Cosas para leer: Dos cómics de Indiana Jones


Indiana Jones Adventures Vol. 2
Continúan las aventuras de Indiana Jones en estilo cartoon, en este segundo tomito. A los lápices continúa Ethan Beavers pero los guiones en esta ocasión son de Mark Evanier. Este es un escritor de larga trayectoria, especialmente en series de animación y para cómics basados en dichas series, entre sus obras debería mencionar, por supuesto, su participación en la creación de la serie de dibujos de D&D por destacar algo.

El tomo continúa poco después de acabar el anterior, a principios de 1931, pero sin tener relación la trama con el anterior volumen más allá de la continuidad de los personajes y similitud en la situación personal de Indy. 

En esta ocasión la historia tiene como hilo conductor unas estatuillas otomanas y el fabuloso tesoro al que estas conducen. Se trata de una historia algo más larga y elaborada que la anterior, con varios oponentes con distintos planes enfrentados a nuestro héroe. 

De nuevo tenemos una aparición de Belloq y de Brody, aunque de forma más anecdótica que en el tomo anterior, y nuevas referencias a Forrestal. Un capítulo de la historia se desarrolla en Barcelona, en un inexistente museo de historia (que incluso por su arquitectura recuerda más al Museo Arqueológico Nacional) donde afortunadamente se abstiene de ofrecer alguno de los tristes tópicos que abundan en las imágenes de España en los cómics americanos. 

La historia gira en torno al robo de una serie de seis esculturas, guardadas en diferentes museos de todo el mundo, realizadas por al artista otomano del siglo XVI llamado Wohat, cada una de ellas representa a un animal (león, jirafa, rinoceronte, mono, tigre y cocodrilo). En concreto la historia comienza con el robo de una de las figuras en el Museo de Historia de Nueva York. Este robo hace implicarse en el caso a Indiana, que rápidamente lo relaciona con el palacio mausoleo de un supuesto emir otomano llamado Ali Bey y un místico rubí que, según la leyenda, le convertía en invencible. En la búsqueda de las estatuas Indiana se ve enfrentado a Belloq, su aliado Ali Bey-Feisal (que resulta tener sus propios planes) pero también otro oponente inesperado, que personalmente considero que sobra en la trama.

Los mismos defectos y virtudes que en el tomo anterior pueden encontrarse en este, aunque carece de los ocasionales interludios educativos de aquel y el final es algo más satisfactorio. El guión no destaca especialmente en cuanto a los personajes o la historia, que resulta entretenida sin mayores pretensiones, algunos de los mejores momentos son los pequeños chistes (a veces no tan pequeños) que Evanier se permite introducir, especialmente por medio del propio sentido del humor de Indy. 

El dibujo es correcto en su estilo desenfadado y la narración es bastante fluida durante la mayor parte del mismo, aunque ocasionalmente el reducido número de viñetas por página alarga innecesariamente una escena. Se echa en falta una mayor documentación histórica en el dibujo, ya que ni los objetos ni el yacimiento arqueológico parecen tener una estética definida e identificable de alguna manera como otomana.

Indiana Jones y la Tumba de los Dioses
En este cómic Indy se enfrenta a una amenaza que recuerda a los mitos de Cthulhu, aunque lo hace con su estilo desenfadado característico. Así los mitos son otra fuente de peligro sobrenatural y no la pesimista cosmogonia lovecraftiana.

Publicado por Dark Horse en EEUU entre Julio del 2008 y Marzo del 2009 (saliendo el último número con un gran retraso sobre la fecha prevista) aparece en España de la mano de Norma editorial. 

En este caso la aventura tiene lugar en el mismo año 1936 en que se ambienta En Busca del Arca Perdida y en algunas páginas de Internet han surgido discusiones de cuando sucede con respecto a esa película, sin embargo el guionista afirma que su idea es que sucede antes del inicio de aquella (y creo que en este caso podríamos hacerle caso) según él intentando mostrar la evolución del personaje de El Templo Maldito en el que vemos en En Busca del Arca Perdida, quizás más altruista.

El mencionado guionista es Rob Williams, un guionista británico cuyo trabajo fundamentalmente se ha visto en la revista 2000 A.D., habiendo realizado algunos guiones para cómics de Star Wars antes de esta mini serie. Los dibujantes Steve Scott (números 1-3) y Bart Sears (4) son dos autores con estilos muy diferentes, mientras que el primero hace esfuerzos para caracterizar a los personajes basándose en los actores que los interpretaron, consiguiendo resultados bastante irregulares, y un dibujo más bien realista, Sears es más exagerado y no hace intentos en ese sentido, si eso es una virtud o un defecto queda ya a discreción de cada cual. 

Las portadas de la miniserie (una de las cuales sirve como portada al tomo) fueron realizadas por Tony Harris, excepto la última realizada por el propio Steve Scott. Curiosamente las portadas de Harris parecen tener una relación más bien tangencial con el interior del comic, no esperéis ver un biplano tirando bombas ni nazis en motocicletas en el interior.

La historia pone a Indy tras la pista de una misteriosa llave, encontrada en 1931 por un grupo de arqueólogos en Siberia, que conduce hacia el lugar llamado la Tumba de los Dioses, una especie de templo prehumano cuyo contenido no queda, finalmente, nada claro en el relato. 

Como es de suponer los nazis, esta vez representados por el miembro de la Anhenerbe Friedich von Hassell, también desean encontrar la tumba y los secretos que guarda. De forma paralela la atractiva aventurera Janice Le Roi, también se implica en la carrera aunque con sus propias preocupaciones pecuniarias en la cabeza, y además sirve como interés romántico para nuestro protagonista. La carrera sigue una trayectoria bastante previsible, más allá de un par de sorpresas puntuales hasta un final que, indeciso entre que mostrar y que no, queda un poco falto de impacto, principalmente por un diseño completamente fallido (SPOILER: ¿un pozo verde, que clase de amenaza es un pozo… verde?)

Lo que más me ha gustado de este tomo es el tratamiento del personaje de Brody, más cercano eso si al bufón amable de  La Última Cruzada que a la figura paternal, más seria y competente, de En Busca del Arca Perdida. También aparece en un papel muy secundario otro personaje de la primera película, en este caso el piloto Jock Lindsey en una escena que claramente homenajea a esa primera aparición y que se resuelve de una forma que combina aventura y humor en un estilo muy característico de la franquicia. Al igual que en el caso del cómic comentado arriba, es en general en el tono humorístico donde Williams parece lucirse, mientras que en los momentos más dramáticos no consigue mantenerse a la altura. Tampoco el personaje de le Roi, como compañera romántica, o von Hassell, como villano, consiguen mayor brillantez.

Noticia: En la contraportada de este último cómic los señores de Norma anuncian la próxima aparición en castellano de Las Aventuras de Indiana Jones, así que aquellos que han mostrado su preferencia por el estilo cartoon de dibujo no les queda más que esperar. 

También anuncian la salida del tercer ómnibus del personaje, que supongo que será el primero de los que contienen el material publicado por Marvel (mientras que los dos anteriores ofrecían el material aparecido en forma de miniserie bajo el sello de Dark Horse) y que en América apareció como Indiana Jones the Further Adventures (volume 1).

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