Bestiario: momias.


Bienvenidos a un nuevo tipo de artículo para este blog, en ellos intentaré reunir información (sobre todo trasfondo) más o menos útil, espero, para introducir diversos seres sobrenaturales en las campañas pulp. Por supuesto estos muchos, o todos, estos seres sobrenaturales pueden ser inadecuados para determinadas campañas (detectives, aviadores,...)  Aunque en realidad pueden tener cabida en cualquier género con un componente "extraño" de todas maneras recomiendo usarlas con cierta precaución, nada destruye más su poder de sugestión que demasiado tiempo de exposición.

Aunque usualmente, cuando hablamos de momias, nos referimos a las egipcias en realidad una momia es cualquier cadáver que, por causas naturales o por la intervención humana, ha sido preservada en gran medida de los efectos destructivos del tiempo y la putrefacción. Las técnicas para preservar los cadáveres han cambiado mucho a lo largo de la historia y de la geografía, utilizando diversos elementos químicos, técnicas quirúrgicas y, muy a menudo, también hechizos y técnicas mágicas. Es por ellos que en ocasiones estos cuerpos sorprendentemente conservados pueden verse poseídos de una nueva vida, o un remedo de vida, que puede poner en peligro a los aventureros e investigadores que intenten desvelar los secretos de las antiguas civilizaciones que los dejaron tras de sí.

Consideraciones generales.

En la mayoría de los casos los cuerpos momificados humanos no están más "predispuestos" a alzarse de sus tumbas que cualquier otro cadáver, aunque como aquellos pueden ser animados por brujos y necromantes. Un cuerpo momificado está tan muerto como cualquier otro, los que se alzan lo hacen por motivos únicos y particulares.

Para crear una auténtica momia viviente es necesario realizar rituales y conjuros especiales, en mucho casos aberrantes para la práctica habitual de la momificación. Estos rituales reciben distintos nombres, por ejemplo en Egipto eran conocidos como Hom-Dai, y guardan diferencias culturales y regionales que explican las diferentes tipologías de momias. Lo normal es que estos ritos se practiquen con una intención de castigo, por crímenes relacionados con la religión o el poder político, o la mezcla entre ambos en el caso del faraón. Mediante estos ritos una parte del alma o esencia del difunto queda atrapada en el cuerpo, en lenta descomposición, de la momia en una lenta agonía mental y física que puede durar milenios, hasta la completa desintegración.

Se indica también la utilización de conjuros contenidos en antiguos grimorios y libros mágicos, como el temido libro de Thoth, y del uso de sustancias vegetales específicas como las aún por identificar "hojas de tana", mencionadas en ciertos papiros relacionados con el culto herético de Arkam o Karnak en la 18ª Dinastía. 

La mayoría de los así condenados, y sometidos a los horrendos rituales del hom-dai, pierden casi completamente su personalidad y su autonomía durante el proceso, dando lugar a lo que se denominaremos una momia guardiana o menor (ya que a menudo se utilizan como guardianes de lugares sagrados, o impíos en muchos casos). Sometidos a la voluntad de sus "creadores" solo en contados casos se ha documentado que puedan llegar a sublevarse contra estos y romper las cadenas mágicas o químicas que los mantienen atados a estos.

Algunos individuos, normalmente instruidos en el uso de la magia, pueden sin embargo conservar una parte de sí mismos, sus recuerdos y personalidades, tras el ritual y los siglos de enterramiento. En caso de despertar estas momias pueden provocar verdaderos desastres entre los vivos pues no pierden, o incluso ven incrementados, sus poderes mágicos, unidos ahora a la resistencia sobrenatural del cuerpo de la momia.

Es posible también que algunos nigromantes realicen voluntariamente estos u otros rituales parecidos para convertirse ellos mismos en momias dotándose de una desagradable vida post-mortem. Estos dos tipos de momia comparten rasgos, poder mágico, independencia de su personalidad... y a efectos generales pueden considerarse idénticos.

Una momia puede soportar una cantidad ingente de daño, sin sentir prácticamente dolor de ninguna clase, y es especialmente resistente a heridas de tipo punzante, ya que al carecer de vasos sanguíneos y órganos que puedan ser dañados estos golpes tienden a atravesarlos sin causar demasiado efecto. En contraste las momias no son capaces de curarse naturalmente y, si no es por medio de la magia, propia o de otros, se ven condenadas a portar eternamente la huella de las heridas recibidas hasta la desintegración total. Una momia de tipo guardián, descrita antes, es además casi totalmente inmune a los efectos psicológicos como la intimidación y a las formas normales de control mental (como la hipnosis) al no poseer una mente independiente. 

En muchos casos, especialmente en los ejemplares de momias menores, la fuerza del conjuro y la fuerza vital de la momia se pueden encuentrar contenidas en un amuleto, papiro o inscripción que de ser destruida puede romper la unión entre el cuerpo y el fragmento de alma que anima el cadáver.

Aunque cada momia mayor es un ser individual, y debe ser tratado y diseñado como tal, he aquí una breve lista de efectos comunes asociados a su magia (y algunas ideas de como representarlo con las reglas de SotC)
  • Control de alimañas adecuadas a su entorno nativo, sean ratas, escarabajos, arañas, escorpiones... (equivalente al stunt minions)
  • Adquirir aspecto humano (como usos de disfraz, dentro de la habilidad Deceit, pero utilizan Mysteries)
  • Momificación instantánea (ataque a distancia, utilizando de nuevo Mysteries para el ataque, a menudo como efecto secundario también cura el estrés y consecuencias sufridas por la momia, que no tiene otra forma normal de curarse)
  • Control sobre los elementos y el clima (permite utilizar la habilidad Mysteries para declarar aspectos relacionados con las condiciones climatológicas)
  • Capacidad de convocar otros servidores no-muertos, momias guardianas, de menor poder (de nuevo el stunt Minions)
  • Formas de hipnosis
 

Momias egipcias.

En los primeros siglos la momificación era un "lujo" sólo permitido a los faraones y a sus más cercanos colaboradores, pero según avanzó el tiempo se convirtió en algo al alcance de cualquiera que pudiera pagar el proceso. Esto, unido a los largos siglos en que esta práctica (se habla de 28 siglos) se llevó a cabo significan que el número de momias egipcias es muy elevado y museos de todo el mundo occidental poseen colecciones de momias más o menos amplias, pero además otras eran exhibidas en mansiones privadas o incluso en espectáculos itinerantes de dudoso gusto. Además de las momias humanas también se confeccionaban momias animales, especialmente de animales sagrados como los gatos o los cocodrilos consagrados en los templos. El término egipcio para momia es sah, mientras que el verbo qes significa momificar. 

Su número llegó a ser tan abundante que el uso de polvo de momia como ingrediente en pociones y ungüentos (incluso en pinturas) era relativamente habitual en el siglo XVII y XVIII, incluso hasta principios del XX, o se usaban para abonar campos (Mark Twain llega a afirmar que vio usar momias como combustible en locomotoras pero quizás fuera una exageración por su parte). Destino terrible pues el objetivo de la momificación era preservar la forma física del difunto para garantizar la supervivencia de los tres elementos espirituales en su sistema de creencias, el ka, el ba y el akh. Otro elemento muy importante para garantizar la vida de ultratumba era la preservación del nombre del difunto y el borrado ritual del nombre de algunas momias-vivientes implica el más extremo castigo postmortem en dicha cultura. 

Siendo una práctica que varió significativamente, en proceso y forma, durante los siglos es imposible describir brevemente todas sus variantes así que nos limitaremos a indicar una serie de rasgos muy generales. Resumiendo mucho, para facilitar su conservación, el cuerpo era secado utilizando natrón y otras sales naturales. Normalmente se llevaba a cabo la evisceración, siendo originalmente los órganos abdominales conservados junto al cuerpo en unos recientes llamados vasos canopos o canopes, cada uno asociado a uno de los cuatro hijos de Horus. El cerebro se extraía también a través de la nariz y era desechado, sin más. El corazón, sin embargo, era colocado de nuevo en el cuerpo. El cadáver era envuelto en tiras de lino y se colocaban entre la tela abundantes conjuros y amuletos destinados a proteger al difunto en su viaje al otro mundo y proteger al cuerpo de los saqueadores. Dependiendo del estilo concreto de momificación, la posición de los miembros o el método utilizado, normalmente se puede situar cronológicamente la momia con cierta precisión.

Hay testimonios que afirman que toda clase de momia  redivivas de origen egipcio siente verdadero terror ante la presencia de un gato, y que estos pueden servir como protección frente a sus ataques. Si esta protección es de naturaleza mágica o sólo psicológica (debido al carácter sagrado de los gatos en Egipto) es algo que no ha sido determinado. Las momias egipcias son particularmente inflamables, debido a las técnicas utilizadas y al lino de sus vendas. También se dice que el libro de Thot contiene hechizos muy poderosos capaces de destruir completamente una momia, liberando la parte de su ser espiritual contenida en el cuerpo, o incluso de resucitar a un fallecido a partir de su cuerpo momificado..

Momias hiperbóreas.

Aunque los restos arqueológicos vinculados a esta supuesta cultura prehistórica son escasos ha habido por lo menos dos hallazgos de momias que, bien sus descubridores bien estudiosos posteriores, han calificado de hiperbóreas (aunque sin conseguir reconocimiento académico) tal es el caso del cuerpo encontrado por la desgraciada expedición Cavendish de 1903, que desapareció misteriosamente a las pocas semanas del regreso de los supervivientes de ese fracasado asalto al polo y de la que sólo se conservan algunas fotografías borrosas. 

Otra pretendida momia hiperbórea fue exhibida durante un tiempo en el museo americano de P.T. Barnum pero fue destruida, o según algunos robada, en el incendio que sufrió dicha exhibición en 1865. Los escasos estudios realizados sobre ellas hacen difícil afirmar nada sobre sus características anatómicas o las técnicas utilizadas.

Creemos que en gran medida las momias hiperbóreas deben su conservación más a las peculiares condiciones climáticas (el frío extremo que significó el fin de su civilización) que a prácticas conscientes de momificación. La magia juega también un factor fundamental en estos casos: era, al parecer, creencia generalizada entre los hiperbóreos que los hechiceros y brujos eran capaces de volver de entre los muertos y alzar sus cuerpos de nuevo a un simulacro de vida, suponemos que con malignas intenciones; para evitarlo se grababa en las entradas de sus tumbas un símbolo que se ha identificado con el llamado Pentágono Pnakótico (cuya imagen aparece al lado de este párrafo) y se cree que dicho diseño puede hacer huir o incluso destruir a uno de estos antiquísimos seres no-muertos.

Hay quién afirma que la tradición egipcia del hom-dai, antes mencionada, deriva de una tradición hiperbórea y que fueron sacerdotes llegados de la tierra del lejano norte los que trajeron esos conocimientos al país del Nilo. 

Estas momias hiperbóreas normalmente poseen sus propios poderes mágicos, pero sus cuerpos, una vez privados del frío y la sequedad que los conservó originalmente, tienden a descomponerse de nuevo, volviéndose más frágiles que otros tipos de momia animada (careciendo de las inmunidades mencionadas anteriormente).

Por otra parte es posible que, teniendo en cuenta las oscuras magias que manejaban estos brujos hiperbóreos, relacionadas con el oscuro culto a Tsathoggua, los cuerpos de algunos de estos hayan sido cambiados en algo no completamente humano y quizás similar a los seres denominados Semillas Informes. Puede ser una desagradable sorpresa enfrentarse a lo que crees que se trata de una momia y, al romperse o destensarse las vendas, comenzar a desparramarse el líquido negro viviente o incluso atacar en forma de tentáculo. 

Momias en la América antigua: Norte y centro América.

Diversas culturas precolombinas realizaron esfuerzos en el campo de la preservación de los muertos, sin llegar a la elaboración técnica de los egipcios. En muchos casos dichos esfuerzos estaban condenados, o muy dificultados, por el clima tropical, y su humedad, completamente contrario al más apropiado para dicha conservación.

Las momias aztecas, en principio, son muy raras, ya que la forma de inhumación más habitual en dicha cultura era la incineración. Sin embargo, aquellos individuos que perecían ahogados o alcanzados por un rayo, considerados consagrados al dios Tlaloc, podían ser efectivamente enterrados. En estos casos, y en las condiciones ambientales adecuadas (que se encuentran en una parte del altiplano mexicano), algunos cuerpos fueron momificados de forma natural. La momificación artificial es más rara, pero no completamente desconocida, y al menos un caso (documentado por el dr. Eduardo Almada en 1957) parece referirse a un proceso muy similar al Hom-Dai egipcio, aplicado a un guerrero, de nombre Popoca, por una relación ilícita con una virgen destinada al dios Tezclatipoca

Las momias artificiales de las culturas mesoamericanas (además de los aztecas también hay ejemplo olmescas, toltecas, mayas...) solían ser desecadas utilizando grandes cantidades de sal y después almacenadas en cavernas naturales o artificiales excavadas con ese fin, donde podían ser visitadas o procesionadas ritualmente. En ocasiones se les proporcionaban vistosas máscaras mortuorias que cubren sus rostros, hechas de madera y plumas, o más raramente piedra o metales preciosos y jade. Estas momias, al contrario que las egipcias, no están cubiertas de vendajes ni son particularmente inflamables, pero si comparten la resistencia al daño físico general de sus contrapartidas del país del Nilo. 

También a menudo eran enterradas con amuletos o instrumentos, que pueden contener la clave de su resurrección y por tanto acabar con su remedo de vida al ser destruidas. Los mayas por ejemplo introducían en la boca de los difuntos un puñado de maíz y un amuleto de jade. 

Aunque cualquier clase de momia puede transmitir enfermedades infecciosas al herir a un oponente, esto es especialmente común entre esta categoría de momia, en muchos casos se trata de variantes especialmente cruentas de enfermedades tropicales, en al menos un caso (de forma aparentemente paradójica) la momia, muerta durante la época de la conquista de viruela era capaz de infectar con una variedad de efecto muy rápido dicha enfermedad,

También en esta región se ha hablado ocasionalmente de templos y momias más antiguas, no relacionadas con los actuales habitantes de la región si no con culturas más misteriosas. En concreto von Juntz habla de una construcción megalítica a la que denomina el Templo del Sapo, situado en la actual Guatemala (o Honduras) pero, aparte de apuntar a su increíble antigüedad y hacer algunas veladas insinuaciones no da mucho más detalles (al menos en la edición de la Goblin Press de 1909 que es la que he podido consultar para esta entrada) Por otro lado el nombre del templo puede indicar también una relación con Tsatthoggua (a menudo representado con forma de sapo monstruoso)

Un caso muy peculiar de momia precolombina relacionada con estos ejemplares mesoamericanos fue la encontrada por Stephen Bishop, uno de los guías del gigantesco sistema de cavernas conocido como Mammoth Cave en Kentucky en 1835. Las declaraciones de los que dicen haber visto a esta momia afirman que se trataba de una figura humana colocada en posición fetal, adornada con un tocado de plumas de quetzal y otras decoraciones típicamente mesoamericanas. Aún hoy seguimos sin poder explicar como habría llegado dicho espécimen tan al norte y muchos historiadores consideran la historia una mera leyenda alimentada por el propietario de la cueva. En estas cavernas se han encontrado indiscutiblemente otros restos humanos precolombinos momificados, pero ninguno tan misterioso como este.

Momias en la américa antigua: Sudamérica.

Gran parte de Sudamérica sufre las mismas condiciones poco favorables para la momificación que se han mencionado antes para América central, pero también cuenta con otras áreas, principalmente la costa peruana y las cumbres andinas que cuentan con la humedad, temperatura y altitud adecuada para que este proceso se produzca de forma natural. Algunos de estos cuerpos conservados por acción natural han sido encontrados en pequeñas construcciones de alta montaña, posiblemente altares, tratándose de niños o jóvenes de corta edad. Según varios antropólogos nos encontraríamos ante sacrificios humanos, ofrecidos a los dioses de las montañas para apaciguarlos o asegurar su protección.

Los emperadores Incas y sus esposas principales, las Qoyas, eran también momificadas y conservadas en unos edificios en Cuzco con sirvientes nobles que incluso les llevaban comida y bebida. Estas momias imperiales se perdieron durante la conquista en circunstancias diversas (no es que los conquistadores estuvieran muy interesados en la conservación arqueológica) Un día al año, durante el festival del sol (Inti Raymi) estas momias eran sacadas y paseadas por las calles. La palabra quechua para cualquier resto momificado es mallki que también tiene el significado de "germinación".

Se sabe de muy pocos casos en que se afirme que esta clase de momias hayan vuelto a la vida y ninguno ha llegado a mis manos que tuviera lugar durante la "era pulp". En un caso muy posterior, registrado en California en torno al año 2000, una momia inca de una chica joven (aunque al parecer momificada artificialmente) fue capaz de manifestar poderes de rejuvenecimiento aparente y absorción vampírica de vida antes de ser detenida y destruída.

En Sudamérica también debemos mencionar las momias de la llamada cultura de Chinchorro, desaparecida en torno al 4000 a.c. y originaria de la zona fronteriza entre Chile y Perú. Se cree que entre este pueblo el proceso era generalizado y que todos los muertos lo recibían, incluídos niños pequeños. Se trataba de un pueblo con una tecnología muy simple, semi nómadas que vivían principalmente de las riquezas que les ofrecía el mar. Durante la existencia de esta cultura se desarrollar diferentes técnicas de momificación, una de ellas consistía en extraer todos los tejidos blandos del cuerpo y, tras reforzar el esqueleto con varillas de madera, rellenar de nuevo la piel con diversos materiales. Todo el cuerpo a continuación de pintaba de color rojo ocre y el rostro se cubría con una máscara. Igualmente no se han encontrado testimonios de ataques por este tipo de momias, pero es imposible descartarlo totalmente.

Europa septentrional: Los cuerpos de los pantanos (un caso aparte)

La mayoría de las culturas europeas desde tiempos antiguos han practicado la cremación o la inhumación simple (sin ninguna técnica de embalsamamiento particular) de forma habitual, por lo que las momias europeas artificiales son raras.  

Pero un caso excepcional de momificación natural si se ha producido en diversos puntos de la geografía del norte de Europa y son los llamados cuerpos de los pantanos.

Se trata de una serie de cuerpos encontrados en el fondo de diversos pantanos y turberas en Dinamarca, norte de Alemania y las Islas Británicas (he tenido noticia del hallazgo de un cuerpo similar recientemente en Asturias, aunque su existencia sólo ha sido reconocida extraoficialmente por representantes académicos, debido a ciertos incidentes subsiguientes poco aclarados)

La llamada mujer de Haraldskær, un cuerpo encontrado en 1835 en Dinamarca, fue uno de los primeros cadáveres de este tipo descubiertos y estudiados en época moderna. En un primer momento fue identificada con una reina medieval por lo bien conservado del cuerpo pero hoy se le da una fecha mucho más antigua del siglo V a.c. Las fechas de muerte de estos individuos se sitúan en un amplio abanico entre el 1400 a.c. hasta el siglo segundo o tercero antes de la era. Algún recuento llega a contabilizar el número total de estos cuerpos en los 1800 o 2000.

Aunque algunos son producto de simples ahogamientos accidentales, otros muchos de estos cuerpos (y aquí es donde entramos en el campo de interés del investigador de lo extraño) se cree que fueron víctimas de sacrificios rituales y una proporción importante muestra señales de haber sufrido muertes violentas, a menudo por estrangulación. En algunos casos, especialmente en relación con algunos de los cuerpos irlandeses, se ha hablado a menudo de la triple muerte: una muerte ritual en que la víctima era asfixiado, degollado y envenenado, quizás como forma de sacrifico triple o a tres dioses diferentes. 

Los expertos en ciencias ocultas que hemos consultado consideran que en estos casos la reanimación, si es que tiene lugar, se produce por efectos análogos a los de un espectro (es decir manifestaciones causadas por los sentimientos extremos producidos en el momento del deceso) siendo el cuerpo simplemente el material más adecuado para su manifestación. Esto significa que aunque el cadáver pueda ser destruido, el espíritu puede continuar activo o incluso ocupar otro "vehículo" para manifestar su conciencia.

En ocasiones se han recuperado armas (en ocasiones dobladas o destruidas antes de ser arrojadas al pantano)y objetos de apariencia ritual (como torques, yelmos, etc.) en las cercanías de estos cuerpos y en rangos cronológicos similares, lo que podría indicar (aunque no es seguro) alguna clase de actividad religiosa comúm.

Estos cuerpos del pantano suelen ser más frágiles que otras momias, pero tienen una gran fuerza física e igualmente son inmunes completamente al dolor. Se cree que las armas sacrificiales, o bendecidas de manera análoga, pueden ser el único arma realmente efectiva contra ellos.

Por supuesto esto es solo una mínima parte de todas las posibilidades abiertas por el concepto de momia y, por necesidad de brevedad (relativa) quedan fuera casos tan interesantes como la momificación en la antigua China o las formas de embalsamamiento de varias culturas africanas. Quizás en el futuro podamos explorar esos campos, pero por ahora creo que ya hemos hablado bastante.

Nota: si es más adecuado para el tono de tu campaña puedes considerar sustituir las referencias directas a magia por referencias a ciencia extraña o no humana y a fenómenos psíquicos si resulta más propio del vocabulario y la iconografía propia de la ambientación (y es algo con su propia tradición dentro de los pulps). Por ejemplo, puede sustituirse por el uso de acumuladores de energía o incluso, para una completa sorpresa, que la momia es en realidad otra criatura (oculta bajo el vendeja) o incluso ¡un primitivo robot!




Comentarios

  1. Uh, pues me parece muy interesante este tipo de artículos, y vienen muy bien esos ejemplos de estadísticas de juego. De nuevo gracias.

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  2. Ups, publicación por error antes de acabar. Gracias a ti por leer.

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