Cosas para leer: The Nomad of Time de Michael Moorcok


Michael Moorcock (1939- ) es sobre todo conocido en los círculos en los que me muevo como el creador de un personaje, que a alcanzado altura casi de arquetipo: el emperador albino Elric de Melniboné (aparecido por primera vez en la novela corta The Dreaming City de 1961). Pero es autor de otras muchas novelas y cuentos que se mueven entre el simbolismo, la ciencia ficción y la fantasía, pero en las que subyace, también, una visión profundamente política. Así muchas de sus obras, en una forma u otra, están impregnadas de una visión muy negativa sobre la visión imperial de Gran Bretaña y la nostalgia por dicho pasado idealizado.

En esta magnífica trilogía, cuyos volúmenes fueron publicados originalmente en 1971, 1974 y 1981, su crítica al imperialismo se hace más evidente, aún sin abandonar las formas de la novela de aventuras. Ya reseñe aquí hace mucho su serie marciana, que es un claro homenaje a las historias de John Carter de Marte, y la influencia de Burroughs es también visible en estas páginas.

En la primera novela The Warlord of the Air, Oswald Bastable (nombre prestado de un personaje de una serie de aventuras juveniles de Edith Nesbit) es un capitán del ejército británico a principios del siglo XX que es enviado a una misión a Kumbalari, un pequeño estado en el norte de la India.  En la misteriosa ciudad sagrada de Teku Benga son atacados por los nativos y Bastable termina perdido en los laberínticos subterráneos del templo del Futuro Buda. Al salir de  estos se encuentra la ciudad en ruinas y  él mismo arrojado a un extraño futuro, un mundo donde han transcurrido 70 años, pero los imperios coloniales aún dominan el orbe, donde la tecnología sigue caminos insospechados y los grandes dirigibles dominan los cielos. Sin embargo, Bastable termina entrando en contacto con una serie de personajes, anarquistas, revolucionarios y rebeldes, que le muestran que el mundo al que ha ido a parar no es la utopía que han querido mostrarle.

Hoy día se escucha mucho aquellos de el fracaso de las utopías pero de forma transparente se refieren, normalmente, a solo ciertas utopías, siempre se señala al fracaso del bloque soviético como fecha de defunción de todas aquellas (incluso las que no se alinean con los principios de la URSSS) que plantean un cambio sistémico, mientras que la utopía del mercado, una construcción ideal no realizada, sigue vendiéndose con éxito.

La segunda novela, The Land Leviathan, arroja al protagonista a otro mundo más, otro reflejo de las fantasías coloniales que se encuentra sumido, en este caso, en un conflicto mundial a gran escala.  El fracaso de una utopía tecnológica lanza a esta versión del mundo a un conflicto global casi apocalíptico que ha devastado Europa y gran parte de América, Asia y Oceanía, dejando a las naciones africanas como únicas potencias posibles. Bastable vuelve a encontrarse con personajes conocidos y revisita elementos que planteó en la primera parte.

En la tercera de las novelas, The Steel Tsar, aprovecha para convertir en villano a cierto georgiano conocido por todos pero, posiblemente, no aporta demasiado a la serie en general. No es el único personaje real que es representado o incluso parodiado en sus páginas, algunos como meras bromas con personajes pop más o menos alterados. Posiblemente sea la más floja de todas, reiterando los puntos ya manejados en la anteriores, de forma que el mismo Moorcok hizo la edición en omnibus de Gollanz  de 2014  una reescritura bastante importante de la misma, ampliando su representación del multiverso y aquellos que viajan entre los mundos que lo componen (que ha madurado con los años)

Las tres novelas trazan diversas conexiones con otras de las series de Moorcok, personajes que se reflejan o viajan entre tiempos y mundos, como Una Persson, personaje que reaparece más o menos disfrazada en diversas novelas y series del autor (especialmente en las historias de Jerry Cornelius pero en muchas otras). En cierto sentido toda la obra de Moorcok, pese a que transcurre en diversos registros y géneros, utiliza conceptos metanarrativos para producir un fenómeno muy particular en que todas, desde sus novelas de fantasía a sus obras realistas, forman parte de un todo interrelacionado.

Puntuación: 10/10

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