Cosas para leer: Bohemios del valle del Sesqua de W.H. Pugmire


Wilum Hopfrog Pugmire fue un autor, fallecido en 2019, que ha tenido poca presencia en las editoriales hispanas, con tan solo unos pocos relatos aparecidos en recopilaciones como El Ciclo de Dunwich o Alas tenebrosas. Poca presencia al menos hasta ahora, que la Biblioteca de Carfax le dedica este, el primer volumen monográfico en nuestro idioma. 

Autor de personalidad excéntrica (todavía están en línea sus blogs en que compartía opiniones, reseñas y digresiones, a menudo en formato video) especializado en relatos cortos de horror, en unos registros estrechamente ligados a los Mitos de Cthulhu, aunque con una perspectiva personal. Más bien parece que ha tomado lo que le ha interesado de la corriente principal para conformar su propia visión única, siendo al mismo consecuente con la tradición a la que ha escogido pertenecer y decididamente personal. 

En parte consigue formar ese camino personal enfatizando elementos presentes en la obra de Lovecraft y en sus propios referentes pero poco explotados, el mundo que presenta y, especialmente, el apartado valle de Sesqua que centra los relatos de este volumen, es un lugar más fantástico y más onírico, el Valle de Sesqua (donde se sitúan mayormente estos relatos), y sus habitantes, están más cerca de las Tierras del Sueño (o del Ardham de Territorio Lovecraft, quizás) que del terrenal, aunque monstruoso, Innsmouth. También introduce una nota decadentista de fascinación por lo monstruoso, de seductora oscuridad de la que Lovecraft carece, retomando elementos góticos y románticos a menudo olvidados. 

De esta manera consigue evitar una reproducción mecánica de elementos ajenos, peor al mismo tiempo puede ahuyentar al lector más purista que espera otra cosa de sus relatos de los Mitos. En algunos relatos el tono es más de fantasía contemporánea (el término habitual de fantasía urbana aquí no puede aplicarse) que de horror. En otros el uso poético del lenguaje es el punto fuerte en una trama algo descentrada.

Entre los relatos destaco dos especialmente. El primero, Una carta sin voltear, que combina una historia de investigación con el descubrimiento del valle por parte de un investigador exterior. El segundo es El extraño Oscuro, el último relato, que igualmente sigue a un personaje que se interna desde el mundo real en esta región liminal que conforma el valle y que es, además, la que forma un lazo más directo con Lovecraft, vinculándose narrativamente con El morador de las Tinieblas (The Haunter of the Dark). 

Lugares impíos es también un punto de interés, donde se muestra especialmente el buen hacer de la traducción realizada por Érica Couto-Ferreira, con una serie de viñetas en prosa poética con poco peso narrativo pero muy evocativas. 

Em definitiva un libro muy interesante, excepcional en su estilo y diferente a lo que solemos leer con el sello de Cthulhu.

Puntuación: 8/10

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