El Club Diógenes parece a simple vista otro más de los múltiples clubs de caballeros londinenses, aunque algo peculiar. En su edificio de estilo clásico en Whitehall es norma mantener el más completo silencio, excepto en dos salas, la Sala de los Visitantes y la Sala Estrellada, mientras otros clubs son centros de discusión y de reunión social el Diógenes parece pensado para los misántropos, en palabras de un famoso escritor es "el club para la gente inadecuada para cualquier club"
Como la mayoría de organizaciones de este tipo la entrada en el club se realiza sólo por invitación y sus miembros suelen pertenecer a las clases altas, en concreto el Diógenes cuenta entre sus miembros con un alto porcentaje de empleados gubernamentales de todo cariz. Para la mayoría de ellos este club es sólo un lugar donde leer el periódico, tomar una buena cena en un ambiente distinguido y, si tienen el humor necesario, reunirse con sus semejantes.
Pero lo que sólo una parte de ellos saben, una parte muy pequeña en realidad, es que el club es también el centro de la red de inteligencia del Imperio Británico.
Hay distintas opiniones sobre cuando contó Gran Bretaña por primera vez con un verdadero servicio de inteligencia. Parte del problema para determinar este origen es por supuesto el secreto que rodea a este tipo de organizaciones pero también debido a la caótica situación, con multitud de secciones y subsecciones, oficinas y entidades que parecen conformar el complicado mosaico del sistema de inteligencia británico.
En la actualidad diversas ramas como la Oficina de Recursos Suplementarios, el instituto Torchwood, M9, las flamantes sección 5 y sección 6 del ministerio del interior (MI5 y MI6), los misteriosos "Enterradores", la Lavanderia, etc. aparecen en la documentación secreta británica confundiendo a menudo a los observadores y a los propios agentes.
Quizás sea cierto que fue John Dee, que usaría el nombre en clave Prospero, quien primero fundó una organización de esta clase, quizás fuera Sir Francis Walshingham e incluso es posible que como algunos defienden ambas organizaciones fueran fundadas de forma independiente, colaborando o enfrentándose siguiendo las diferentes visiones de sus líderes. Aseguran además que aunque ambas organizaciones eran paralelas sus objetivos eran distintos que el Grupo de Prospero era mucho más que un servicio de inteligencia era el encargado de defender al reino de aquello para lo que ni la policía ni el espionaje convencional estaban preparados.
Fuera como fuera en el siglo XIX la organización de Prospero hacía tiempo que había pasado a la historia (o se había ocultado con tanta efectividad como para hacerse indetectable), y un hombre supo ver que Gran Bretaña, el mayor imperio del mundo, necesitaba una organización que vigilara las sombras, este hombre no es otro que Mycroft Holmes. El obeso empleado gubernamental era a simple vista sólo un chupatintas de mediano nivel, en realidad su inteligencia excepcional le convirtió pronto en un elemento fundamental para el gobierno de su majestad, fuera quien fuera quien sirva como primer ministro. Desde esa posición, y junto con el almirante Mandeville Messervy y el señor Waverly, decidió resucitar la idea de un grupo excepcional encargado de tratar con lo excepcional y utilizar un club, el Diógenes, como tapadera.
El proceso de reclutamiento fue lento al principio, y siempre se prefirió la calidad a la cantidad de agentes, normalmente estos provenían del servicio diplomático, del ejército o de la administración pero, excepcionalmente, individuos aparentemente poco adecuados, con experiencias en el crimen, la ciencia o el ocultismo, fueron también invitados a engrosar la selecta lista de agentes. Como muchas otras ramas del gobierno y la administración británica el número de masones es bastante elevado entre sus miembros sin llegar a constituir la mayoría de ellos ni un requisito básico (aunque hay quien dice que sin duda ayuda a ascender).
El único otro nombre que se conoce de la actual Junta de Gobierno es Mansfield Smith-Cumming, que además es el director del Secret Inteligence Service (SIS) el servicio de inteligencia "convencional" fundado en 1909.
La selección de miembros sigue siendo muy cuidadosa, se valora especialmente a los "excepcionales", individuos con capacidades psíquicas que pueden resultar útiles para los encargos a los que el Club debe hacer frente. Debido a su estructura tradicional, y pese a las intenciones de Beauregard, las mujeres no son admitidas en el club y cuando debe contar con agentes femeninas estas son consideradas como "asociadas" a la organización y no como miembros de pleno derecho. También otros individuos, considerados demasiado inestables pero aún así útiles, son utilizados en ocasiones por el club sin permitirseles acceso a sus secretos como es el caso del justiciero urbano londinense Doctor Shade.
Los agentes reciben normalmente sus misiones, en persona, en la Sala Estrellada del club, donde se reúne habitualmente la Cámara de Gobierno y bajo la cual se guardan los amplios archivos de los que dispone la organización.
Normalmente los agentes reciben un sueldo por algún trabajo de oficina que nunca realizan o, en otros casos, como pensión militar (en el caso de antiguos soldados) además de recibir fondos excepcionales cuando se consideran necesarios. Raramente se envía más de una pareja de agentes a un caso concreto y normalmente suelen ser equipos más o menos fijos, bien compenetrados.
La tarjeta del club suele ser señal suficiente para que la policía deje trabajar tranquilamente a los agentes y cuando no una adecuada llamada a una instancia superior suele tener el mismo efecto.
Normalmente las misiones en las que se embarcan implican tratar con sucesos psíquicos, ciencia extraña y tradicionalmente actividades identificadas como magia.
Después de las misiones los Enterradores (otra organización aún más secreta y de origen igualmente poco claro) suele hacerse cargo de los restos que puedan resultar peligrosos (incluyendo ocasionalmente prisioneros) para guardarlos en el Mausoleo, una especie de Museo-Prisión situado bajo el mismísimo British Museum, o en una indeterminada localización conocida sólo como la Villa.
El centro de actividad del club son las islas británicas, pero también han actuado en las posesiones de la Corona en cualquier continente y, más raramente, en colaboración con otros países o infiltrándose en territorios considerados enemigos.
En un par de ocasiones han financiado secreta o públicamente expediciones a regiones desconocidas del globo cercanas a posesiones de la corona para obtener informes como la desastrosa aventura de Daniel Dravot y P. T. Carnehan a Kafiristan.
A menudo el Club Diógenes se ha tenido que enfrentar a la Liga Mundial del Crimen, una organización fundada también a mediados del siglo XIX en Gran Bretaña por el matemático y genio criminal presuntamente fallecido Doctor James Moriarty.
Insistentes rumores dentro del Club (apoyados por algunos documentos poco claros) afirman que Moriarty se encontraba entre los miembros fundadores del Club y que aún mientras llevaba a cabo sus actividades criminales siguió manteniendo lazos estrechos con los servicio de inteligencia. Se desconoce si hoy siguen existiendo estos supuestos lazos entre ambas organizaciones.
Diogenes puede usarse en cualquier tipo de campaña situada en la era pulp, destacando sus elementos más terrenales o los más extraños dependiendo del tipo de partida que se desee. Eliminando cualquier referencia sobrenatural o de "ciencia extraña" (aunque dejando siempre espacio para el ocasional gadget)
También puede convertirse en el antecedente de la sección 00 del universo de James Bond o un sustituto de la Oficina de Recursos Suplementarios del juego de rol Adventure!
En los relatos originales (ver abajo) el elemento lovecraftiano está, sin duda, presente y la organización tampoco resultaría totalmente extraña para un entorno de campaña de estilo pulp para el Trail of Cthulhu.
En el Spirit of the Century el nivel de "rareza" del Club vendra determinado por el de la campaña en sí, en todo caso cualquier versión del mismo puede sustituir al Century Club como organización "paraguas" para agrupar a los personajes.
Aunque en el entorno de campaña no existan los poderes psíquicos es posible que aún así el Club esté estudiando su existencia o que algunos de sus líderes crean realmente en ellos y haya miembros que crean poseerlos o que los fingen para acceder al mismo.
Normalmente los personajes abiertamente sobrenaturales no deberían formar parte del club (vampiros, hombres lobo, cambiados...): para los dirigentes del club estas cosas son objeto de estudio, no algo cotidiano con lo que convivan , pero siempre puedes hacer una excepción si lo consideras oportuno. Algunos seres sobrenaturales pueden trabajar como informantes o asociados sin ser miembros formales del club.
Por otra parte si los poderes sobrenaturales son posibles en el mundo de juego, posiblemente Diógenes cuente con amplio acceso a artefactos, grimorios y otros recursos guardados en el Mausoleo. No caigas en la tentación sin embargo de tener siempre el objeto justo para solucionar fácilmente cualquier situación de esta forma, ni de garantizar el acceso a un objeto que ya ha sido utilizado en una aventura anterior, los Enterradores poseen sus propios planes y objetivos (aunque son desconocidos para los extraños) y pueden decidir no proporcionar un material determinado sin motivo aparente.
Sus superiores no les proporcionaran armamento o equipamiento militar, ni enviaran a grupos de tropas, excepto si es estrictamente necesario y normalmente solo si la misión inicial ha fracasado o el peligro resulta demasiado obvio. Siempre se premiara el resolver las asignaciones de la forma más discreta y sencilla posible, castigándose (o incluso haciendo desaparecer) a aquellos que pongan en peligro el velo de secreto que cubre a la organización.
También debes considerar cuidadosamente el tono moral de la campaña, los miembros de Diógenes puede ser patriotas abnegados, "cruzados" luchando contra el mal sobrenatural, héroes que hacen lo necesario para sobrevivir aunque no sea bonito o una organización corrompida con secretos oscuros.
Es posible incluso permitir que los jugadores empiecen una campaña convencidos de pertenecer "a los buenos" sólo para descubrir finalmente que realmente Moriarty (o sus descendientes) controlan la organización o las siniestras verdades que pueden ocultar los Enterradores ¿quizás sirvan a amos más Antiguos de lo que creemos?
P.D. El Club Diógenes por supuesto debe su origen al maestro Conan Doyle y a sus relatos Holmesianos, pero tal como aparece en esta entrada está inspirado, principalmente, en la versión del mismo que crea Kim Newman para su serie de Anno Dracula (el año de Drácula, el Sanguinario Barón Rojo, Drácula Cha-Cha-Cha) y en las colecciones de relatos The Man from the Diogenes Club y Secret Files of The Diogenes Club (situadas estas en una dimensión paralela sin "invasión" vampírica) libros muy recomendables aunque sólo un par de relatos tengan lugar en o cerca de la era pulp.
Los Enterradores aparecen como misteriosas figuras en la serie de El Prisionero (donde también aparece la Villa) y sin duda ambos están conectados con Diógenes.
El club Diógenes me encanta desde que lo descubrí en la serie dedicada a Holmes (aquella protagonizada en mi opinión por el mejor actor que ha encarnado el personaje, Jeremy Brett; cuña publicitaria al canto).
ResponderEliminarDesde ese descubrimiento ha sido mi referencia acerca de lo que debe ser un buen club londinense, por la clase y la excentricidad del mismo. Aunque le veo más posibilidades en juegos victorianos que los propiamente pulp, más en la corriente de Cthulhu Gaslight o Fábulas. Aunque por proximidad histórica son cosas fáciles de enlazar.
Un saludo
Ese es un factor muy a tener en cuenta claro, como en cierta forma el club está ya fuera de su época natural y como otros servicios le van comiendo terreno. Especialmente el "moderno" MI6 es cierta forma es una idea que expresa Alan Moore en el Black Dossier (tercer volumén de la Liga de los Caballeros Extraordinarios) con el enfrentamiento entre los protagonistas y estos servicios secretos personíficados en el deleznablenieto de Champion Bond, "Jimmy"
ResponderEliminarJeremy Brett es indudablemente un gran Holmes.
Aunque aún no me he leído el black dossier (estoy esperando la traducción pero parece que hay movidas en torno a ello), bueno, al tema, cuando pensaba en esa mezcla de victoriano y pulp también me vino a la mente the League of Extraordinary Gentlemen, que pasea con elegancia por los dos filos de la navaja.
ResponderEliminarUn saludo
ViaNews. Lo Mejor de la Semana (http://www.via-news.es/index.php?option=com_content&task=view&id=1278&Itemid=1): "La primera parte del singular club de caballeros londinenses El Club Diógenes, en Aventuras Extraordinarias."
ResponderEliminar