Aprovechando que se ha reeditado recientemente este cómic hago la reseña/recomendación que, por lo que sea, no hice en su momento (fue publicado originalmente en 2004). Y es que para mi es uno de los mejores cómics surgidos en torno a la figura de Superman, una obra que utiliza el icono con una fuerza incomparable para contar una historia humanamente sincera y profunda.En el cómic un joven llamado Clark Kent (cansado ya de las bromas sobre su famoso homónimo) descubre un día que está dotado de increíbles poderes y decide usarlos para ayudar a los demás, usando un llamativo uniforme con una S en el pecho. Lo que comienza como una historia más o menos convencional del género, aunque Clark vive en un mundo donde Superman es un personaje de ficción, se convierte en una hermosa reflexión sobre la edad, la responsabilidad y la familia. Es una historia de Superman pero, también, es una historia universal.
En cierta forma recuerda alguno de los momentos más emotivos de la obra personal más importante de Kurt Busiek, Astro City, por la forma de replantear dilemas clásicos del género de superhéroes desde un punto de vista que los deconstruye y revalida, sin un ansia iconoclasta que parece guiar buena parte de esas revisiones y que suelen dejar solo ruinas a su paso.
El dibujo de Stuart Immonen es impecable, prácticamente perfecto, con una sensibilidad en la expresividad de sus personajes, que se ven dotados de una humanidad innegable, una realidad que no desmienten los elementos de ciencia ficción que aparecen en la obra. El equilibrio entre idealización y realismo es mantenido con la misma habilidad que el equilibrio entre abstracción y figuración en sus imágenes. El estilo del artista es reconocible pero diferenciado de su trabajo contemporáneo en títulos más convencionales entre otras cosas por el trabajo de coloreado directamente sobre los magníficos lápices que ofrece un aspecto de ilustración particular.
Es una historia autoconclusiva, lejos de continuidades y referencias y protagonizada por una versión alternativa del superhéroe original pero que permite ver hasta que punto podría utilizarse el paso del tiempo y la reflexión si los personajes no estuvieran atrapados en el perpetuo ciclo de eventos y rejuvenecimientos que impone la visión comercial. Y con estos miembros Busiek e Immonen tejen una historia que condensa más del espíritu de Superman que miles de números de sus colecciones.
La inspiración para esta versión del personaje puede rastrearse, sin embargo, hasta un elemento concreto de la continuidad oficial de DC, el conocido como Superboy Prime. Este personaje fue introducido en Crisis en Tierras Infinitas (1985) como originario de una dimensión (conocida como Tierra Prima) donde los héroes de DC eran únicamente personajes de ficción. Poco después de ela publicación de este Identidad Secreta el personaje fue reintroducido en la continuidad, en Crisis infinita (2005-2006) fue convertido en un villano de escala cósmica, un genocida e, incluso, una metáfora de los fans más intransigentes, en la divertida La Legión de 3 mundos. Una redención a última hora, en Dark Knights: Death Metal parece ser su última aparición por el momento, pero sospecho que con la tendencia cíclica de los reboots de DC no tardemos mucho en volver a verle del lado del mal.
En definitiva Identidad Secreta es un cómic para leer si te gusta Superman, si no te gusta, si estás harto de los superhéroes comerciales o si todavía te encantan.
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