terror que, idealmente, podría hacer mucho con el material de la película

Lo cierto es que esta versión de la historia presenta algunas pequeñas diferencias con el guión rodado, menores, y que ocasionalmente ofrece alguna justificación adicional para algunos de los agujeros de guión o inconsistencias de comportamiento que plagan la cinta. También la habilidad narrativa de Campbell da mayor empaque y dramatismo a algunas de las apariciones sobrenaturales, que resultan más impresionantes en su descripción que en su aparición en pantalla, y mantiene vivo el interés en los largos combates. 

Pero estos elementos no permiten salvar una historia tópica y mediocre en que, lo peor, es la ausencia del verdadero Solomon Kane. Sus substituto es un personaje muy diferente, que carece de la imperturbable decisión del original y que parece dudar continuamente de su papel. La historia personal que Michael J. Bassett (el autor del guión y director de la película) se saca de la manga es forzada, cayendo en varios tópicos innecesarios que parecen contradecir diréctamente elementos aparecidos en los relatos de Howard.  Por lo demás el resto de personajes carecen de entidad, lo cual es especialmente grave en el caso de los villanos de la cinta, especialmente el hechicero  Malachi cuya personalidad y plan parecen tan genéricos y poco definidos como podríamos esperar.

Por otra parte tanto la película como esta adaptación cometen, para mi, el más grave error al trastocar la cosmología subyacente a los relatos de Howard. El guión, y esta adaptación, utilizan un demonio judeo-cristiano, obsesionado por algún motivo por adquirir el alma de Kane (cuya importancia nunca queda explicada, ni parece tener ninguna lógica) en vez de la más impersonal, y extraña, cosmología lovecraftiana del texano. 

Puntuación: 4/10

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