Cosas para leer: Weird Tales 1934 V.V.A.A.


Otro volumen recopilatorio de historias de la revista Weird Tales, en forma casi facsimil publicada por Barsoom, en este caso dedicada al año 1934. las características físicas son muy similares al volumen dedicado a 1938, tanto en proporciones como en filosofía, incluyendo textos e ilustraciones extraídas de los números de la revista de ese año.

En este caso la portada es ocupada por La Reina de la Costa Negra, uno de las más interesantes historias de Conan de Robert E. Howard. Poco hay que pueda decir más sobre esta historia, que inspiró también una de las sagas más destacables del Conan El Bárbaro de la editorial Marvel. Es curiosa la inclusión del texto en que el editor original se "excusa" por ofrecer dos imágenes (la portada y una de las ilustraciones interiores) de la misma escena del relato, mostrando no sólo dos imágenes distintas de las criaturas aladas del relato, si no también dos imágenes de Conan y Belit por parte una de la legendaria Margaret Brundage y la otra por el menos recordado Hugh Rankin, quien sin embargo es un habitual de la revista y autor de otras de las primeras ilustraciones del héroe de Howard.  En esta página  podéis ver una buena selección de ilustraciones originales de estas historias, por si sentís curiosidad por ver como presentaban el personaje mucho antes de que el cómic (y las visiones de Windsor-Smith y especialmente Buscema, definieran su aspecto para las siguientes generaciones). Lamentablemente creo que es muy posible que para la mayoría de lectores a los que va dirigida la edición las ilustraciones sean la parte más interesante, pues posiblemente ya tienen el relato en algún otro formato (personalmente esta es la cuarta versión en mi biblioteca)

Tarbis del Lago, el siguiente relato, está firmado al alimón por E. Hoffman Price y H.P. Lovecraft resulta poco interesante por su marco sentimental y tópico. No pasará a la historia entre los mejores relatos de ninguno de sus dos autores y peca de ser más una escena central terrorífica, relativamente bien conseguida, rodeada de los mimbres de una historia no demasiado interesante. 

A continuación nos encontramos el que es, para mi, el peor del volumen, más propia de los truculentos pulps de amenaza extraña que de los mejores relatos publicados por Weird Tales. El piano satánico, como indica el título, es una historia rocambolesca con un piano, aunque más que satánico es telepático escrita por Carl Jacobi.

La Isla del Mago de Jack Williamson es, por otra parte, una historia más entretenida y con algún buen momento, aunque sea un ejemplo casi arquetípico de la historia de peligro amarillo a la sombra de Fu Manchú y con un persistente lenguaje racista. Por momentos el relato parece apresurado, como si hubiera tenido que resumir capítulos enteros de una historia más larga para dar cabida en una duración estándar para la revista. 

Ya he comentado en otras ocasiones que no consigo entusiasmarme por los relatos de Seabury Quinn y el que aparece en este volumen no es la excepción. La Broma de Warbug Tantavul no es una excepción. Jules de Grandin me resulta un persona simplemente insufrible y lo más interesante es el uso de algunos medios tecnológicos para enfrentarse a lo sobrenatural, pero que no deja de recordarme al pentáculo eléctrico del detective de lo oculto Thomas Carnacki (creación de William Hope Hodgson)

August Derleth firma una cortísima historia protagonizada por Cesar Borgia, personaje histórico cuya fama siniestra le hizo aparecer en más de una ocasión en las páginas de los pulp, pero en este caso presentado de forma más amable que en otros casos y casi como excusa para una pequeña viñeta de lo sobrenatural titulada la Capa de Maestre Lando.

Un problema similar al primer relato de este volumen lo presenta la siguiente entrada en el índice, que no es otra que la magnífica historia de C. L. Moore El Beso del Dios Negro, que ha aparecido recientemente en la edición, ya reseñada aquí, de los relatos de Jirel de Joiry de Costa de Carcosa, con (si no me equivoco) la misma traducción y las mismas ilustraciones. Si no tienes ese otro volumen es sin duda una historia que merece ser leída pero, en ese caso, recomiendo muy mucho la edición completa de los relatos para poder leer las otras historias del ciclo, que también merecen, y mucho, la pena.

La última historia La Duquesa del Cementerio, es una curiosidad interesante, uno de los relatos traducidos y publicados del autor belga Raymundus Joannes de Kremer, aquí firmando como John Flanders pero más conocido por otro de sus pseudónimos, Jean Ray. Con este último firmó las imaginativas, y a menudo alucinadas, aventuras de Harry Dickson y la notable y extraña novela Malpertuis. Pero más allá de eso la historia en particular no es especialmente notable, limitada por una longitud que no permite más desarrollo que lo evidente.

Los relatos son completados por dos poemas breves y, como en el número anteriormente reseñado, una selección del correo de los lectores de la revista y un índice de los números de Weird Tales de ese año.

Resulta difícil dar  una puntuación justa a un tomo que reúne dos relatos fundamentales como son el de Moore y el de Howard, pero fáciles de encontrar en otras ediciones, junto con un puñado de historias mucho menos conseguidas. Entiéndase quizás esta nota como una impresión general y no centrarme en esas dos magníficas historias.

Puntuación: 6/10

Comentarios

  1. Que bueno leerte de nuevo, gracias por la reseña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti por comentar, a ver si recupero el ritmo tras estos meses "raros"

      Eliminar

Publicar un comentario