Londres en la época de Solomon Kane (Parte I) Introducción


London, awake, for fear the Lord do fown;

I set a looking glass before thine eyes.

O turn, O turn, with weeping to the Lord,

And think the prayers and virtues of thy queen

Defers the plague which otherwise would fall


Robert Greene, A Looking Glass for London, 1589


Londres es, de largo, la ciudad más poblada de las islas británicas, aunque a nivel Europeo otras ciudades como Napoles o París le superan ampliamente. De algo más tres millones de personas que viven bajo la autoridad de la corona inglesa (incluyendo Inglaterra, Gales y la mayor parte Irlanda)  aproximadamente cien mil viven en la ciudad de Londres o en sus aledaños (las cifras varían entre las fuentes, en una se habla 85 000 habitantes aproximadamente en 1565 y 155 000 en 1605, otra habla de 200 000 habitantes aproximadamente en torno a 1600).

La élite social de la ciduad son los mercaderes y artesanos de Londres, los Freemen of the City. Estos son aquellos que han sido admitidos con el grado de maestro en uno de los 48 gremios profesionales conocidos como Compañías. Cada una de ellas tiene un Salón de reuniones, un edificio donde celebrar sus juntas y guardas sus archivos. Cada Compañía controla quién puede legalmente ejercer su profesión en la ciudad, como se llevan a cabo los periodos de aprendizaje (normalmente un aprendiz comienza a trabajar muy joven, a los quince años, y tres siete años se convierte en oficial y, tras al menos otros siete, en maestro), así como  los estándares de producción e incluso los precios máximos y mínimos. Entre estos hombres libres se elige un Alcalde, que gobierna la ciudad. La mayoría de estos proceden del la Compañía de Merceros (comerciantes de tela) que es la compañía más rica y poderosa.

Aunque la mayoría de los miembros de las compañías no alcanza su posición privilegiada hasta la treintena o la cuarentena, la población general es sorprendente joven (se afirma que hasta el 40% de la población tiene menos de 15 años). Especialmente por la cantidad de aprendices de artesanos y trabajadores serviles de corta edad (palafraneros, caballerizos, pajes, doncellas, etc.). Esta juventud forma parte fundamental del escenario y fuerza de trabajo de Londres, y la agresividad y energía de los jóvenes influye en la cultura local y en la vida cotidiana. Los estallidos violentos son desgraciadamente comunes y a menudo degeneran en luchas con resultados letales o, aún peor, tumultos. 

Gran parte de sus habitantes son inmigrantes, a Londres llega gente de todo el país y también de tierras lejanas, y en sus calles se puede escuchar una mezcla de acentos y dialectos difícil de distinguir. La idea de que el verdadero londinense es aquel que nace al alcance del sonido de las campanas de St. Mary Le Bow (en Cheapside) y el estereotipo cockney (y el dialecto asociado) aún no se han establecido.

La ciudad cuenta con significativas comunidades de estranjeros, mayormente italianos, portugueses, alemanes y, especialmente según avanza el periodo, un número creciente de refugiados protestantes llegados de Francia (hugonotes) y Holanda. No  hay una comunidad hebrea, oficialmente los judíos británicos fueron expulsados en el siglo XIII y no volverían a ser admitidos en el reino hasta 1655. Algunos conversos, de origen portugués principalmente, se establecen en la ciudad, y hay al menos una acusación contra una familia conversa, los Nunes o Nuñez, de judaizar (seguir practicando en secreto la religión de sus antepasados) en la que declararon, por cierto, dos sirvientas africanas de la familia. Rusos, polacos, escoceses y españoles son menos numeros, pero algunos de estos llegan a posiciones importantes en la vida de la Ciudad. Algunas personales de origen africano o de oriente próximo también aparecen en los censos ocasionalmente (incluso visitantes de tierras más exóticas como el Nuevo Mundo o Asía Oriental).

En realidad, las categorías raciales utilizadas en el siglo XVI no son las mismas que reconoceríamos hoy. El término isabelino blackamoor o a veces simplemente moor  (moro) se utiliza indistintamente para grupos que hoy consideraríamos distintos, como bereberes del Norte de África y los habitantes de África occidental. 

Egiptano (abreviado a gipcyan) es otro término genérico que se utiliza para referirse tanto a las poblaciones romanies (de origen indio que comenzaron a llegar a las costas británicas en torno a 1500) como a otros grupos nómadas o seminómadas de origen diverso (como los irish travellers). Entre 1530 y 1598 varias decisiones del Parlamento amenazan a estos egiptanos con la carcel, la confiscación de vienes o la expulsión si no se asientan en un lugar y abandonan sus hábitos viajeros. Aún así las caravanas de esta población nómada siguen atravesando los caminos y suelen visitar Londres, especialmente en las Grandes Ferias y los Mercados. 

Las relaciones entre nativos y extranjeros no siempre es pacífica. Los extranjeros (incluso hijos y nietos de aquellos, nacidos en la Ciudad), están excluidos de los órganos de gobierno e inclusod e ingresar en la mayoría de Compañías (y por tanto de ejercer una profesión controlada por esos gremios en el territorio de Londres). En 1517, aún dentro de la memoria viva de los londinenses más veteranos, se produjo el Evil May Riot, un gigantesco tumulto en que muchos jóvenes de la ciudad asaltaron casas de extranjeros y atacaron a algunos acusándoles de "robar trabajos ingleses". La intervención del ejército comandado por el Duque de Norfolk y la ejecución de los líderes de la revuelta aún se recuerda en la ciudad.

Para alimentar a esta creciente población cada día, toneladas de comida, principalmente cereales (además de para el siempre fundamental pan, también utilizados para la fabricación de cerveza), pescado y reses (sacrificadas por la carne y también por la piel) llegan para dar de comer a una población que no cesa de aumentar. La mayoría de los suministros alimentarios llegan de los campos cercanos (y el pescado del mismo Támesis) pero también llegan de tierras lejanas, el caviar (por ejemplo) es una novedad recien llegada de Moscovia (aunque no demasiado apreciado) y los barcos con trigo del Báltico son fundamentales para evitar las hambrunas cuando la producción local decae. Las especias exóticas del misterioso oriente son también un añadido fundamental, aunque a menudo caro, para muchas recetas. La cerveza suave (ale) es la bebida alcohólica más popular pero la producción de verdadera cerveza en Londres es un mercado en crecimiento, especialmente en barrios como Whitechapel y East Smithfield. El vino es una bebida de lujo, reservada más para los ricos o para ocasiones especiales. El renish es vino blanco o clarete procedente del Rhin en Alemania, el Sack es un vino dulce fortificado con brandy importado de Andalucía o de las Islas Canarias, los claretes de Gascuña, el Muscat de Alsacia o el Malmsey de Madeira, son algunas de las variedades más consumidas. El Hippocras, una mezcla de vino, canela, jengibre y azúcar se toma como digestivo después de las comidas.   

Pese a la promulgación de normativas para limitar el crecimiento de la urbe, esta se extiende poco a poco desde el núcleo amurallado y cada vez sus calles están más atestadas, las casas se amontonan unas sobre otras, construyéndose en lo que antes eran jardines o plazas, se añaden plantas a edificios existentes o se subdividen internamente casas antiguas, para ofrecer mayor número de viviendas en el mismo espacio. Incluso se añaden nuevas plantas e edificios ya existentes. El espacio se convierte en un lujo y los más acomodados gustan de demostrar su riqueza añadiendo jardines ornamentales en sus viviendas. La mayoría de edificios se construyen en madera, cubiertas por yeso y pintura, una combinación muy inflamable que explica los abundantes incendios que sufre la ciudad. A menudo solo la primera planta tiene paredes de piedra, mientras que las superiores se realizan en materiales más ligeros. 

Muchas calles son serpenteantes y  muy estrechas, los pisos superiores sobresalen en voladizo, cerrando aún más el espacio sobre la cabeza de los transeúntes. Solo las calles principales permiten el paso de carruajes (aunque según la ley los cocheros debían conducir los caballos por la brida dentro de la ciudad para evitar accidentes), incluso montar a caballo es un problema en muchos callejones. La mayor parte de la ciudad no esta pavimentada y cuando llueve, que lo hacía a menudo, el barro inunda las calles y mancha calzado y ropas.

Desde 1539, y el comienzo de la Reforma inglesa, muchas capillas, oratorios y alteres han sido abandonados, o transformados en viviendas, almacenes o tiendas. Las antiguas instituciones monásticas de la ciudad medieval (monasterios, conventios, prioratos...) han sido disueltos (y sus miembros secularizados) y aún 50 años más tarde algunos de estos terrenos permanecen en ruinas. En antiguo monasterio franciscano de Greyfriars, por ejemplo, se reconvirtió en iglesa parroquial y en orfanato, pero su cementerio es reconocido como un lugar hechizado, donde han sido vistos varios fantasmas, incluyendo el espíritu sin cabeza de Elizabeth Barton (una famosa monja visionaria, conocida en vida como la Santa Doncella de Londres y, tras ser ejecuta por orden de Enrique VIII por oponerse a su divorcio en 1534, como la Doncella Loca de Londres),

Hay más de cien iglesias activas en la ciudad, de las más modesta iglesias parroquiales a la gran Catedral de San Pablo. Las parroquias organizan la vida local y sirven como principal registro de matrimonios, nacimientos y muertes (ante la ausencia de un censo centralizado). Cuando se producen estallidos de peste las cifras de muertos de las distintas parroquias son revisadas para decidir medidas de aislamiento o el cierre de los teatros. Entre 1563y 1603 hay cinco grandes estallidos de peste, además de otros muchos menores, el más virulento (entre 1592 y 1593) se calcula que mató a más de 30 000 personas. 

Las amenazas de la peste, la revuelta y el fuego se ciernen sobre la ciudad, siempre al borde del caos y del desastre. Entre 1563 y 1603 hubo cinco estallidos mayores de peste en Londres, la última de las cuales mató a 30000 personas. El gran incendio de 1666 es aún algo del futuro pero los pequeños incendios son habituales y dramáticos.



Alrededor de Londres

Más allá de las puertas se extienden una serie de campos abiertos (Smithfield, Moorsfield, Spitalfields,..) donde a menudo se celebran mercados u otras actividades, como concursos de arquería o carreras. 

En Smithfield tiene lugar la importante feria de San Bartolomé, que dura tres días (del 24 al 27 de Agosto) originalmente una feria de telas pero que con los años a atraído músicos, malabaristas y una variedad de atracciones.

En Spitalfields está Artillery Yard, donde cada jueves se trasladan los cañones de la Torre para realizar prácticas de tiro.

Además existen varios vecindarios prácticamente anexos pero fuera de la ciudad de Londres propiamente dicha como East Smithfield, Hoxton,  Lambeth, Inslington, Shoreditch, Southwark y Westminster o Whitechapel. 

Aun más allá se encuentran otras villas y pueblos que hoy (en el siglo XXI) son parte de la gran área metropolitana de la ciudad pero en el XVI eran zonas rurales.


Los olores de Londres

Una de las características que más llama la atención a los visitantes es la combinación de olores que produce la ciudad. El olor a humo, producto de las innumerables cocinas y chimeneas pero también de las herrerías, funciones y similares, los detritus humanos y animales, el agua estancada o la basura en descomposición son muy comentados. También la pestilencia provocada por las curtidurías, que utilizan orina en su producción, también es señalado muchas veces.

Por todo ello los perfumistas de Londres son un gremio fundamental y  venden productos como ámbar gris, almizcle y civeta en botellas de cristal muy decoradas y muy caras. La mayoría de la gente no usa perfume, conformándose con llevar una pomander (del francés pomme d’ambre o “manzana de ámbar”) o “poma de olor” en castellano. Normalmente una esfera de metal o madera, donde se llevaba una bolita de material oloroso que llevarse a la nariz en caso de apuro. Algunos podían estar muy decorados o tener formas fantásticas (por ejemplo hay algunos con forma de calavera).

Una nota sobre la esclavitud

Legalemente en Inglaterra, y consecuentemente en Londres, en los siglo XVI y XVII no existe la esclavitud: es decir no hay ningún estatuto, norma o regulación que permita este comercio monstruoso ni el trabajo forzado. Sin embargo, en la práctica, tampoco hay un esfuerzo real por suprimirla, así algunas personas, relacionadas a menudo con el comercio en el extranjero, en la ciudad tienen personas sometidas a esclavitud como parte de su empleo doméstico. Incluso aunque algunas personas consiguen llevar su caso ante los tribunales y ser declaradas libres (como un famoso caso, el caso Galbraith en 1569, donde la sentencia llega a declarar que "el aire de Inglaterra es demasiado puro para que un esclavo lo respire")

En un marco más global los británicos, en general, no son en este periodo aún un factor muy importante en el comercio de esclavos. Este papel, en Europa, recae en portugueses y castellanos, mientras que el Imperio Otomano (y sus dependencias en el norte de África) cuentan con sus propias redes y rutas para el mismo. Solo al final del periodo marineros como John Hawkins comenzaran a destacar en el tráfico internacional de personas, convirtiéndose Gran Bretaña (y Londres), en una parte fundamental del mismo (al menos hasta que la esclavitud fue formalmente abolida en Gran Bretaña en 1807).

Dependiendo de tu punto de vista, y lo que tu mesa considere aceptable, puedes convertir los males de la esclavitud en un punto fundamental de la trama y tus descripciones, ingorarlo por completo o mencionarlo únicamente como un detalle oscuro más de una época diferente a la nuestra. Solo recuerda que, por encimad de todo, un esclavo sigue siendo una persona, con sus propios planes, ideas y objeticos, su propia historia, no meros estereotipos o instrumentos sin agencia ni personalidad individual.


MAPA: https://mapoflondon.uvic.ca/agas.htm 

Este es recurso fundamental para haceros una idea de la distribución de la ciudad y donde se encuentran los lugares quelondon nombro (y nombraré en futuras entradas) o simplemente para cualquiera que quiera hacerse una idea del Londres de la época de Shakespeare.



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