Cosas para ver: Capitana Marvel de Anna Boden y Ryan Fleck


Por quitarme de delante las polémicas absurdas antes de empezar, no veo ningún sentido a la ofensa percibida por algunos en que 2018, por fin, haya una película de Marvel protagonizada por un personaje femenino (excepto, quizás, si la ofendida es Scarlett Johansson por no haber sido ella). Si alguien después de 20 películas y diez años no entiende que el que haya tan solo tres personajes femenino de importancia (Viuda Negra, la Avispa y, ahora, esta Capitana Marvel) es un problema no creo que nada que yo pueda decir vaya a convencerle de lo contrario. El nivel de ataque contra le película llega a unos niveles que solo puedo calificar de patológico, con sorprendentes puristas de los cómics (que parecen no haber leído nada, al menos, desde que el capitán original murió) y expertos, igualmente instantáneos, en música de los 90 (efectivamente la canción de Hole, que sale en los créditos finales, es del 98).

La película nos presenta a Vers (Brie Larson), una luchadora en entrenamiento miembro de una especie de comando de misiones especiales en plena guerra entre el noble imperio Kree y sus nefandos enemigos, los perfidos Skrulls. Sin embargo sus pesadillas, recuerdos confusos de un pasado que no retiene, señalan que algo no va bien en ese relato. Su camino le llevará a replantearse lo que cree correcto y, de paso, a la tierra, en plenos años 90, y encontrarse con algunos viejos conocidos. Por el camino, lo de siempre, chistes, peleas, superpoderes, más chistes, momentos emotivos de superación personal y todo envuelto en un paquete formalmente correcto. 

Brie Larson resulta correcta en el papel principal, aunque quizás algo fría y me da la impresión de que también algo desaprovechada, dejando demasiado peso dramático y cómico en otros personajes que la acompañan (especialmente la María Rambeau de Lashana Lynch y el rejuvenecido digitalmente Samuel L. Jackson como Nick Furia) quizás sea un problema de dirección, no saber muy bien hasta donde poder llegar con el personaje. Por momentos consigue demostrar algo de calidez o humor con un sencillo gesto o mueca, pero en otros momentos parece algo encorsetada. Me ha gustado especialmente Jude Law en un papel que depende mucho de su presencia y del que no puedo decir mucho más en esta reseña. 

Como otras películas del MCU hay cierto desequilibrio cómico, especialmente en el papel de Nick Furia (que por momentos parece ser otro personaje que el que habíamos conocido hasta el momento) y el guión cae en fórmulas, por momentos, demasiado previsibles, como algunas escenas de acción que parecen destinadas a mantener un ritmo determinado  (cosa que consigue) más que a ninguna lógica interna. 

En general mi sensación es que consigue una película que, sin ser perfecta, no desentona con anteriores entregas del MCU, ni en calidad ni en tono. La combinación de comedia y momentos emotivos está ahí, el foco en los personajes, mientras que por detrás se construye una continuidad y se produce una lenta ampliación del universo. Evita caer en totalmente en el patrón de final repetitivo (la típica horda de enemigos sin mente) que lastra algunas de las películas de superhéroes (y afines) aunque quizás el clímax emotivo se produce demasiado pronto, dejando mucho tiempo después para cerrar otros asuntos abiertos pero ya sin tanto en juego.

Puntuación: 7/10

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